Si sumamos las palabras «glamour» y «San Sebastián» Google nos descubre más de 4 millones de resultados, muchos de los cuales, al menos en sus primeros puestos, relacionados con el Zinemaldia. Asociar la clase y elegancia con el Festival de cine se ha convertido en un lugar común, un cliché. Pero existe, asimismo, una amplia opinión generalizada que sostiene que los donostiarras son generalmente estilosos y elegantes, tal vez influida por la bella genética, a veces hasta pasmosa, de la ciudad. ¿Pero en que consiste tener estilo? Es una pregunta llena de trampas y controvertida que admite diversas lecturas. «La gente que tiene estilo tiene una personalidad reafirmada», asegura Alicia Martínez, diseñadora de moda donostiarra. «Cuanto más claro tienes cómo eres, cuanto más te conoces, lo transmites a la forma de vestir. La clase y el estilo son conceptos que están totalmente relacionados con la forma de ser».
Cinco voces autorizadas responden a nuestra pregunta: ¿los donostiarras tenemos estilo o es un mito más?
Ali de Bali
Continuamos con Alicia, una chica de 30 años que cuenta con un bonito taller-diseño en los bajos de la Bretxa. Alicia, que ha vivido en Londres y Barcelona, echa de menos una mayor valentía y critica el carácter clónico de la vestimenta donostiarra. «Hay muchas calcamonías. Hay tendencias que pasan por San Sebastián sin pena ni gloria y las que se quedan atascadas y se repiten, es decir; la gente coge la tendencia y no se la lleva a su terreno». En cualquier caso, la responsable de Ali de Bali también observa algo de luz oteando el horizonte de la moda gracias a jóvenes diseñadores y la aparición de tiendas y ferias vintage. «Cada vez proliferan más estilos diferentes, aunque es con cuentagotas, eso sí».
LIE shop
A pocos metros de Ali de Bali, también en la planta baja de la Bretxa, se encuentra LIE shop, que distribuye sus prendas en España y ya tiene las miras puestas en Europa para la siguiente colección. «Aquí existe clase y estilo», sentencian desde la la tienda-estudio. «La gente siempre se ha preocupado por la moda y por vestir bien y ademas de cara al exterior es un referente de buen gusto. la gente joven y de mediana edad se guía mucho por lo que ven continuamente en la calle siguiendo las tendencias que están mas en auge en el momento». Su radiografía del estilismo local es positiva aunque también subrayan que falta «personalidad». En resumen, sería algo así: «Sigue la moda si quieres, ponte lo que te de la gana pero no sin antes preguntarte si realmente te identificas con ello».
Gerónimo
La tienda Gerónimo de la calle Loiola está especializado en calzado y ropa (atención a su colección de polos Fred Perry) y es un histórico referente donostiarra, un superviviente del pequeño comercio desde los años 90. «El nuestro es un estilo completamente diferente al resto. Vivimos cerca de Francia y eso se nota», comentan. La tendencia del «buen gusto» donostiarra, no obstante, parece que va a la baja debido a la proliferación de los grandes comercios. «Dentro de poco vamos a vestir todos igual porque en la ciudad hay muchas tiendas de Inditex. Se están cerrando muchas tiendas muy bonitas y es una pena».
Irene Mariscal
La irunesa Irene Mariscal es una de las fotógrafas más activas del circuito musical guipuzcoano. Colaboradora de los conciertos organizados por la promotora Ayo Silver! y fotógrafa oficial del Festival Dock of The Bay, la moda es otro de sus focos de atención. «No nos podemos quejar: en los últimos años han abierto muchas tiendas con ropa de segunda mano y vintage, outlets con ropas de grandes diseñadores…». «Vestir bien», advierte, «no es cuestión de dinero, sino de saber combinar las prendas, no dejarse llevar por las modas y dar un toque de personalidad a la ropa y a los complementos». Reconoce que su estilo siempre ha sido «muy peculiar» y apuesta por «mezclar» la ropa de Zara con ropa vintage que compra en mercadillos de Hondarribia y el País Vasco francés.
Lucía Baskaran
Tiene 25 años, es de Zarautz y está inmersa en su primera novela. Lucía Baskaran, imagen de portada de este reportaje y a quien podéis seguir en su blog Despierta Lucía, rescata el argumento del «clasicismo» donostiarra que dejaba entrever Alicia Martínez. «Entiendo la moda como una forma más de diversión y me choca que en Donosti se mire tanto a alguien por, por poner un ejemplo, llevar un sombrero». Este detalle contrastaría, a su juicio, con lo que sucede en Barcelona o Madrid. «Creo que los donostiarras piensan demasiado en el qué dirán» y asegura haber conocido a gente ansiosa por «mudarse a una gran ciudad para vestir como les diese la gana». Y nos da una nueva definición sobre el concepto estilo/clase: «Una buena prenda ayuda, pero creo que esto tiene más que ver con una característica personal que con un buen fondo de armario».
8 Comentarios
A ver, los de Kulturaldi no sé pero yo no soy modisto ni falta que me hace y tengo herramientas para opinar sobre si los donostiarras tienen estilo. La respuesta: no. Muchos son pijos, muchos van de pijos y otro visten en clave borrokero. No y no.
A ver, Nerea, que no, que no sólo tenéis derecho a opinar gente como tú para hablar del estilo donostiarra. Por favor! Intrusismo, dice. Kulturaldia: ¿cómo que no hay chicos?
Ya, tienes razón! Nos dimos cuenta al recabar las opiniones de todas estas personas. Igual nos vale para una segunda parte masculina…XD
Llevo 25 años dedicándome al diseño de moda, y considero que para tener una opinión formada en torno a este tema, como a cualquier otro, es necesario conocimiento.
¿En qué momento podemos considerar como CUALIFICADA a una persona cuya labor nada tiene que ver con la moda?
Es una pena que hayamos asumido la presencia generalizada de gente que es ajena a este mundo profesional y que se entrometen por la simple razón de ocupar un espacio, como si la moda fuese una delegación de Hacienda o una conserjería del Principado.
Sólo ocurre en España el intrusismo. ¿Qué tal si los diseñadores, ilustradores o estilistas fuésemos a un hospital a tratar de curar a los pacientes? La respuesta es que nos echarían a patadas sin la menor contemplación.
Hola, Nerea: gracias por comentar. Nuestro objetivo era reunir a gente que trabaja en moda desde distintos ángulos y también aquellas personas que, pensamos, tienen algo que decir en esta historia. Es si como para hablar del nivel musical de Donosti juntamos a críticos formados con aficionados que no se pierden un concierto y están en todos los saraos. No le llamaría intrusismo. Apertura de miras. Saludos.
¿Apertura de miras? Quizá se trate de capacidad para discernir entre quien opina con herramientas y quien no lo hace.
Sencillamente, creo que hay que ser críticos y apostar por el contenido de calidad, abordar los temas desde la reflexión y el análisis.
Salud!
Nerea, me parece ridículo que compares la labor de un médico con la de alguien que se dedica a la moda. Dicho esto, el concepto de «intrusismo» me ha parecido siempre una forma de decir «qué rabia haberme pasado X años de mi vida estudiando algo y pagando por ello para que ahora venga alguien y lo haga mejor sin haber estudiado.» Hace tiempo aprendí que nunca iría a la universidad a perder 4 años de mi vida en algo que puedo hacer por mí misma (véase periodismo, arte, filologías de cualquier idioma…) y no por ello me considero una intrusa.
Donde vas a comparar ser medico con critica de moda…hay gente k no se dedica profesionalmente y tiene un gusto estupendo y otras k con titulo en la mano son unaa horteras k van de modernas vistiendo marcas hasta en la suela dep zapato y en Donosti hay mucho de eso entre la gente joven. ..confundimos elegancia con pijerio…