¿QUÉ FUE DE LOS SCOOTERS?

Sábado 3 de enero, Logroño. Son aproximadamente las nueve de la noche y el músico de Egia Javier Sun sale del bar Beat visiblemente contento y excitado. Tararea el famoso eslogan-himno «we are the mods, we are the mods» que se dio a conocer en la película «Quadrophenia». Sí, lleva una incombustible parka llena de parches. Ha sido un buen día. Su amigo Alejandro Díez, líder de la banda leonesa Cooper, le ha dedicado «Nosotros», una emocionante canción correspondiente a su carrera en solitario que despega como un certero himno en el estribillo: ¿Lo sientes? Llegó la nieve del invierno borrando todo sentimiento. Qué será de nosotros si tú te vas a otro lugar«. Gracias a «Nosotros«, incluida en el nuevo disco de Cooper, «Uhf», el legado de Javier Sun vuelve a estar de actualidad.

Aún hay más. El sello Subterfuge acaba de lanzar «Euskodemos. Arqueología en Ferrocromo. Rock underground vasco 1981-1986«, un recopilatorio que saca a la luz 16 canciones que nunca pasaron del formato cassette. Se trata de un necesario rescate histórico, un bienintencionado ajuste de cuentas a cargo del crítico musical Fernando Gegúndez de bandas que en la mayoría de los casos no pasaron del inframundo maquetero. Como subraya el ideólogo del proyecto en el completísimo libreto del CD, su peso en Euskadi estuvo muy condicionado por el boom del Rock Radical Vasco. «Eso convirtió en minoritarias e incomprendidas a estas bandas que hoy hubieran sido mucho más reconocidas», explica. Hablamos de los embriones de grupos históricos, de culto, como Los Bichos (Neon Provos) y Cáncer Moon (Los Extraños).

Pero entre todos estos grupos, y por lo que aquí nos ocupa, destacan Los Scooters, la seminal banda mod de Javier Sun. Tomando como centro de operaciones el barrio de Egia, entre 1984 y 1989 desarrollaron una carrera que tardó demasiado tiempo en despuntar. Para cuando llegó el primer y último LP, el estupendo «Los chicos de la calle» (Nola, 1988), el impacto del revival mod se había desinflado. Los tres miembros originales (Javier, Luis y Willy) y el teclista Juan tomaron caminos divergentes. Los mejores trabajos de otros compañeros del modernismo (Los Elegantes, Brighton 64, Telegrama, Los Negativos…) se habían publicado a mediados de los ochenta  y Los Flechazos -el primer grupo de Alejandro Díez, fan confeso de Los Scooters- estaban dando sus primeros pasos, a años luz del estatus de gran grupo mod español con el que se les suele asociar. El tiempo de Los Scooters, sencillamente, se había agotado.

«Tengo algo para ti» y «No soy nadie» son las dos canciones que se recogen en el recopilatorio de Subterfuge. Grabadas en mayo de 1985, desprenden el característico aroma del revival mod británico de finales de los 70 y principios de los 80. Ecos a los Jam, por supuesto, pero también a Secret Affaire, Lambrettas, The Chords, Merton Parkas… No hubieran desentonado en su álbum de debut, pero lo cierto es que se quedan a varios peldaños de la gloria alcanzada en «Sha-la-la», «Los chicos de la calle» o «Eres tú». Una humilde sugerencia: ahora que Warner se ha animado a reeditar en vinilo el tercer disco de Los Flechazos, «Preparados, listos, ya» (1991), puede ser el momento idóneo para impulsar la ansiada reedición de «Los chicos de la calle». Ojalá.

30 años más tarde, y  a pesar de sus escarceos dylanianos, Javier Sun sigue siendo mod de los pies a la cabeza. En sus esporádicos conciertos en solitario no faltan las referencias a los Who y las siempre emotivas versiones de los viejos temas de Los Scooters. En aquel viaje de vuelta de Logroño a Donostia, algunos minutos después del grito de guerra mod, ejerció de animado copiloto. Se le veía en su salsa. Estaba desmenuzando uno por uno las canciones del impresionante recopilatorio «Millions like us. The Story of the mod revival, 1977-1989», aportando valiosos matices sobre el redoble de las baterías o el sonido de las guitarras de aquella hornada de grupos. Es el sonido de su juventud. Time for action.