La madrugada del domingo 2 de febrero en el litoral vasco, y en especial en ciudades como Donostia o pueblos como Zarautz, un gran maretón nos sobrevino. Causando miles de destrozos. Olas que llegaban hasta el cuarto puente del río Urumea. Devastando todo a su paso. Os digo que esto parecía una película del tipo “¡se avecina el fin del mundo y los zombis poblarán la tierra!”. Es en esos momentos de angustia y temor que provocan las catástrofes naturales cuando lo tienes claro: aquí hace falta un superhéroe.
Ya que mi superhéroe favorito es Batman, mío y de muchos más, -¿para qué voy a pretender ir de original poniendo a otro si todos sabemos que Batman es el mejor?- mi remake de Makilakixki viviría en la Bahía de la Concha (ya sé que la oscura Gotham dista mucho de la bella Donostia, menos los días lluviosos claro) en un palacete de grandes cristaleras con las mejores vistas de la ciudad. Sería un gran deportista y, por supuesto, muy buen surfista. Acudiría a las mejores fiestas del Zinemaldia, del Jazzaldia y haría cuantiosas contribuciones para mejorar la ciudad. Batman, perdón, Baskman®, tendría una súper baskboard con sinfines de artilugios para poder rescatar y también atacar. Se alimentaría exclusivamente de pintxos y txakolí, vestiría un traje de neopreno con estampado rojo verde y blanco, con su gran capa nos protegería de la lluvia cuando hiciéramos fiestas en la calle, estaría muy muy bueno y…
¿A qué viene todo esto? ¿Nunca os habéis preguntado ué habría ocurrido con los superhéroes de DC o Marvel si hubiesen vivido en otra época, en otro mundo y con otras circunstancias? Bajo estas premisas os voy a recomendar dos libros: un cómic, “Batman en nueve vidas” (DC cómics) y, el segundo, un ensayo: “Batman desde la periferia. Un libro para fanáticos y neófitos”. Escrito por varios autores, de la editorial Alpha Decay, son un conjunto de pequeños ensayos donde se hace un análisis del superhéroe más oscuro de la historia.
«Batman en nueve vidas»
El cómic «Batman en Nueve Vidas» es una mezcla entre un cómic de detectives y uno de superhéroes. Todos los enemigos de Batman salen en este cómic, son malos pero humanos. Aunque la moraleja sigue siendo la misma; la codicia en unos, la malicia en otros, acaban destruyéndoles. Selina Kyle (Catwoman) es asesinada. En las cloacas de Gotham hablan de un hombre lagarto. Jack (Joker), un jugador de medio pelo; Edward Nygma, el contable atormentado por los remordimientos y acertijos; Oswald Cobblepot, un elegante extorsionista; Harvey Dent, un abogado de dos caras con sus propios intereses o quizás Bruce Wayne multimillonario de Gotham… Todos son sospechosos para el policía Gordon. Un buen cómic con buena literatura.
«Batman desde la periferia. Un libro para fanáticos y neófitos»
El segundo es una colección de reflexiones sobre el personaje de Batman observado desde fuera del propio Batman, desde la óptica de los villanos o desde el arte pop o noir. Yo destacaría dos en concreto. Uno el de Laura Fernández: «Breve historia (y sentido) de las chicas murciélago», que analiza el papel de las mujeres en la historia de Batman. La publicación de un ensayo de Werthan (famoso psiquiatra alemán), donde se afirmaba la relación homosexual entre Batman y su pupilo Robin, dio lugar a un debate en el Congreso de EEUU con la posterior creación de la llamada Comics Code Authority; la censura llegaba al cómic de la mano del gobierno que acusaba formalmente a los cómics de fomentar la violencia, delincuencia y homosexualidad.
Una de las primeras en sufrir la censura fue Catwoman, por considerarse sus encuentros con Batman de fuerte contenido erótico. Así que los guionistas optaron por la bat-familia: Batman–Robin y una joven ex trapecista que se les une: Batwoman. Claro que a estas alturas del relato es de sobra conocido el machismo de los cómics. Y a Batman no le hace gracia que una mujer le salve y quede en entredicho su hombría, por lo que pronto Batwoman queda en un segundo o casi tercer plano. Es decir, se quedó en casa preparando cenas, lavando calzones…Era la época de los 50. -Me gustaría ver a Electra vapulear a los superhéroes más conocidos (y a algunos guionistas)-.
Pero con este cambio Batman corría el serio peligro de convertirse en un Goenkale así que otro giro de los guionistas, y quizás un giro más acertado, es el de convertir a Batman en un macho alfa, lo que es lo mismo “un picha brava”. Kate Kane (Batwoman) acaba haciéndose a si misma, tomando un papel de lesbiana vengadora. (Parece ser que una lesbiana sí es enemigo para Batman). Otra de las apariciones de superheroínas en las historietas de Batman es Babs Gordon. Esta hija del policía Gordon es una modosita bibliotecaria que un día salva a Batman y Robin en su propia biblioteca. Es curiosa esta chica murciélago, que ama más lo que Batman es que al propio Batman. Es 1967 y solo hace un año Valerie Solanas sacaba el manifiesto SCUM y Batgirl protagoniza un spot en las televisiones a favor de la igualdad laboral. Y en este mundo tan varonil Batgirl acaba en una silla de ruedas en el cómic de Allan Moore en La broma asesina. Una forma muy a la Antígona de acabar.
El ensayo del aclamado Slavoj Zizek. Zizek hace un repaso de los tres filmes de Nolan: «Batman Begins», «El caballero oscuro» y «El caballero oscuro: La leyenda renace». Sinceramente, la primera y la segunda película tienen un pase, la tercera ninguno. La primera está muy bien porque se parece a Batman: Año 1 de Frank Miller, la segunda coge el título de unos de los mejores cómics de la historia pero solamente eso. Se podía llamar Arkham Asylum pues tiene más que ver con ese cómic que con el otro. Y finalmente la tercera, ya toca las narices. En eso estoy de acuerdo con Zizek, relacionar a Bane (el villano de la tercera película) con el movimiento occupy wall street (ows) es de sinvergüenzas. Bane es un terrorista y no es justo confundir a los espectadores con tales comparaciones. Bane sí que representa una amenaza existencial al sistema opresor. Pero por mucho que intente manchar a las ows con acusaciones como que alberga un potencial terrorista totalitario no es suficiente para acabar con la simpatía que nos brinda el “poder popular” de estos movimientos.
…y Baskman®
A mi me gusta Batman pero la verdad que en los tiempos que corren necesitamos de nuevos héroes. Que nos protejan de temporales, de corrupción… Los superhéroes surgieron en malos momentos de la humanidad: guerras y crisis, suplantaron a los detectives como cómic de entretenimiento y brindaron a la humanidad un halo de esperanza. Se mostraron como seres extraordinarios pero también tenían una parte humana para poder identificarnos con ellos. Al ser tan increíbles también hubo que crear villanos malísimos y a la altura de ellos; pues los simples cacos eran muy fáciles para aquellos hombres de mallas y antifaz. Mientras, en Donostia, nuestro héroe espera la llamada del comisario Gotzon. Hasta que su símbolo inconfundible se refleja en el mar de la Concha, proyectado con un potente foco desde La Torre de Atotxa. Se prepara: traje de neopreno, txapela voladora, último invento de la familia Elosegi, cinturón con lauburus (estrellas ninjas). Preparado baja al puerto a coger su baskboard siguiendo su destino: salvaguadar Donostia. Si me estás leyendo Baskman® mis labios aquí te esperan.
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