Hola, somos Álex, Borja e Iñaki. Los tres montamos Ayo Silver! hace poco más de un año, y nuestro primer concierto fue el de Shannon & the Clams y Las Ardillas. Desde entonces, hemos tenido el honor de contar con unos 50 grupazos y haber editado 5 discos, el último “Hay una luz”, de Kokoshca.
Nacisteis con el propósito de convertiros en una «guindilla en el culo» de Donostia. ¿Lo habéis conseguido?
Hemos conseguido alterar unas cuantas vidas e inquietudes culturales, empezando por las nuestras propias. Y como no dejamos de movernos en el infra underground, es decir, el culo que toda ciudad no sabe ni que tiene, pues quizá sí, ¿no?
¿Cómo empezó todo? ¿Con el «exilio» de Borja Martín en 2010 a California?
No. Fue más bien un cruce de visiones, cuyo punto en común era que estaban pasando muchísimas cosas en el mundo y Donostia, como ciudad de histórico buen oído, podía ser un lugar perfecto para que aconteciesen. Aquí y desde aquí.
El nombre es un puntazo. Corrígeme si me equivoco: del famoso «Hi-Yo Silver!» que le decía el Llanero Solitario a su caballo al euskaldunizado Ayo (agur) Silver!
De ahí viene, sí. En realidad el nombre tiene algo de historia, porque un legendario concierto de Black Lips en Guardetxe, organizado por Borja, Iñaki, Ibon y algún otro colega allá por 2003, ya tuvo ese sello, así como el de Spectrum en Gazteszena de 2009. ¡Fueron buenos precedentes!
No sé si es «pop grasiento» exactamente pero habéis creado una identidad propia. Eso de «ah, sí, lo montan los de Ayo Silver!”
Mmm, sí, puede ser, aunque luchamos contra los estereotipos, ¿eh? Por poner un par de ejemplos que se escapan de ese pop grasiento, garaje o psicodelia al que se nos asocia a menudo: Sean Nicholas Savage y Maher Shalal Hash Baz.
Y en un año habéis instaurado la sana (y arriesgada) tradición de montar conciertos en una ciudad pequeña entre semana, especialmente los martes. ¿El público responde fuera del fin semana?
Lo que hemos aprendido es que no hay patrones. Al principio, cuando casi llenábamos algún lunes o martes que otro, pensábamos «si hacemos algo un sábado reventamos». Pero luego resulta que los sábados compites con otros conciertos, cenas, novios y novias, cine… Nos encantan los conciertos entre semana: rompen la rutina de trabajar de lunes a viernes y descansar/desfasar los fines de semana. Creemos, y esto va en serio, que uno es más feliz y está más sano si rompe esa dicotomía: un concierto de nivel internacional, a menudo exquisito, un miércoles, por menos de 10€ es lujo asiático.
¿Gracias a Ayo Silver! Donostia es un poco menos «Ñoñostia»?
Bueno, ya lo cantan los Growlers en «People don’t change blues». La ciudad es lo que es, fascinante para algunas cosas y desesperante para otro montón de ellas. No cambia su esencia por nosotros, porque en realidad si hacemos conciertos es porque hay gente que está viniendo. Es decir, esa gente estaba ahí de antes. Si se hubiesen mudado por nosotros, aún…
Toca mojarse: elige un concierto y un single de vuestro primer año de vida
Uff, somos como los putos Juegos Olímpicos, cada concierto nos preguntamos si ha sido el mejor de todos. La competición andaría entre Maher Shalal Hash Baz, alguno de los Cosmonauts, Asteroid #4, Spectrum, Moon Duo… Y en singles… el de Kokoshca viene cargado, pero diremos «H-Bomb» de los Night Beats, por ser el primero, y ser un temazo, claro.
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