Los parques han sido tradicionalmente uno de los grandes olvidados de esta ciudad. La iniciativa Musika Parkean -su eslogan es «¡Pisad la hierba!»- ha recuperado estos años el uso de las zonas verdes donostiarras con éxito, pese al puñetero tiempo donostiarra. Lo mismo ha ocurrido con la representación teatral de «Sueño de una noche de verano» durante los meses de junio y julio. El festival Glad is the day tiene mucho de poner en valor un parque como Cristina Enea y también es la prueba de que las salas de música vecinas del barrio de Egia, Le Bukowski y Dabadaba, pueden llevarse bien trabajando juntos en un proyecto en común. Pablo Berástegui, director de Donostia 2016, supo ver la jugada y el año pasado se celebró -bajo el paraguas de la Capitalidad y también en colaboración con Tabakalera- la primera edición con los conciertos, entre otros, de The Saurs, Anari y Tiki Phantoms, estos ya en el interior del Dabadaba por una tormenta de verano.

Pablo Berástegui y Ane Rodríguez, de Tabakalera. Foto. José Mari Lòpez
La ilusión de los promotores era hacer crecer el festival, consolidar el evento y poner Egia y su parque en el mapa de actividades culturales. «Nuestro principal deseo es que el uso del parque (de los espacios públicos en general) deje de ser tan rígido», explican. «Ojalá que entre lo de Sueño de una Noche de Verano, Glad is the day y Musika Parkean la ciudad y la institución vean que, al igual que pasa en otras ciudades europeas (Oporto con Primavera Sound, Field Day en Londres…), se pueden hacer cosas chulísimas en parques sin que pase nada».
Pero algo se torció en el camino.
En el encuentro que organizó KULTURALDIA en abril entre algunos de los principales gestores culturales de la ciudad, Álex López-Allende (socio del Dabadaba), levantó la liebre. «Lo veo complicado. No da el dinero. El año pasado lo pudimos hacer por el apoyo de Tabakalera y porque las barras terminaron de cubrir el resto. No te hace ilusión hacer algo que va a ser menor que la primera edición y dices… pues ya está». Aunque oficialmente nos hemos enterado esta semana y los carteles se empezaron a pegar ayer mismo, el próximo domingo 7 de agosto se va a celebrar la segunda edición del festival. ¿Cuáles eran las principales razones para dibujar un panorama tan negro?

Álex López-Allende, el primero por la derecha
«Bueno, estábamos bastante quemados», rememora Álex. «Cuando a comienzos del año pasado nos acercamos a DSS2016 con la idea de un festival en Cristina Enea nuestro objetivo era hacer algo grande este año, tener año y pico de trabajo por delante para hacer algo memorable. Nos pidieron hacer una primera edición en 2015, para sembrar, algo así como un teaser, y luego ya crecer en 2016. Luego, cuando nos juntamos para empezar a trabajar en lo de este año, la primera noticia que se nos dio fue que no sólo no íbamos a crecer sino que nos reducían el presupuesto un 10%. Aquella respuesta, en aquel contexto de ver la pasta que estaban teniendo otras iniciativas musicales impulsadas por la Capitalidad, o la misma inauguración, pues nos hizo desanimarnos mucho».
La reducción del presupuesto no ha variado -se ha pasado de los 10.000 euros de 2015 a los 9.000 de este año– y al «desánimo y la falta de recursos» habría que sumar toda la «montaña burocrática de permisos y departamentos estancos que es el Ayuntamiento». «Nos parecía una tarea titánica, no teníamos muchas ganas, la verdad. ¡En los colegios deberían enseñar a lidiar con la administración pública!», exclama Álex. En la oficina de 2016 vieron el percal y si no querían que el festival se fuese al garete no les quedaba otra que echar una mano y colaborar en la gestión, lo que supuso una «liberación» para el Dabadaba y el Bukowski. «Ahí más o menos vimos que, aunque fuese con cuatro duros, podíamos hacer algo chulo».
Por el camino les han pasado algunas cosas con tintes surrealistas, como que «un departamento (del ayuntamiento) te deniegue el permiso y otro lo autorice y cosas así que no terminamos de entender». En 2015 tuvieron que abonar de su bolsillo una fianza de 6.000 euros por si el parque resultaba dañado, un trámite que en esta ocasión se ha ocupado de realizar 2016. «Ignoramos si la han puesto ellos o qué, pero éste ha sido otro punto clave, claro. ¡Gracias, Capitalidad!». A ver qué pasa en un futuro, ésa es otra. «Si el año que viene, cuando no exista DSS2016 para mediar, solicitamos el permiso y nos lo deniegan, pues habremos fracasado, claro».
El festival, gratuito, se celebrará desde las 12 de la mañana hasta las 9 de la noche con 10 grupos (Rafael Berrio, Dead Bronco, Guerrera, Las Furias, Sofa….), 7 djs (Blami, Las Marines, Disco Bambinos. Landergound…), un mercadillo y actividades para niños y una zona de comida. Por el camino se les ha quedado algún grupo internacional como los alemanes Vibravoid que no pudieron cuadrar sus agendas, pero se han quedado satisfechos con el cartel final. «Es una representación bastante guay de muchas cosas que están pasando en Euskadi a la vez (falta mucho, claro), y con un par de pinceladas de fuera, Guerrera y Alien Tango, que siendo igual de minoritarias, van a sorprender a bastante peña. Seguimos con la espinita de hacer algo más grande, más ambicioso, y sí, quizá con nombres internacionales».
1 Comentario
Eso demuestra lo cultural que es Donostia y el apoyo que se recibe para la gente con ganas de hacer cosas. Este año se ha salvado a golpe de talonario invertido en Donostia2016. El año que viene el muro burocrático volverá a tener el grosor de siempre. Y ya no digamos la pasta, que volverá a ser para obras y otros menesteres. Todo habrá sido el sueño de una noche de verano, y la cultura desaparecerá sin dejar más rastro que el agujero en los bolsillos.