Reunimos las opiniones de 3 redactores de KULTURALDIA para que hablen sobre lo que ellos quieran de este 2014, sobre aquellos temas que conocen más de cerca. El radio de acción, como casi siempre, es Donostialdea, y los temas van desde los estrictamente culturales (música y cine, principalmente) a las colas del Carrefour. Un poco de todo, como en botica. Balance de lo mejor y lo peor del año.
Iñaki Ortiz
LO MEJOR: los dos principales festivales donostiarras, el Zinemaldia y la Semana de Terror, que han tenido unas ediciones de mucho nivel, superiores a las de años anteriores. Las mejores películas del año han sido la versión completa de «Nymphomaniac«, «El desconocido del Lago» y «El gran Hotel Budapest«. Entre lo mejor que ha pasado en Donostia, la nueva etapa de Kresala, en su nueva localización en los Trueba, con mucha más calidad; y el nacimiento de las dobles sesiones de Bang Bang Zinema.
LO PEOR: no ha sido una cosecha especialmente buena de cine, y las mejores películas no están a la altura de otros años. Cada vez es más difícil que se estrenen ciertas películas. Este año ha sido especialmente difícil para la ciencia ficción en Donostia, que no ha tenido un estreno en cartelera comercial. Hablo de películas tan importantes como «Upstream Color», «Snowpiercer» o «Coherence». Lo peor es que casi cierra La Bretxa, aunque lo mejor es que finalmente no ha cerrado.
Jon Pagola
LO MEJOR: la ciudad está viva, no sé si más que nunca, pero es evidente que hay un montón de gente con ganas de hacer cosas que este año se ha puesto las pilas. Las famosas olas de energía se ven en el día a día y sin (apenas) ayudas institucionales, por cierto. Son proyectos personales que han cuajado en 2014 y que aportan un plus a Donostia. Puede ser una nueva iniciativa (Taskakulturklub de A Fuego Negro, Vermukino, Bang Bang), un bar (Staaf, Dabadaba), espacios multiusos (The Gallery, Espacio Abierto) o locales como The Loaf-Pantori y la librería Garoa. Aupa zuek.
LO PEOR: pese a que contamos con una oferta musical envidiable, el nivel de conciertos que hemos tenido ha experimentado un pequeño bajón con respecto a 2013. A finales de año se ha remontado el vuelo (Bullet Proof Lovers, Lie Detectors, Ghost Number & His Tipsy Gypsies), pero siguen faltando bandas nuevas en Gipuzkoa. Falta un circuito de teatro (¿alternativo?) en condiciones. Falta comida internacional, más allá del boom japonés-asiático. Falta más gente, sobre todo joven, apoyando eventos de ocio y culturales; siempre se ve a los mismos por ahí y ya empezamos a tener una edad.
Unesceptico
No sé si definirlo como lo mejor o lo peor, tengo claro que me parece el tema del año: la cola única en el Carrefour de Oiartzun.
En el Carrefour han implantado la cola única. La primera impresión es que el tiempo medio de espera se mantiene o disminuye, pero por contra supone un ataque directo a la libertad individual. Como ciudadano creo en el derecho a decidir cola en el supermercado, a equivocarme y colocarme detrás del necio al que se le ha olvidado pesar los limones, a arriesgar, a tomar decisiones y hacerme responsable de ellas. He llorado, he reído, he hecho amigos, me he peleado y me he enamorado en la cola de un supermercado, no necesito que un ingeniero parisino organice mis experiencias vitales. En la fila de un hipermercado mi libertad acaba donde choca mi carro, que suele ser un culo, rijámonos por ese único límite y confiemos en el ser humano. La Declaración de Independencia de los Estados Unidos recoge el derecho a ser feliz, en la Constitución Española del 78 aparece la palabra «garante» y nos deja desamparados ante colas únicas, unos inventaron Hollywood y otros la fregona. Dadle una vuelta.
3 Comentarios
Coincido con la elección de The Loaf como uno de los grandes hits del año. Se nota que hay gente inteligente detrás del proyecto para variar con la medianía y el etnogarrulismo general imperante.
Respecto a la cola única del Carrefour me resulta interesante la reflexión, que no comparto. En cualquier caso la fila única, como dijo un antiguo diputado general gipuzkoano es «un mar menor».
Un proceso social dirigido es necesario ya que el populatxo necesita del despotismo ilustrado y del Sálvame para llenar sus lagunas mentales.
Y si no te gusta tiene una rápida solución (o dos). Comprar en el comercio cercano y fomentar la cultura de barrio o directamente comprar por Internet al mejor postor y no coincidir como zombies de Guerra Mundial Z en las grandes superficies opresoras e imperialistas y Podemistas.
The Loaf es un hit, ¡no hay duda!
Magnífico. Si yo fuera San Miguel y tuviera que pesar las almas en una balanza antes de mandarlas al cielo o al infierno, observaría cómo actúa la gente en las colas de los supermercados. La cola única es totalitaria y fraudulenta.