Uno de los discos más emblemáticos de Nacho Vegas se titula «Cajas de música difíciles de parar» (2003), donde el músico asturiano exprime todos los clichés de artista maldito del rock. Hace tres años salió un ensayo sobre la gestación del álbum que no hizo más que agigantar su leyenda. Historias sobre sexo, drogas y rock and roll. Ahora acabamos de conocer otras cajas de música igual de imparables, las de Music Box Festibala, un proyecto muy especial cocinado conjuntamente entre la promotora local Ginmusica y Donostia 2016.
El festival itinerante y gratuito empezó a lo grande este domingo con las actuaciones de los delicados Manett y el dúo formado por Devendra Banhartt y Andy en la sede de, precisamente, 2016, en el antiguo edificio de Bomberos de la calle Easo. Las invitaciones se agotaron en un visto y no visto y la organización sorteó 60 entradas más. La convocatoria fue un éxito y aunque todas las crónicas del concierto destacan la mala educación del público asistente –lee ésta del periodista Juan G. Andrés, que incluye un diálogo especialmente clarificador- el festival ya ha echado a andar y tiene pinta de revolucionar el concepto de festival musical tal y como lo hemos conocido hasta ahora. Éstas son sus claves:
Lo primero: el origen
Ya se sabe que Ginmusica son auténticos especialistas en estrujarse los sesos y sorprender al público con insólitas propuestas musicales. Organizan conciertos en parques de atracciones (Kutxa Kultur Festibala), cuevas (el de Crystal Fighters en Zugarramurdi), sidrerías (el music & txotx de Petritegi), en el Aquarium… «El precedente de Music Box es todo lo que llevamos haciendo en Ginmusica los últimos 12 años», afirman.
Concepto
«Es un festival que está pensado para redescubrir espacios públicos y reconvertirlos en espacios escénicos», continúan desde Ginmusica. La idea, por lo tanto, es convertir espacios urbanos de la ciudad no destinados a usos culturales en cajas de música, de ahí el nombre. Comienza en mayo de 2015 y se prolongará hasta noviembre de 2016 ya como parte de una actividad más de la capitalidad cultural. En total se van a programar 15 conciertos -3 este año a modo de aperitivo- y 12 en 1016, una vez al mes.
¿Quién monta esto?
El principal agente implicado en su organización es Ginmusica pero, en línea con el espíritu transversal que suelen tener las iniciativas de 2016, cuentan con la participación activa de «las personas o colectivos habituales de esos lugares» y, muy especialmente, la colaboración de la escuela de arquitectura, encargados de acondicionar los espacios «para convertirlos en cajas de música».
¿Cómo se consiguen las entradas?
La entrada es libre. El método elegido para el concierto de Devendra Banhart ha causado cierto malestar, ya que al final se acaba premiando no tanto al fan como al más rápido. El día 8 de mayo en la página de 2016 se puso un link para poder retirar las invitaciones -con un máximo de dos por persona- en un aforo máximo de 400 personas. Se acabaron en seguida y luego se sortearon otras 60 invitaciones a través de las redes sociales. Los murmullos del público estuvieron a punto de arruinar la puesta de largo del festival. ¿Revisarán el método o se la volverán a jugar?
Los próximos conciertos (y lugares)
De momento sólo se han dado a conocer los tres conciertos de este año y hasta el mes de septiembre no sabremos quiénes serán los grupos ni los lugares elegidos. Si nos atenemos a lo que ha trascendido hasta ahora parece que reinará la música indie en distintas variantes. Hemos tenido el neofolk de Devendra Banhart en la sede de 2016, el 12 de junio (Colegio de arquitectos, 19 horas) será el turno del post-punk a lo Joy Division de los rusos Motorama (y los zarauztarras Perlak) y el 11 de septiembre (muelle, 20 horas) está prevista una gran velada de baile y electrónica con Is Tropical y la sesión de dj de Las Tea Party.
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