Son las 19:15 horas del lunes y casi nos ha pillado el toro. La feria de arte contemporáneo DonostiArtean se clausura en algo más de una hora. Como el año pasado, esta segunda edición ha vuelto a coincidir con el Jazzaldia en tiempo y espacio. Los stands de los galeristas están ubicados en el Kursaal, concretamente en la planta baja de los cubos. Nada más entrar nos encontramos con Marta Scarpellini, coordinadora general del evento. ¿Cómo ha ido la feria? «Creo que el balance siempre es positivo, pero la verdad es que con toda la campaña que hemos hecho esperábamos una mayor respuesta de la gente», afirma. «El mundo del arte es muy complicado y aunque ha habido ventas uno siempre quiere más».
Bajamos las escaleras mecánicas. Nos esperan entre 2.500 y 3.000 obras de artistas de todo tipo, desde jóvenes promesas a valores consagrados como Chillida y Miró, del que se venden uno de sus grabados por más de 8.000 euros. Pero, ¿por dónde empezamos? ¿Cuál es la ruta que vamos a seguir para no perdernos entre lo importante y lo accesorio?
En una esquina se encuentra Martín Evelson, un joven con aspecto Daliniano que custodia un montón de libros; son obras ilustradas para jóvenes y adultos que combinan la calidad literaria y las bellas artes. Martín pertenece a la editorial Libros del Zorro Rojo, galardonado con el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial en 2011. Poco a poco nos va mostrando la novedosa interpretación de clásicos de Mark Twain, Ernesto Sábato, Poe, Jack London… Las ilustraciones son magníficas. Se detiene en el trabajo de Luis Scafati. «Tiene un estilo muy reconocible. Una vez hayás visto sus diseños no se os va a olvidar», dice con marcado acento argentino.
Seguimos nuestro recorrido. La mayoría de lo que aquí se expone son cuadros para todos los gustos y colores provenientes de galerías vascas, españolas y alguna que otra extranjera. Vemos un curioso collage de una cara desfigurada, paisajes rurales y urbanos, arte abstracto, cosas originales, otras más trilladas… Hay más ambiente del que esperábamos, sobre todo después de haber oído el balance agridulce de Marta. La gente despacha de arte, de la ciudad y del tiempo.
Unas láminas con un toque siniestro de la artistas francesa Béatrice Elso llaman nuestra atención. Pertenecen al catálogo de Daniel Leizorovici, de la galería Leizorovici ubicada en San Juan de Luz. Él y su acompañante llevan 8 años en este mundillo. Son encantadores. «Conocimos a Béatrice un poco por casualidad hace un año y fue un encuentro muy bonito», cuentan.
En un vídeo un hombre muestra su curiosa técnica de trabajo a través de arenas naturales de la isla de Lanzarote. El resultado del veterano artista Ildefonso Aguilar es sorprendente: su obra adquiere texturas y matices difícilmente obtenibles con otros medios. El trabajo de Joseba Sánchez Zabaleta también es muy sugestivo, al igual que el de otros artistas de la galería segoviana AP Gallery. Enrique Herrada Romero, codirector de este espacio ubicado en Riaza está muy orgulloso de su material y nos recomienda que no dejemos de visitar este enclave segoviano. «Hay muchos artistas y pintores en la zona», asegura.
Salimos a las 20:30 horas del edificio. Marta está hablando por teléfono. Cuelga y suspira. «Estos días han pasado miles, millones de personas por el puente». Y lanza una idea que puede resultar clave para el futuro de DonostiArtean: «Tenemos que conseguir algún tipo de sinergia con el festival de Jazz, hacer algo con ellos».
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