Lerma es una estación de autobuses que dura media hora escasa. En el trayecto San Sebastián-Madrid los autobuses de la compañía Alsa realizan una parada de carácter técnico en este pequeño municipio de Burgos. Simboliza, aunque no sea del todo exacto, la mitad del viaje. Allí se juntan con otros viajeros de la franja norte, igual que todos los autobuses que van desde Madrid a Andalucía se reúnen en Almuradiel, Ciudad Real, a las puertas del desfiladero de Despeñaperros.
En Lerma las cosas ya no son como eran. Alsa decidió que no le bastaba con la vieja estación de servicio y en 2009 trasladó su flota a una estación más moderna. Se ha esfumado cierto romanticismo con el cambio a la nueva instalación. Del típico mesón castellano y modesto hotel de carretera hemos pasado a una estructura impersonal que se asemeja a un aséptico polideportivo. «Indudablemente, era un apeadero con mucho más encanto que el actual: gris, frío, industrial y mortecino», resume un experimentado viajero. «De hecho, está pegado al cementerio; desconozco si el arquitecto quiso tirar de metáfora con esa ubicación, sugiriendo a los pobres usuarios de la línea de bus de larga distancia que, como si no lo supieran, esas paradas técnicas eran lo más cercano a una muerte en vida».
Los bocadillos no son mejores y los precios se les han ido de las manos. No hay televisión que informe de los partidos del domingo y nos hemos quedado sin cajero. Y sin los jardincitos y parterres bien cuidados que adornaban el aparcamiento; sin la coqueta villa de enfrente, cuya piscina artificial hacía salivar a más de uno de mayo a septiembre; sin el transcurso sereno del río Arlanza, cuyas orillas de hierba alta servían a los jóvenes para esconderse durante sus caladas furtivas a los porros cuidadosamente custodiados en paquetes de tabaco tradicional. La Guardia Civil, oliéndose el percal o directamente participando de él, también era fauna habitual.
Lerma -que cuenta con una plaza Mayor inmensa, ¡más grande que la de Salamanca!, y fama de asar buen cordero- ya forma parte de la vida de muchos de nosotros. Si el chiste sostiene que Goizueta es el municipio más alto de Gipuzkoa -en realidad, está ubicado en Navarra- Lerma debe ser entonces una de nuestras localidades más visitadas. Tiene su punto de verdad: si alguien de Irun que vive en Madrid vuelve a casa en autobús una media de una vez al mes, habrá pisado Lerma unas 25 veces en un año.
Hoy, con la perspectiva de los años y de otras alternativas más económicas y/o mejores, quizás haya que rendirse a la evidencia: aquello no era más que la condescendencia solidaria entre quienes se saben parias del transporte por carretera. Una suerte de contraseña secreta entre los miembros de una comunidad formada por conductores y pasajeros víctimas de un enemigo poderoso. Una road movie con el skyline picudo de Lerma de telón de fondo. Como el «Nebraska» de Alexander Payne. Una alegoría, en definitiva, de un destino compartido. 30 minutos en los que (casi) nunca pasa nada.
6 Comentarios
Parar 25 minutos en una estación de autobuses por mucho que se paren 25 veces al año, no os hace conocedores de un pueblo. Me da la risa que alguien que solo ve una estación de autobuses, crea conocer un pueblo, su encanto y a su gente. Ponen la bandera porque son españoles, la estación está donde está bien o mal. Ahí no entro porque no es representativa del pueblo ni de su gente. Si alguna vez aparte que hablar sin saber, pararais a conocer un poco el pueblo para dar una opinión real, descubriréis que es un pueblo con mucho encanto, con edificios históricos, con un parador precioso y una gente muy agradable. No pretendáis tener Euskadi en Lerma porque ni son vascos, ni quieren serlo. No hay que ser tan cerrados en esta vida.
Esceptica, por lo que a mí respecta, y creo que también hablo por el resto, hablamos de Lerma con cariño, respeto y, sí, ironía. Y no, Lerma no es Euskadi. Nos conformamos con Treviño 🙂
Si hablar con cariño, es decir que ponen la bandera española para joder.. creo que no entendemos lo mismo por cariño. O quejarse que de que venden mierda txubaskeros del Bilbao… hay mucha gente de Lerma que vive en Bizkaia. También la hay en Gipuzkoa, por supuesto. La influencia de Patricio Etxebarria en esta zona, ha hecho que mucha gente de Lerma y alrededores acabara en Legazpi trabajando en la ferrería. Pero, el caso es que me parece sacar las cosas de quicio y no dar una imagen real. Los que hemos crecido allí y somos vascos, no tenemos ningun problema ni con la estación, ni con la guardia civil ni las banderas. Nos respetamos que es lo primero y más fundamental. Tolerancia.
Escéptica: creo que todo se resume en no tomarse demasiado en serio alguna cosas, dejar que fluya la ironía y tomar el texto como lo que es. Medio nostálgico, medio en broma. Saludos
Un día me quejé porque vendían mierda txubaskeros del Bilbao y de la Real, nada.
Y EL WIFI NUNCA KARRULA.
Y encima en la nueva Lerma no hay prensa que mole y los vecinos de la villita de en frente ponen la bandera de España en la verja para joder.
Alsa es Belcebú pero Lerma es el Averno.