En Donostia no andamos precisamente sobrados de bocadillos «deliciosos» por muy míticos que nos parezcan muchos de ellos, 12 en el post de debocados.com. Una cosa es que sea mítico y otra muy distinta que esté bueno. La triste realidad en el reino del pintxo es que cuesta una barbaridad encontrar bares decentes de bocadillos. Que el pan, la calidad del producto y el precio convivan con armonía, vaya.
No es exagerado afirmar que buena parte de los bares de bocatas que frecuentaban nuestros padres -y a los que también hemos ido nosotros arrastrados por esa aureola mítica- están de capa caída. Viven de las rentas. Viven de un pasado esplendoroso que, no se sabe muy bien por qué, llega hasta nuestros días. Será que funcionamos con el piloto automático puesto.
Hay casos especialmente llamativos en estos santuarios. No he oído a ningún devoto de la tortilla hablar bien de la tortilla de patata del Juantxo. Es una masa. Una bola. Es el Lizarran de las tortillas. El Danena, que está al lado, tiene fama de barato y también es otro clásico, pero te hacen falta dos bocadillos para llenarte y los calamares no son ni mejores ni peores que en los bares de alrededor. La «Carolina» (pechuga de pollo, lechuga y mahonesa) del Giroki ha sido tan socorrida, lo he frecuentado tanto en los años universitarios, que le he cogido manía. Recuerdo cómo el chorretón de aceite del pollo empanado pringaba el interior del pan.
El bocadillo «Autónomo» (compuesto por setas, pimientos verdes y lomo) del bar Narrika, en cambio, sí tiene rollo. Está muy bien. Y su precio (5,20 euros) se compensa desde el primer bocado. ¿Sientes que te atienden como si te estuvieran haciendo un inmenso favor? Dales un poquito de tiempo. Acabarán conquistándote. El bocadillo de jamón de La Cepa es, directamente, un timo.
Un puntazo que se haya incluido en el listado el bar Ione de Loiola, saliendo así de la ruta habitual. Aparte de su tamaño, absolutamente desproporcionado, nunca me olvidaré de la vez que encontré un pelo dentro del bocadillo. Jamás recomendaría cabeza de jabalí y derivados («Mutturra», bar Gorriti) ni mucho menos lengua (bar Haizea), pero esto ya obedece a gustos personales.
No tengo el placer de haber probado dos bocadillos: el «Udaberri» del bar Etxaniz y el mixto de beicon vegetal del Sport. Y aquí sí, comparto el entusiasmo por el bocadillo de lacón con queso de Casa Maruxa (ese queso merece un monumento) y, por supuesto, el «Completo» de la Bodega Donostiarra que, como el resto de bocadillos de la casa, es buenísimo.
Además de los dos últimos, recomendaría el bocata de merluza del Paco Bueno y el de tortilla de bacalao del Vallés. Imprescindibles. Y otros tres establecimientos más, el primero de ellos, por cierto, también mítico:
Campero – Jose Miguel Barandiaran, 8
La bocatería de Sagües por excelencia. El pan campero, que se queda crujiente tras pasarlo por el grill, es su punto fuerte. Lo hay de vegetal con jamón york, beicon, pollo y ternera. Los precios oscilan entre los 3,50 y los 5,50 euros.
Hori da – Narrika 9
Debe ser el bar con más bafles por metro cuadrado de la Parte Vieja. En la entrada hay unas mesas donde te puedes sentar tranquilamente a tomarte algo. El pan es más que decente, el tamaño de los bocadillos generoso y si quieres un clásico de lomo, queso y pimientos éste es tu sitio.
Dakara – 31 de agosto nº 27
Probablemente, EL BAR de bocadillos de la ciudad en estos momentos. Grandes y sabrosos. El Taket (pechuga de pollo, cebolla caramelizada, queso fundido y pimientos en un pan recién horneado) es mi favorito. Parece un milagro que en un rincón tan pequeño puedan elaborar tantos bocatas.
72 Comentarios
Euskadi es la región de España con peor relación calidad-precio-amaibilidad de largo; vivimos de tópicos, pero yo hace mucho tiempo que alterno lo justo y prefiero salir de casa ya «sulfatado»
El AUTONOMO es «El BOCADILLO», y que decir de los riñoncitos, las bravas y los mejillones!!! El Narrika por siempre,lástima que cierren
Hola majo,
Si el bocadillo Autónomo del Narrika te parece caro y los que te sirven te están haciendo un inmenso favor…. por qué sigues yendo a ese bar y pidiendo ese bocadillo?
Dices que no tiene nada especial, vale aunque le falta el queso en tus apuntes, pero no tienes ni idea de cuanto tiempo lleva asi (quizás cuando esa combinación de ingredientes si lo hacia especial) .
Bueno, nos vemos en el Narrika. O no?
Corrijo, Worthing: el Narrika se ha convertido en uno de mis sitios TOP de la ciudad.
Creo que nadie ha comentado los bocatas del «Goiz argi» al comienzo (o final) de Fermin Kalbeton. El negua y el udaberri son fantásticos.
Me lo apunto!