Hace poco leí un comentario en Facebook que decía algo así como que si construían un metro en Donostia había que hacer otro en Elgeta, un pueblecito guipuzcoano de 1.000 habitantes. Era un chiste, claro, una broma de andar por casa que después de las últimas noticias aparecidas en los medios de comunicación (El Diario Vasco informaba de esto y también entrevistaba a la Consejera de Política territorial, Ana Oregi al respecto) se ha convertido en algo muy serio. Poca broma porque lo del metro no es un farol, ni una bilbainada del tipo setas y Rólex, ni una maniobra de despiste para que dejemos de hablar de lo que ha ocurrido con Podemos en las elecciones.
Todo parece estar atado y bien atado por nuestros responsables políticos. Si la información del DV se confirma, estaríamos hablando de una línea subterránea de 4,2 kilómetros con tres estaciones (Benta Berri, La Concha y Easo), un coste de 165 millones públicos (falta por determinar cuánto aportará cada institución y a qué empresas irá a parar el chorreo), cuatro años estimados de obras (y un trastorno descomunal para sus vecinos, que Oregi entiende como un plazo «muy corto») que arrancarían en 2017 o 2018 como muy tarde. Cuando Ernesto Gasco era Viceconcejero de Obras Públicas (2009-2012) predijo que estaría construido para 2016 y que iba a ser más rentable que el de Bilbao. Gasco, actual teniente alcalde de San Sebastián, es uno de sus más entusiastas impulsores.
«El metro sobra porque creo que no es más que una herramienta de ‘City Marketing’. Se le llama metro y no topo por esa razón, que además creo contraproducente. Como el otro día le lei a Eneko Goia, era ‘dotore’», explica el arquitecto donostiarra Jonander Agirre cuando le pregunto si, efectivamente, sobra el metro en una ciudad como Donostia. Ojo, Jonander no es de los que piensa que la pasante de metro sea un error mayúsculo. A su juicio, conectar la zona de las universidades del Antiguo con toda la red de ferrocarriles y diseñar así un plan que incluya llegar al meollo de Donostia desde Hendaia, Lasarte y Zarautz no le parece una idea descabellada. «Puede ser una buena idea. Porque se ha de admitir que hemos construido parkings para que en coche llegue todo el mundo hasta el Bulevar pero nos tiramos de los pelos porque llegue un metro».
Sin embargo, dice, el plan en el caso que nos ocupa es que no hay plan y así el terreno acaba abonado a todo tipo de sospechas malévolas. «No se busca una red de transporte que funcione, no hay un plan detrás, no hay nada que nos indique que la pasante sea lo más urgente y se tenga que hacer antes de las estaciones de Altza o donde se unen la red de Cercanias y la de Euskotren o estas líneas con la de buses. No hay coordinación entre diferentes empresas de bus, ni un órgano entre municipios. Todo acaba en acciones individuales sin un plan global. Y es esto lo que me hace dudar de esta obra: me hace creer que es sólo el capricho de algún político o de algún amigo suyo». En resumen: metro tal y como está planteado no; alternativa a «un modelo del transporte privado que curiosamente encuentra muy pocos detractores en nuestra provincia», sí.
Aunque la loca idea de construir un metro en esta ciudad de 180.000 habitantes recuerda a tiempos pasados -a cuando los alcaldes de capitales de provincia soñaban con su museo de arte contemporáneo y una parada de AVE al lado de casa- estos días nos hemos dado de bruces con la realidad. Los defensores del metro alegan que el problema de tráfico es «acuciante» en el centro de Donostia y que no bastaría con mejorar la frecuencia de transporte público existente. Oregi ha llegado a decir que zonas como la del Boulevard se verían «desbordadas» por «filas interminables» de autobuses. Visto así parece que vivimos inmersos en un pequeño infierno circulatorio parecido al de Shangai o al de los cinturones obreros de las grandes ciudades en las horas punta de tráfico.
Recientemente algunas voces significativas se han posicionado contra la pasante de metro -entre ellos, el pintor José Luis Zumeta, el dramaturgo Alfonso Sastre, el cocinero Luis Irizar– y se han adherido a un manifiesto que reclama la paralización del proyecto e instan a buscar «alternativas más baratas y saludables». Por su parte, existe un movimiento vecinal llamado Sator alaia que también pide la paralización del proyecto de metro y «la apertura de un debate social para decidir el modelo de transporte más adecuado» para Donostia. En las últimas semanas han intensificado su labor repartiendo banderolas, recogiendo firmas y manifestándose en las calles.
Un referéndum -acompañado de un profundo y necesario debate previo- es lo que pedía a finales de 2015 el ingeniero en química industrial Joaquín Huércanos en un interesante artículo publicado en Noticias de Gipuzkoa . «El alcance que para nuestra ciudad reviste el proyecto del metro necesita de la celebración de un referéndum demostrativo de la aprobación o del rechazo que los ciudadanos otorgan a la realización de esta enorme obra. Una gran mayoría desconoce totalmente lo que entraña para la ciudad. (…) Debería por lo tanto venir precedido de una campaña informativa para que partidos políticos, instituciones y cualquier miembro de esta sociedad que lo deseara, pudieran aportar sus argumentos en pro o en contra, con objeto de que el ciudadano formara su opinión y votara con conocimiento de causa».
25 Comentarios
un pelotazo
Ez da beharrezkoa.
Mila gauza daude dirua inbertitzeko eta ez haundikeri hauetan. Gasko eta hauek argazkitan besterik ez dute azaldu nahi. Ya les vale. Que se hagan selfis!.
Y el que vota a favor porque a él le vendría bien… ejemm.. que se lo haga mirar.
Hay que poner una estacion en la Concha teniendo Easo, pero los de Bidebieta tenemos que acercarnos hasta Herrera, cuya pasarela lleva provisional no se cuantos años ya. Estupendo.
Y que frecuencia va a tener esto, porque los horarios del TOPO son vergonzantes. Los que viven en Irun y salen tarde de trabajar ya pueden darse prisa…o a volver a casa en taxi. En fin,.ya podríais poner en condiciones lo que hay y dejar los delirios de grandeza para después
Vivo a caballo entre SS y Bilbao. No entiendo muy bien una línea de metro sin conexión a la estación principal de tren y casualmente también estación principal de autobús. Tampoco entiendo la tan baja frecuencia de cercanías Renfe que podría ayudar a descongestionar un poco la zona a la que Jon hace referencia (yo en Bilbao utilizo Renfe para moverme en la ciudad porque tengo la parada delante de mi casa). Un cercanías desde Irun te deja en 19 minutos en Gros, Euskotren – Topo – Metro Donostialdea en el doble de tiempo. Vamos, que aunque la idea inicialmente no me parecería mal convengo con el arquitecto que no hay un plan como Dios manda. Pero así es Ernesto Gasco, él quiere salir en la foto.
Respeto a la gente que opina a favor del metro. Para mi es innecesario, empezando porque esto es pequeño (Bilbao es bastante más grande) y tiene un gasto enorme. Para mi, detrás de todo esto, hay un plan político…que miedo me da…
Si se pone el metro, la mitad de los autobuses de antiguo y centro fuera, en mi opinión. Otra cosas es barrios como ategorrieta, alza…que desconozco su situación y no opino.
Pero en mi humilde opinión, Donostia no necesita un metro, por muy bien que le vengan a los estudiantes o a los que van ala concha con un helado. Mucho gasto, innecesario, molesto y políticamente incorrecto…
Mikel
Hay un punto de partida que comparto: Herrera, Altza, Intxaurrondo, Errenteria… no tienen una buena conexión con la zona del Antiguo. Es verdad que el metro mejoraría eso.
Pero es que la “zona del Antiguo” abarca mucho más que la parada que tendrá en paseo de Zarautz. Cojamos los polígonos de Igara y Zugatzu, con miles de trabajadores (mucho de ellos de Altza, Intxaurrondo, Errenteria…), de los cuales el %85 llega en coche según datos oficiales. Situación que no mejorará en absoluto con el metro.
De lo que dice Jonander me quedo con esto: “Todo acaba en acciones individuales sin un plan global”. Gran verdad, y así nos va. La respuesta ha de ser integral.
El esperpento del “estudio” de “demanda” del metro lo dejamos ya para otro día.
Pero con le topo se llega hasta Lugaritz bastante bien, ¿no? (Falta el de Altza, que me parece una idea plausible)
El ramal de Altza está prácticamente acabado.
Guay. ¿Hay fecha de apertura?
No lo sé, pero la obra civil lleva más de seis meses acabada. Supongo que pronto.
A Lugaritz sí, de ahí a otros sitios de su entorno (unis, Igara, Zuhatzu) no.
De toda la santa vida, promocionar el transporte público ha sido una política progresista. No conozco ninguna ciudad del mundo con metro en el que el metro no sea útil. Por eso, me flipa bastante que aquí la gente supuestamente progresista esté en contra de algo así. Yo, como usuario intensivo del topo, estoy a favor de la nueva línea. Sólo por los miles de jóvenes que van al campus cada día ya lo daba por amortizado. Pero incluso aunque sea por los motivos que se esgrimen en contra (¡Ir a la playa! ¡Ir al Zara!) también estoy a favor. ¿Acaso yo no puedo ir adonde me dé la santa gana en transporte público? ¿Mola más que vaya en mi coche privado, queme gasoil y llene la ciudad de ruido e incomodidades? Porque yo pienso seguir yendo a la playa y al Zara.
Antiguotarra exiliado en Añorga, que hace vida social en su barrio de origen. A mí me vendría de coña.
A favor.
Una de las críticas más recurrentes al proyecto es que deja aislada la parte de Gros-Ategorrieta. Se hace un intercambiador en Loyola y a correr.
¡Muy fácil has resuelto lo del intercambiador de Loiola! Vivo en Ategorrieta, por cierto.
Conviene mencionar que la imagen de portada corresponde al proyecto no vencedor presentado por Andrea García Crespo al concurso para el diseño de las bocas de metro y, por lo tanto no tiene nada que ver con que me imagino que harán. Un tema que me sorprende es que no se haya vuelto a hablar del proyecto ganador del estudio Snohetta. Vale la pena recuperar este blog en el que se ponía patas arriba todo el proceso del concurso: https://bocasmetrodonostia.wordpress.com/
Mencionado el nombre, Edorta. Mila esker
«diseñar un plan que incluya llegar al centro de Donostia desde Hendaia, Lasarte y Zarautz no le parece una idea descabellada»
¿Sabes dónde está la Plaza Easo?
Ya, para mí la plaza Easo es el centro, otros te dirán que Amara-Viejo. Pero el quid de la cuestión que plantea Jonander no es ese: plantea una alternativa al metro tal y como está planteado ahora, desde una visión que va más allá de Donostia
Ez da beharrezkoa eta oso garestia da. Itxurakeri hutsa. Errauskailua bezela, geldituko degu!
Donostia tiene metro desde hace años, le llamamos topo pero no deja de ser un tren metropolitano.
Respecto al coste, hay estadios de fútbol en el país que han costado más y teniendo en cuenta que va a llevar el tren a la zona de universidades y Antiguo, si ya sé que hay alternativas como el bus, pero haced la prueba a pillar todos los días desde los barrios del este el bus hasta las universidades.
Entiendo que a la gente que vive en el centro supondrá incomodidades durante una temporada pero los beneficios serán para mucha gente durante muchos años.
A favor
Vivo en Ategorrieta y Antiguo me queda a desmano, francamente. Pero el problema es que el metro tal y como está planteado no solucionada nada para los que vivimos en el este (Gros-Ategorrieta-Miracruz). Además de carísimo, me parece una ofensa para los tiempos de estrecheces y tijeretazos en los que vivimos. Y el autobús 33 y 45, creo, los tengo con bastante frecuencia para llegar al Antiguo.
Para mi el este es Herrera, Larratxo- Altza, Intxairrondo, Antxo,… una poblacion de varias decenas de miles de personaa
Con el topo se llega bastante bien al Antiguo, ¿eh? Sólo Faltaría el topo en Altza, que parece razonable
Para llegar a las universidades sería suficiente con construir un ramal desde Lugaritz hasta el campus sin necesidad de pasar por el centro, ¿no? Más barato, más sencillo y más rápido… digo yo….
Ea egia den!