El pasado viernes 31 de octubre se presentó en Tabakalera el programa oficial de Donostia-San Sebastián 2016 en un solemne acto al que asistieron los representantes de los miembros de las instituciones que conforman el Patronato de la Capitalidad. Compuesto por más de 100 proyectos, el programa se ha diseñado y desarrollado conjuntamente con más de 500 agentes culturales y artistas. Se puede consultar en una publicación de 104 páginas que se adquiere de manera gratuita en distintos puntos de la ciudad (Espacio 2016 , Koldo Mitxelena Kulturunea, Museo San Telmo, Tabakalera, biblioteca Alderdi Eder, Aquarium, campus de la EHU-UPV, Victoria Eugenia, Universidad de Deusto, Renfe, casas culturales, hoteles…) y también en su versión virtual.
Son un porrón de actividades que a su vez dan pie a otros muchos pequeños eventos con el que se desvelan contenidos nuevos y otros que ya se habían anunciado los últimos meses. «Se trata de un proyecto con una densidad importante, con enjundia», señaló Pablo Berástegui, su director general, en el acto de presentación. Con el programa desvelado públicamente, paso a desglosar las principales claves de Donostia 2016 a dos meses de que arranque el año de la Capitalidad. Por si aún andas un poco perdido y puedas así separar el grano de la paja.
CINCO DÍAS DE INAUGURACIÓN
Todo empezará la noche del 19 de enero, junto al redoble de los tambores, la fiesta grande de la ciudad. La tamborrada infantil contará con una nueva compañía de la ciudad polaca de Wroclaw, que también será Capital Europea de la Cultura en 2016. La arriada dará paso a cinco días de programación especial del 20 al 24 de enero con un variado programa de actividades: centros culturales, salas de conciertos, clubes, asociaciones artísticas, teatros, museos, galerías de arte y bibliotecas abrirán sus puertas para «confluir en un circuito artístico inédito». Será la prueba de fuego de la Capitalidad. Si funciona, todo resultará mucho más sencillo.
LOS HITOS DEL PROGRAMA
Además de los hitos que ya conocíamos (la representación de “Sueño de una noche de verano”, de Shakespeare, en el parque de Cristina Enea; Corners of Europe, donde 6 artistas vascos de distintas disciplinas colaborarán con más de 50 artistas europeos; Emusik, un concierto que reunirá a 20.000 músicos de 26 países diferentes; la exposición Tratado de paz, “la mayor exposición realizada en Europa sobre la representación de la paz”; festival itinerante Music Box con Tindersticks como gran reclamo; etc.) se suman ahora medio centenar de espectáculos de danza, teatro, gastronomía, talleres, congresos, debates y una abrumadora oferta que hacen de 2016 un fresco cultural para todos los gustos y colores.
Por poner varios ejemplos, la exposición sobre el grupo Gaur congregará del 22 de enero al 15 de mayo las obras de Oteiza, Basterretxea, Chillida y Sistiaga, entre otros; Europa Pransit se moverá en un autobús a modo de redacción multimedia por zonas que han sufrido graves conflictos sociales y políticos en Europa; un puñado de iniciativas relacionadas con el euskera y las lenguas minoritarias (Hitzargiak, Codefest, EUSkarriak, encuentros como la Cumbre Europea de la Diversidad Lingüística y Europa bat-batean/De repente, Europa) también salpican el programa; los cortometrajes de Kalabegiak y el ciclo de Cine y Conflicto con una treintena de películas; la sinergia gastronómica entre chefs foráneos y locales de On appétit!; y Zubideak, que pretende tender puentes entre culturas distintas mediante distintas disciplinas artísticas, es otro de los platos fuertes señalados por la organización.
LA PARTE CONCEPTUAL
Desde sus orígenes, el proyecto de capitalidad se ha movido en un mar conceptual y filosófico que sigue planeando sobre el programa. «El camino es el destino» es lo primero que se puede leer del documento, lo que ya suena a clara declaración de intenciones. «Convivir» es probablemente el verbo que más se conjuga y la expresión «cultura para convivir» es reconocida abiertamente como el leit motiv de todo 2016, que gira en torno a los ejes de cultura + paz. Quizás ese empeño en demostrar que la capitalidad cultural es bastante más que una ingente suma de conciertos, obras de teatro, exposiciones, charlas y las típicas actividades relacionadas con la cultura y las artes ha dificultado la conexión con la ciudadanía. Pero al mismo tiempo, este discurso más vaporoso e intangible le da personalidad propia y es una de sus principales bazas. Donostia 2016 no sería Donostia 2016 sin su sostén filosófico, vaya.
DISCURSO ANTI BILDU…
Ha llegado la hora de reconocer que hubo un discurso francamente duro contra Bildu y su gestión con el proyecto de 2016. Sí, les llegó de rebote y adolecieron de falta de liderazgo, reflejos y experiencia, pero es falso que la Capitalidad se hubiera vuelto más «localista» y «sectaria» con ellos al frente. Los responsables en diseñar el contenido cultural reconocían en privado que con Bildu se estaba siendo «fiel a la idea original».
… Y CALMA CHICHA
La oposición política, no obstante, aprovechó su oportunidad, enarboló la bandera de 2016 y desgastó a la izquierda abertzale todo lo que pudo. Le ha salido muy bien la jugada, porque se ha instalado la idea (a lo sumo, una verdad a medias) de que Odón Elorza y Eneko Goia son los auténticos valedores de 2016 y Juan Karlos Izagirre… uno que pasaba por ahí sin tener mucha idea. Con el cese del ruido de sables y la vuelta al mando del PNV y PSE en las instituciones guipuzcoanas al menos llevamos unos meses de sosiego. El equipo de Pablo Berástegui ha podido, por fin, trabajar con más aire.
CONNECTING PEOPLE
Lo que más preocupa a todo el mundo -dentro y fuera de la Capitalidad- es que el proyecto acabe (re)enganchando a la gente. En la oficina de 2016 siempre han confiado en que el contenido acabará calando por sí mismo, pero a corto plazo no va a ser tan sencillo. Si a la propuesta altamente conceptual le añadimos los vaivenes políticos e institucionales, dimisiones y polémicas de todo tipo que se han ido sucediendo estos años nos encontramos con una importante capa de la sociedad desencantada y escéptica hacia todo lo que viene de 2016. En la introducción del programa admiten sin paños calientes que San Sebastián 2016 «no ha dejado indiferente a nadie» y que «ha impulsado la diversidad de opiniones». Y van más allá, precisamente al centro de la diana: «Ha llegado el momento de volver a encender la ilusión de todos esos ciudadanos que son la esencia de nuestro proyecto».
PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO
Con el presupuesto recortado sensiblemente respecto a la previsión inicial (se ha pasado de 63 a unos 48 millones de euros, un 25% menos), el dinero es (y sigue siendo) el principal foco de batalla dentro de las cuatro instituciones que forman parte del Patronato de 2016: Ministerio, Gobierno vasco, Diputación y Ayuntamiento. La partida del Gobierno central a través del ministerio de Cultura es tres veces inferior al de cada una de las instituciones vascas (4,5 millones por más de 12 millones) y el acuerdo cerrado in extremis con la Fundación Kutxa por un valor de 500.000 euros sabe a poco. Orona fundazioa ha anunciado hoy mismo que patrocinará Zubideak, un proyecto «que busca tender lazos entre las distintas culturas del viejo continente y traerlas a San Sebastián». Habrá que ver si se suma algún otro patrocinador privado de aquí a final del año, una de las tareas pendientes por parte de 2016.
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