Se acabó la 50 edición del Jazzaldia. Ha sido un aniversario lleno de contrastes, con noches de lluvia y tormenta, sol, jazz, reggae, soul y rock. Aunque Jamie Cullum ha acaparado todas las portadas y se ha convertido en la estrella omnipresente del festival, la salsa ha estado en los conciertos y el ambiente de la playa de la Zurriola, los más multitudinarios y populares. La valiente programación paralela del Dabadaba, Off Jazzaldia, también merece un hueco en este post.
La verdad es que el nivel ha estado por debajo de las formidables ediciones de años anteriores. Nos habíamos acostumbrado a ver a grupos como Elvis Costello, Echo and The Bunymmen, The Wire, Ray Davies o Belle and Sebastian que la cosecha playera ha sabido a poquito. Ha habido momentos estelares como los de Bullet Proof Lovers o Lee Fields el sábado, pero, en general ha faltado algo de brillo. Nos ha faltado la gloria de otras ocasiones.
El mal tiempo tampoco ha ayudado: en la playa no hay peor enemigo que la lluvia y el viento golpeándote en la cara. Es una sensación realmente desagradable. Las fotos son obra de Lorena Otero.
Miércoles 22
Jamie Cullum ha pasado de disfrutar de una idílica noche de verano hace tres años a tener que soportar un tiempo de mil demonios. Con él a los platos arrancó esta edición. Algunos valientes soportaban el temporal en la playa y otros se refugiaron en el contundente concierto de Last Fair Deal en la carpa de la FNAC. Después llegó la apuesta discotequera de la noche de la mano de Earth, Wind and Fire, tan divertidos como pelín pasados de rosca. Jimmy Cliff, por su parte, ha aguantado bien el paso de los años y sigue sacando brillo a su inmenso repertorio.
Jueves 23
Primer plato de indie del festival de la mano de los murcianos Neuman. Lo hicieron bastante bien, aunque empezaron un poquitín fríos y la descarga eléctrica del final se les fue un poco de las manos. La voz y la elegancia de Gregory Porter son intanchables. Lo que pasa es que no pega en un escenario tan grande como la de la Zurriola. Y el sol y el buen tiempo nos dieron un respiro.
Viernes 24
Mientras fuera de nuevo arreciaba la lluvia, en el interior del Dabadaba actuaban The Holydrug Couple, unos muchachos chilenos entre la psicodelia y el dream pop. Desplazarse desde ahí hasta la Zurriola fue cosa de valientes con la que estaba cayendo.
Sábado 25
El día más redondo. El cierre playero más esperado por todos: buen tiempo y formidables conciertos. Los donostiarras Bullet Proof Lovers dieron un enérgico recital de rock and roll al alcance de muy poquitos. Tienen una actitud arrolladora y han demostrado que no hay escenario que se les quede grande. Lee Fields, por su parte, es puro soul, real y auténtico. Noche de playa, cervezas y buena música.
Domingo 26
Y ahora sí, final del Jazzaldia. En este caso a un palmo de la bahía con los djs que amenizaron la tarde en el Náutico.
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