Suele ocurrir cuando sales fuera de Euskadi. Y es entonces cuando te das cuenta de que se puede convertir en una de las preguntas más recurrentes de tus interlocutores. «¿Sin más? ¿Por qué dices siempre sin más?«. Hay expresiones arraigadas en el lenguaje que evolucionan con el paso de los años y otras que sencillamente mueren. Hace años podría haber escrito algo parecido con la expresión «en plan», pero afortunadamente se encuentra en peligro de extinción. «En plan» empobreció la mente de muchos adolescentes, antes incluso de la llegada de los móviles y las apresuradas conversaciones por chat. Porque por aquel entonces no éramos ni jóvenes, sino unos chavales con ganas de soltar parrafadas que básicamente se componían de muchos «en plan».
Una conversación tipo con un amigo a la salida del cine -una sala donde se accede pagando unos 6 euros para ver una película en pantalla grande y, con suerte, hasta en versión original- discurría más o menos del siguiente modo.
-¿Te ha gustado la peli?
-Bueno, ha sido en plan de acción, ¿no? También tenía sus puntos de drama, a ver, en plan paranoia cuando aparece el personaje de Tyler y pasan cosas, en plan, extrañas y así.
-Y la banda sonora, en plan… Pixies, buenísima.
Hoy en día esta misma conversación sobre el «Club de la lucha» o cualquier otra no hubiera ido por los mismos derroteros. Hace unos meses mi hermano, de 20 años, vio la trilogía de «El Padrino» del tirón con la guinda de haber disfrutado de la tercera parte en la sala Trueba. Salimos extasiados, o eso pensaba yo, con el grito de Michael en la escalinata del teatro de Palermo revoloteando por nuestras cabezas; teníamos el corazón en un puño después de asistir al agónico final de una obra maestra.
-Buff, increíble, ¿no?
-Está bien.
-¿Cómo que bien?
-Sin más.
Se acabó la conversación. En cualquier otro lugar significaría que a mi hermano no le ha gustado «El Padrino III», pero no, más bien lo contrario. Le ha gustado. Bastante. Ha subrayado, de hecho, que «está bien». Para los de fuera de aquí (Donostia, Gipuzkoa, y apurando mucho Euskadi) y, en particular, estudiantes extranjeros de castellano en San Sebastián: «sin más» es nuestra expresión polisémica por excelencia, elástica como un chicle, permeable como la meteorología donostiarra y realmente difícil de definir. Aunque pensándolo bien, tiene su sentido: como los guipuzcoanos normalmente no somos muy de expresar nuestros sentimientos y emociones, «sin más» nos da un margen de maniobra brutal, una libertad de expresión casi absoluta. Además, no suele ir acompañado de una explicación posterior, ni se adorna el contexto. «Sin más» es simplemente «sin más». Y, hala, que el otro interprete, que yo ya he respondido a tu pregunta.
Aquí van unos ejemplos aparentemente contradictorios entre sí, pero que se han incorporado con asombrosa naturalidad a nuestras conversaciones más habituales:
-¿Cómo estás?
–Sin más. (Le acaba de dejar la novia)
-Aupa, ¿qué tal?
–Sin más. (Ha quedado con una chica que conoció el sábado en lo Viejo, algo que no le sucedía desde… Bueno, es la primera vez desde que lo dejó con su novia de siempre y sale como un loco)
-¿Qué tal el partido de la Real?
–Sin más. (Ha empatado a 2 con el Español)
-La Real bien, ¿no? No todos los días se gana al Madrid.
–Sin más. (Se ha lesionado Ronaldo y al final ha ganado 2-1 en un partido serio de los txuri-urdin. El Madrid pierde la liga. La Real se asegura la entrada en Europa)
-¿Te cae bien, Josu?
-Es majo. Sin más. (Es uno de sus mejores amigos)
¿Qué piensas de Josu?
–Sin más. (Le debe 500 euros desde hace tres años)
-La comida, sin más, ¿no?
-Estaba rica, sí (también podía haber dicho que no le había gustado especialmemte y no hubiera pasado nada).
-¿Pagan bien en tu curro del periódico?
–Sin más. (Vale para una horquilla de 2.500 a 900 euros)
-¿Eres feliz?
–Sin más. (Es jodidamente feliz, pero le ha parecido más conveniente expresarse de ese modo tan ambiguo).
– ¿Te gusta Donostia?
–Sin más, está bien. (Le flipa, pero no se la juega porque no ha viajado demasiado)
-¿Qué tal en Donostia?
–Sin más. (Es más de ciudades grandes y comida vegana)
Aunque quizás, la pregunta-respuesta donde mejor encaja la expresión «sin más» es cuando se menciona al tiempo.
-¿Hace bueno?
–Sin más. (O sea, sabes que no llueve. El resto de fenómenos atmosféricos son posibles)
11 Comentarios
sin mas ni menos
Real como la vida misma, pero sin más.
Muy bien que nos relates las peripecias y la idiosincrasia de tu hermano. Pero me parece que es un fenómeno que se llama Juventud y que no es exclusivo de donosti, ni siquiera del pais vasco. Y tiene mas que ver con una distrofia mental y exceso hormonal que con la riqueza léxica.
Mi hermano era el ejemplo que tenía a mano, Apos. La expresión «sin más» no se utiliza tanto como aquí. Y ni siquiera el significado es el mismo. Haz la prueba en Toledo, Madrid, Barcelona, Sevilla, Vigo…
Divertido y cierto. Es un comodín que un buen vasco debe saber utilizar para camuflarse entre sus conciudadanos y no hacerse notar.
¡Saludos!
Entretenido pero la base del articulo….. Sin sentido.
«Sin mas» quiere decir «ni bien ni mal».
En todos los ejemplos que citas le quieres dar una vuelta de mas pero no hay tu tia. Lo utilizamos mucho pero sin mas, no tiene mas significados .
El Articulo? sin mas
Exacto, «sin más» tiene ese punto de «regular», ni bien ni mal. Lo que lo hace gracioso en Donosti y alrededores es que se utiliza MUCHO, en todos los contextos, todo el rato. De ahí el post. Sin más.
jejeje. Donosti y alrededores es Euskadi?? Yo soy bizkaino y aqui le damos al sin mas que bueno!
Aquí un gasteiztarra que confirma que en Gasteiz también se usa muchísimo.
Bueno… muchísimo… Se usa, sin más.
Articulo muy sin mas
XDD