Durante los últimos 10 días el núcleo duro de Donostia-San Sebastián 2016, liderado por su director, Pablo Berástegui, ha celebrado cinco encuentros públicos con el objetivo de difundir el proyecto de capitalidad y reenganchar a los ciudadanos. Las presentaciones han tenido lugar en la Casa de Cultura de Lugaritz, el propio Espacio 2016 por partida doble, el Centro Cultural Tomasene y el Centro Cultural Ernest Lluch.
Ya se sabe que el grueso del programa no se puede develar hasta finales de año -los tiempos los marca Bruselas-, pero este primer acercamiento con algunos vecinos de Donostia ha servido para despejar algunas incógnitas y, sobre todo, salir a la calle y compartir un proyecto que no está resultando nada fácil de comunicar por su propio carácter etéreo e inconcreto (las famosas olas de energía ciudadana como motor principal no es algo demasiado tangible), además de los incontables vaivenes políticos.
Muchas cosas están aún en el aire. Eso es cierto. Se ha hablado de inaugurar 2016 con una gran Tamborrada, un extremo que en la propia oficina aún no han confirmado. No se sabe qué pasará con Chillida-Leku y se está trabajando con un presupuesto bastante inferior (se ha pasado de 63 a 47,8 millones de euros, un 25% menos). Tampoco se han cerrado aún patrocinios privados.
Recapitulemos, pues, lo que hasta ahora hemos sacado en claro de Donostia 2016, que seguro es más de lo que en un principio pueda parecer. En la propia web de la capitalidad está bastante bien explicado, por cierto.
Dos ejes: cultura + paz
Es cierto que hablamos de dos amplísimos conceptos, pero es que es de donde parte todo el contenido del proyecto. En el horizonte del 2016, siempre se ha hablado de la «cultura y el diálogo como vías para construir una mejor convivencia». Cultura de la paz.
Otros dos ejes más: participación + permanencia
Volvemos a las olas de energía, a la participación ciudadana, clave para entender la filosofía del proyecto. Hay una línea de programación abierta que invita a las personas a que propongan sus propios proyectos culturales. Por eso preocupa tanto a los organizadores el desapego social de los últimos años. La idea con la que se trabaja, además, es que todo esto tenga recorrido y que de 2016 construyamos una sociedad que se implique en la cultura y las artes. Que deje poso.
No son áreas temáticas, sino faros
Bajando cada vez más a la tierra, a lo concreto, nos encontramos con tres áreas temáticas generales que ellos llaman «faros»: faro de la paz (obras de teatro y conciertos para «poner la semilla de una sociedad más justa»), faro de la vida (actividades relacionadas con el fomento del bienestar y la salud), faro de las voces (se dará cabida a las manifestaciones artísticas para «comunicar, interrogar y emocionar»)
El programa: de momento, 12 actividades
En los cinco actos de presentación dirigidos a la ciudadanía, además de explicar en qué consiste el proyecto, se desveló un primer avance de la programación. En total, hemos conocido 12 actividades.
Dentro de las actividades del área temática Faro de las Voces se encuentra la representación de «Sueño de una noche de verano», de Shakespeare, en el parque de Cristina Enea pensada para «sumergir» al público; Corners of Europe, donde 6 artistas vascos (Juan Aizpitarte, Beatriz Churruca, Ixone Ormaetxe, Borja Ruiz, Asier Zabaleta y Joseba Irazoki) de distintas disciplinas colaborarán con más de 50 artistas europeos; In varietate concordia culminará con una exposición y un libro fonético-poético que recogerá las conexiones entre palabras de 11 donostiarras políglotas ; y Emusik, un concierto que reunirá a 20.000 músicos de 26 países diferentes que interpretarán al unísono piezas clásicas y modernas.
Ligado al Faro de la Paz, destaca Tratado de paz, «la mayor exposición realizada en Europa sobre la representación de la paz». Asimismo, también se ha presentado un teatro participativo para impulsar la convivencia y la reconciliación (Antzerki forum: eta hik, zer?); Dance 2gether, donde se quieren difuminar los roles que adoptan los niños con una danza comunitaria; y la instalación de una jaima compuesta por melhfas (vestidos típicos de la mujeres del Sáhara) para tratar temas como los derechos humanos y la mujer.
Por último, en el Faro de la vida se va a impulsar el laboratorio tecnológico asociado a Tabakera, Hirikilabs; habrá una performance llamada Time Machine Soup, donde se podrán probar 12 sopas históricas; debates abiertos para implicar a los ciudadanos en asuntos europeos y con presencia de personalidades como el expresidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durão Barroso; y una ruta senderista por distintos paisajes naturales de Euskal Herria.
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