Varias madres con niños pasan la mañana en el parque, dando una vuelta y plantando semillas. Una joven también está sembrando flores, como una hormiguita que hace su trabajo con dedicación y naturalidad. Parece sentirse en el huerto o jardín de su casa. La mañana empieza a clarear y, a ratos, algunos rayos de sol se cuelan en este parque a medio hacer de más de 14.000 metros cuadrados ubicado en una esquina entre la avenida José Elosegui y el inicio del paseo de Ulia. Sus puertas se cerraron en 2008, pero en 2015 se volvieron a abrir gracias al proyecto Uliako Lore-Baratzak impulsado por la asociación de vecinos de Ulia, con el que están tratando de rehabilitar la parcela y «recuperar su antiguo esplendor».
Leire Rodríguez es miembro de la asociación y una de las promotoras del proyecto. «Estuve viviendo en Londres una temporada. Allí conocí el movimiento de los huertos comunitarios y me empecé a involucrar», cuenta. Cuando volvió quiso trasladar a Donostia y «cómo no, a Ulia» -su abuela y bisabuelo vivieron en una de las dos casas habitables del parque- lo que en muchas ciudades del mundo es un imparable movimiento urbano y ecológico. En febrero de 2013 presentaron el plan al Ayuntamiento, en junio de ese año pusieron en marcha una serie de jornadas abiertas para dar a conocer el lugar y, finalmente, en diciembre de 2015 salió a concurso público el uso del terreno. Las llaves del parque acabaron en manos de los vecinos de Ulia.
Tras 7-8 meses de recorrido se puede decir que Uliako Lore-Baratzak se encuentra en su fase inicial. «Todavía hay mucho trabajo que hacer», admite Leire. En todo este tiempo el proyecto se ha llevado un premio (Elkarlan, del Gobierno vasco) y una estocada: el pasado 25 de febrero el Pleno del Ayuntamiento de San Sebastián aprobó de forma provisional transformar la parcela de los antiguos viveros de Ulía en 70 apartamentos para jóvenes y un parque de 11.000 m2. Con esta decisión, que todavía no es firme, Leire está convencida de que el parque «perdería toda su personalidad».
Lo primero. ¿Por qué hay que salvar este espacio? ¿Qué tiene de singular el parque de Ulia?
Porque, en primer lugar, es un parque verde que es importante para la salud y el bienestar de todos los ciudadanos y porque, además, se ha puesto en marcha un proyecto como Uliako-Lore Baratzak que en otras ciudades europeas y de todo el mundo, diría yo, estarían mimando y cuidando con mucho cariño. En Donostia en cambio, y más en este año 2016, en vez de ser una ciudad de vanguardia y moderna y apostar por la recuperación de este patrimonio, lo que se hace es dar un paso atrás beneficiando la construcción, el cemento y bloqueando a sus habitantes. Al Ayuntamiento se le llena la boca con la participación, pero cuando ve que hay un proyecto espontáneo y participativo está dispuesto a arrinconarnos.
Además de la petición por change.org, ¿qué otras medidas de presión habéis puesto en marcha?
Hoy tenemos una reunión con el alcalde. Por el parque han pasado varios representantes del gobierno municipal, pero pensamos que es necesario que vengan los impulsores del proyecto urbanístico y conozcan el parque y vean lo que hacemos. Vamos a seguir con la petición de firmas y luego está la propia actividad del parque: este sábado organizamos un taller con la Fundación Cristina Enea, entre semana tenemos a txiki-pups y txiki-foxex, habrá visitas guiadas a los depósitos, un auzolan, la celebración del Newroz o año nuevo Kurdo…
¿Estamos a tiempo de parar la construcción? ¿O después del plan aprobado por el Gobierno municipal es demasiado tarde?
El pasado jueves se dio la la aprobación inicial y ahora el trámite pasará por el Gobierno vasco. En 3 o 4 meses se podría dar la aprobación definitiva. Cada vez tenemos más apoyos y más gente de nuestro lado y estamos convencidos de que en la medida en que los donostiarras conozcan el parque se sumarán a nuestra causa y conseguiremos proteger el parque.
Parte de la oposición, Bildu e Irabazi concretamente, proponen consultar a las vecinos de Ategorrieta e Intxaurrondo Viejo sobre la medida. ¿Os parece bien? ¿No debería opinar también el resto de la ciudad siendo un parque que pertenece a Donostia?
Preguntar a los implicados siempre es positivo, pero tenemos que hacer, por nuestra parte, una valoración como asociación. Aún no la hemos hecho. Ya veremos cómo lo hacemos, porque una de las cosas que tenemos que valorar es la cuestión de la zonificación (de la consulta) porque también consideramos que es un problema de ciudad… Pero en un principio, ya te digo, es positivo.
Según el concejal del área de urbanismo, Enrique Ramos, «los apartamentos solo utilizarían un tercio de la parcela y el resto, 11.000 m2, se destinarían a parque público, algo que ahora no existe».
Es todo mentira. Es una gran mentira para confundir a la gente. Para construir viviendas van a tener que arrasar con todo lo que se ha hecho hasta ahora porque tienen que sanear la zona primero.
Sanear, tal y como lo dices, suena a eufemismo de «talar».
Eso es. Ahora mismo no se cumplen las condiciones de seguridad para urbanizar la zona y tendrían que readecuarlo. El bosque de bambú al lado de los depósitos de agua no se podría mantener como están -igual que los bancales y los invernaderos- y el parque perdería toda su personalidad. Además, para urbanizarlo habría que hacer un zig-zag artificial en la zona, y terminaría convirtiéndose en un jardín moderno que no va a tener nada que ver con lo que es ahora.
¿Y lo de que ahora no es público tampoco es verdad?
A través del proyecto Uliako-Lore baratzak se ha convertido en un espacio público. Ahora está abierto a toda la ciudad, entre semana por la tarde y el fin de semana con un horario más amplio. Tiene un funcionamiento muy parecido a Cristina Enea, sólo que en lugar de vigilantes municipales hay una serie de voluntarios. Eso es así porque el ayuntamiento nos puso un montón de restricciones a la hora de gestionar el parque. Hay mucho trabajo que hacer. Y, en este sentido, vamos a hacer un curso abierto a todos, un auzolan (trabajo comunitario) para devolverle al parque su antiguo esplendor (esto lo dice masticando las palabras)
Resulta extraño y hasta paradójico que el Gobierno Vasco os diera el premio Elkarlan el pasado mes de enero y que, ahora, ese mismo partido (PNV) vaya con una propuesta municipal que torpedea vuestra labor.
Sí que es contradictorio y nos parece que el ayuntamiento de Donostia no ha sabido ver lo que sus compañeros de partido han visto desde Vitoria. Lo que pasa en este caso es que el PNV tiene un acuerdo con el PSE, que sí que llevaba en su programa electoral la construcción de estas viviendas.
Al menos el PSE no miente y está siendo coherente con lo que dijo…
Si, pero confunde a la gente diciendo que se va a poder compatibilizar el uso privado de la vivienda con el del parque y eso no es verdad. La discusión debe centrarse entre el proyecto Uliako Lore Baratzak y la defensa y regeneración del parque o una construcción con edificios y jardín.
El argumento del Ayuntamiento es sólido y tiene una fuerte carga social: aseguran que serán viviendas a precios asequibles para jóvenes. ¿Cuál es la alternativa?
Cada una de las personas que forman parte del proyecto tiene su propio punto de vista con respecto al tema de la vivienda. El mío personal es que primero se puede empezar por hacer algo con todas las viviendas vacías que hay en la ciudad en lugar de construir nuevos alojamientos. Que no usen a esas más de 4.00 personas jóvenes demandantes de vivienda para cargarse el parque. Se puede salvar el parque y buscar otras alternativas para combatir el problema de la vivienda.
No hay comentarios