1.
Que no sepamos cómo llamar a esta ciudad: Donostia, Donosti, San Sebastián, la Bella Easo… Uno llega al colapso mental entre tantos nombres.
2.
Que dependiendo de cómo la llames te van a etiquetar políticamente. Lo mismo que si dices “kaixo” en lugar de “hola”, o viceversa. Resulta agotador.
3.
Que los domingos a partir de la dos de la tarde no puedas comprar el periódico en ninguna parte.
4.
Los domingos en general, sobre todo cuando no juega la Real (será por eso que Mikel Erentxun versionó “Everyday is like Sunday” de los Smiths).
5.
El ñoñostiarrismo. No se puede ser tan lánguido y triste y escuchar en bucle a La Buena Vida y Le Mans.
6.
Que no haya una tienda de discos decente con un trato decente desde los tiempos de Drum y Manu (un abrazo estés donde estés).
7.
Que no haya tiendas con encargados decentes. Ánimo, a ver si algún día conseguís sonreír.
8.
Los #hostieleros.
9.
El sambenito de que es una ciudad muerta, sin vida cultural. ¿Sabéis cuántos conciertos se solapan en un fin de semana?
10.
Que se mueva a base de eventos. Ejemplo 1: ir al Jazzaldia sí, pero ver un concierto de jazz en octubre no. Ejemplo 2: me trago una película rumana en VO durante el Zinemaldia, pero no me lleves al Trueba el resto del año que ponen películas muy raras. Ejemplo 3: la fiesta del cine.
11.
¿Dónde se mete el resto del año toda esa gente tan guay (y todas esas chicas tan monas) que llena el Kutxa Kultur Festibala de Igeldo? No vale eso de que no salen porque no es verdad.
12.
El tiempo. Dicen que hubo una vez que en un mes llovió más de 31 días.
13.
Las dos Donostias: la del Centro, Gros, Amara, Antiguo, Ayete VS Egia, Loiola, Intxaurrondo, Altza y Bidebieta. Es nuestra versión txikita de la margen derecha e izquierda de la ría del Nervión.
14.
Que cuando alguien nos visita no sepamos a qué bares de pintxos ir. Al final acabas en A Fuego Negro por quedar bien y te cobran 3,90 euros por la mini-hamburguesita de Kobe.
15.
Los viejos. Lo siento, alguien lo tenía que decir. Hay demasiados.
16.
Un fenómeno histórico: salvo raras excepciones no hay bares con buena música.
17.
La distancia de cortesía que se produce en todos los conciertos entre el público y el escenario. Tres metros mínimo.
18.
Todas las discotecas sin excepción. A las tres y media no hay nada bueno que rascar ahí fuera.
19.
El precio. Todo es carísimo y no se sabe muy bien cuál es la razón. A veces esto parece Ginebra.
20.
Lo de los colegios. ¿A qué colegio ibas? A La Salle. Hala, ya estás fichado. Tienes treinta y pico años y te sigue persiguiendo el estigma escolar. En el fondo es un rollo muy provinciano, de pueblo.
21.
Lo de las cuadrillas. Tiene su parte positiva pero así es imposible relacionarse, conocer gente. Las cuadrillas se comportan como murallas infranqueables.
22.
Que el H&M sea tan pequeño y parezca un Zara de 2ªB. Y que no haya Topshop.
23.
Que no puedas salir a tomar unas raciones a precio asequible. Las opciones se limitan a pintxos (caros y no llenan), bocadillos (demasiado pan) y carta (muy caro).
24.
Las cañas. ¿Por qué triunfan Keler, San Miguel y Heineken? ¿Por qué las tiran tan mal, con tan poca gracia y desgana? ¿Quién ha dicho que moviendo el vaso de arriba abajo sabe mejor?
25.
Las señoronas con abrigos de visón. Echan mucho para atrás, la verdad.
77 Comentarios
Guardo muy buenos recuerdos de mi época de estudiante en Donosti y en cierto modo, echo de menos mi vida allí.
La ciudad me parece, sin embargo, poco funcional. Quizás por la orografía, aunque precisamente culpa de esta es que sea tan bonita.
Ademas, los donostiarras no son precisamente la más sociable de las gentes.
Eso son los dos debes de la ciudad.
PD: Con Bilbao, sobre todo, se nota la densidad de gente, aunque no tengo claro que sea algo bueno o malo.
Yo era de esas donostiarras de Amara y ahora soy más feliz que una perdiz en Martutene, que ni aparece en el punto 13. Tal vez seamos el tercer «tipo» de Donosti. Tal vez haya muchas más. Bienvenidas sean todas. Por lo demás, creo que todos nos reconocemos en este resumen. Mis felicitaciones
¿No te has enterado de que somos un pueblo independiente y hasta con ayuntamiento?
Todavía hay gente que piensa eso sobre Martutene. Gente que no sale del Centro/Gros (ombligo del mundo para un ñoñostiarra). Un saludo de parte de una de Martutene.
Hola, Lindt. Pues según la página web oficial del ayuntamiento de Donostia-San Sebastián Martutene es un «barrio» de la ciudad. Saludos
http://www.donostia.org/info/ciudadano/part_barrios.nsf/vowebContenidosId/NT0000096A?OpenDocument&idioma=cas&id=a608306614310&doc=D
Jaja! Muy bueno!
Va, venga, tanta inquietud y sólo quejas… Monta un colectivo decente que mueva cosas!
Puede que Donostia tenga sus carencias, pero sinceramente un H&M o un Top Shop no creo que sean dos de ellas, ropa de pesima calidad y diseño tenemos de sobra en la ciudad, seguro que conoces donde y como producen estas cadenas sus trapos de usar y tirar.
Soy un donostiarra de Gros que vive en un pueblo de menos de 15000 habitantes de la provincia, así que actualmente tengo las dos visiones del muro simbólico ese.
Donostia:
+La ciudad es una maravilla. La oferta cultural.
-Cada vez lo veo más claro: Muchisimos donostiarras me parecen unos estirados, de los que no sólo ven por encima del hombro a los no donostiarras, sino sobre todo a los demás donostiarras. Me parece que son una plaga y hacen insoportable la ciudad. Me recurrir a gente de toda clase, de la parte vieja, del centro… Sólo se libran los de barrio.
Gipuzkoanos fe pueblos:
+Gente en general mucho más accesible, es una gozada la cercanía que de respira en la calle.
-A menudo relaciones y visiones de género anticuadas. El cotilleo, hay gente que vive de eso, jóvenes también. Se les tiene a ralla y punto.
Bueno igual he exagerado con lo de sólo se libran los de los barrios, pero sí es una tendencia. Y que nadie piense que no tengo cuadrilla ni amigos, salgo incluso en una tamborrada. Pero es que creo que se nos mete a hierro desde pequeños el chovinismo en todo, incluso hacia los de la cuadrilla de al lado.
Añado: la pavisosez del público joven en los conciertos, sean del estilo musical que sean. Parecen muertos, redios.
Pero quien a escrito esto?? Algunas cosas puede tener razon..
-pero que no te guste el futbol
– tengas tan pocos amigos, que para cuando viene uno de fuera no sepas ni decirle un solo bar para comer
-seas tan envidios@ de la gente guapa que se ver por todos esos festivales punteros de la ciudad
-que discrimines a tod@s los trabajadores de todas las tiendas, por que esten sta los huevos de verte por H&M y no tengas tu «Top shop»
etc etc..(por que estoy cenando que si no, no paro..)
simplemente eres un moderno primerizo..
Lo de «provinciano» me ha tocado la moral. Hoy en día los de «pueblo» de la Gipuzkoa industrial trabajan en empresas internacionalizadas, viajan más que los guays de la capital y dominan más idiomas (saber euskera facilita el aprendizaje de más lenguas). Es patético que muchos donostiarras desprecien al «provinciano» que les da de comer. Decadente.
No me gustan los viejos. Lo siento, alguien lo tenía que decir. Hay demasiados Jonpagolas detrás de la valla amarilla de la obra de la vida criticando…-Esa masa tiene demasiada arena y poco cemento! Brrrr! En mis tiempos sí que sabíamos hacer masa, jejeeje! Un abrazo de un anciano Jon.
Pues yo creo que Beltza Records es una tienda estupenda y Luis un tio encantador y con muy buen gusto.
La tienda está bien pero su dueño es un gilipollas integral además de un maleducado
Aupa Luis. Luego me paso por Beltza a saludarte. Gero arte!
Nose en que te basas para de ir que beltza records es una buena tienda de discos
Que beltza es una gran tienda de discos no lo puede dudar nadie. Ahora que Luis sea encantador ni de coña. Será porque él piensa que la mayoría de los clientes que entran no están a la altura de la tienda. Y probablemente tenga razón, solo que no se puede pensar así, y al mismo tiempo caer bien (que suele ser conveniente cuando llevas un negocio cara al público).
Beltza forever!!
Lo de los colegios no lo aguanto. En esta ciudad si no has estudiado en Jesuitas, Marianistas, Ekintza, o …. parece que no eres nadie. Que + da donde has estudiado, coño!!
Se te olvida, que es muy típico como veo, que el criticarnos a nosotros mismos es de lo mas característico de esta ciudad, eso si, luego vienen los de fuera y flipan con la city y sus gentes.
Lo del nombre… San Sebastián no existe. Era otra ciudad. Otro nivel. Lo de ahora, Donostia o como le llamen es tan pueblerina o más que «la provincia». Que no la miren por encima del hombro… Se ha llenado de jubilados goierritarras, de esos de taller, con mucha pasta, y es lo que hay. Madrid está lleno a tope de ex donostiarras, gente de nivel, (y no necesariamente «de dinero»… ) que huyó en cuanto vieron lo que se venía encima y salieron en cuanto pudieron. Conozco a un montón… Se acabó San Sebastián. Fue bonito, mientras duró.
Uno de los de Madrid. Cierta verdad tienes… un saludo!
¿Provinciano? Y encima es lo único no sarcástico del texto. Qué valor. Ni que viviera en la gran urbe.
Yo creo que los viejos donostiarras, en su día , hicieron de San Sebastián una ciudad con mucha marcha y muchas movidas. Igual el fallo es de los jóvenes actuales que son bastante más acomodados y conformistas… (ahí lo dejo) En el resto, verdades como puños. Me he reido mucho, gracias!
De acuerdo con todo. Yo añadiría una más: El muro (de conciencia) que existe entre los donostiarras y el resto de la provincia. Que los donostiarras piensen que lo provinciano (y de pueblo) es algo negativo. (ver punto n° 20).
El muro es reciproco. Yo no hay día que vaya a la provincia, lo cual hago a menudo, diga que soy de Donosti, y no me respondan con un «ñoñostiarra»?
La selección es tan buena y estoy tan de acuerdo en todo que comentaré lo que poco que no: me gustan los domingos y sobre todo si no hay fútbol. Cualquier día sin partido es mucho mejor, una bendición. Y me gustan los viejos, especialmente las señoras de edad. Y las señoras del Príncipe son lo más. Tope cool. Esencia donostiarra.
Una precisión: la falta de bares con buena música no es algo histórico, sólo actual. En los 80 había unos cuantos bares que se te iba la pinza de la calidad y actualidad (mucho disco de importación imposible de conseguir aquí) que ofrecían. Y muchos que ofrecían buena música del momento, sin más.
Con lo de las cuadrillas has sido demasiado benevolente para mi gusto. ¿¿»Parte positiva»?? 🙂
¡Se aceptan las discrepancias, bienvenidas! Es una lista tan subjetiva que da para muchas interpretaciones. En lo de los bares, yo hablo desde finales de los 90 a hoy. Histórico para mí son los últimos 15 años. Cuestión generacional, supongo.
Añade a esta lista la antipatía de los ciudadanos como clientes. La creciente costumbre de intentar engañar, sabemos pedir pero no sabemos pagar.
Zoriyonac ! todo lo comentado es cierto y aún te quedas corto, tocayo Pagola.
Eskerrik asko!
Grande, grande, grande! 🙂
nº 26: Tener que disculparte por bailar en un concierto, me pasó en el último de Springsteen.
Fdo: un egiatarra que vive en Bidebieta…
Totalmente de acuerdo! a mi me pasó en un concierto en el Kursaal. Todos sentados y me lavanté porque no podía estar sentado con semejante música! era un homenaje a Queen
tú si que eres un audaz Alvaro! ponerte de pie en el Kursaal??? 🙂 cuánto daño ha hecho el Kursaal a los conciertos de la ciudad, todos tan sentaditos…
No estoy de acuerdo, en Inglaterra y USA siempre ha habido conciertos de rock sentados, no es un contrasentido. Que luego el público se levante o no por efecto de la música debe ser una decisión espontánea conjunta. Pero claro, uno solo danzando, molesta a los de atrás. El Kursaal ha sido una bendición para el sonido y la cercanía, y escuchar y ver al fin y al cabo es lo principal en un concierto.
Ricardo, lo de «decisión espontánea conjunta» es un concepto complicado para esta ciudad… y entiendo que te guste disfrutar la música perfectamente sentado, pero yo no concibo ver sentado determinados conciertos pendiente de si el de al lado es de los que se levanta o no. Yo echo de menos el ambientillo del velódromo por encima de temas técnicos…
Jeje, creo que sé a qué te refieres, Mario, pero incluso en esta ciudad cuando hay una mayoría que se quiere levantar se hace y ya está. En Brighton vi un concierto de Elvis Costello muy gracioso, la gente se levantaba cuando la canción era rítmica (ya en la primera el propio Costello incitó al levantamiento) y se sentaba en las tranquilas. todo el concierto arriba y abajo, como en misa, con toda naturalidad. De acuerdo en que hay conciertos, como el de Neil Young entre otros muchos, que no pegan en el Kursaal. Pero un sonido decente me parece algo más que una cuestión técnica. Y los pabellones deportivos son un horror en ese sentido, aunque he disfrutado cientos de conciertos estupendos en ellos. Supongo que es cuestión de adaptarse un poco a cada medio y a lo que provoca el músico.
No me puede gustar más!!!! me entra hasta morriña de mi ciudad, donde hasta los defectos son entrañables!
muxu