Hay conciertos que se miden por el número de discos que se venden al acabar la actuación. Hay otros en los que la velada se alarga descontroladamente, producto de un estado de frenesí que a veces provoca el rock and roll. Kurt Baker Band triunfó por partida doble: logró que un martes cualquiera más de uno (y de dos) rematasen la noche a base de Jaggermeister y, al mismo tiempo, un buen puñado de fans poblaron la mesa de merchandising ansiosos por hacerse con alguna copia.
Kurt Baker, el chico de pelo rizado de Portland, fan confeso de Elvis Costello, los Beatles y Los Ramones, fundó la banda pop-punk Leftlovers en 2002 y desde hace algunos años se ha lanzado en una carrera en solitario dispuesto a reverdecer los años dorados del power pop, género injustamente arrinconado en la historia del rock. Uno podría cerrar los ojos y en muchos momentos juraría estar en 1977 viendo al Costello de «My Aim is True», a quien dedicó una versión junto con otros clásicos de The Small Faces («Sha La La La Lee»), The Nerves («Hanging On The Telephone») y una rockera «Please Mr. Postman» de The Marvelettes, broche final de la noche.
No se le caen los anillos por recurrir a material ajeno y combinarlo con sus propias canciones. Consciente de su deuda artística y estética (su armario debe estar trufado de los trajes New Wave que gastaban The Nack), vuelve a los 60, 70 y primeros años 80 para imprimirle una mirada fresca y sorprendentemente genuina. La de anoche era su sexta actuación consecutiva y se les veía tan animados y sueltos como debían estarlo el primer día. Bebieron chupitos de whisky y gastaron alguna que otra broma, siempre de buen humor. «Me gustan chicas con dinero, pero ellas no gustan mí«, chapurreó Baker antes de «Girls Got Money«, tal vez la canción que mejor les quedó junto a «Don´t Steal My Heart Way», «Weekend Girls» y, por supuesto, «Don´t Go Falling in Love». Sólo faltó «Cruel To Be Kind», de Nick Lowe, otro de sus referentes, para redondear la actuación.
Salvando las distancias, si el veterano músico de «Alison» tiene a Steve Nieve a su lado, Baker ha reclutado en su banda a Kris Rodgers, que con su omnipresente teclado Vox eleva un sonido de por sí vibrante a un nivel superior. Cuando se arrancó como voz solista en un tema puramente rock and roll las miradas de asombro se sucedieron. Y uno no puede evitar caer en la comparación: a día de hoy, la copia (Kurt Baker) es bastante más divertida que la original (Elvis Costello), al menos en la versión pasada por agua que ofreció en el Jazzaldia pasado. Baker y sus chicos -teclado, dos sólidos guitarras y batería, todos con estupendas voces- son los actuales príncipes del power pop. Por cortesía y porque aún mantiene el tipo, dejemos el trono al veterano Paul Collins, «The King of Power Pop».
1 Comentario
Antes de verlos en el Purple Weekend de León, teniamos claro que eran lo más fresco que había dado el power pop/ new wave desde hacía décadas. Todo se confirmó con creces. Potente directo y diversión a raudales. Estuve con ellos y me firmaron todos sus discos compartiendo simpatía y un puñado de fotos que me llevaré a la tumba. Grandes versiones de Hanging on the telephone, Shala lala lee y…sorpresa…I just wanna touch you da UTOPIA!!!! COME TO BILBAO SOON!!!!