Ya sabemos que «1516-2016. Tratados de paz» no sólo es la exposición estrella de San Sebastián 2016, sino de todo el año en Donostia. Se desarrolla en dos lugares distintos aunque continuados, San Telmo Museoa y Koldo Mitxelena Kulturunea, y se supone que primero hay que visitar el museo de la plaza Zuloaga (de martes a domingo, 10-20 horas, 6 euros) y luego la planta -1 del Koldo Mitxelena junto con el apéndice del Pacto de San Sebastián de 1930 en el ático, la sala Ganbara, ambas de entrada libre. En este caso se habla de la reunión que mantuvieron a las puertas de la II República representantes de distintas ramas de la izquierda para llegar a un acuerdo y acabar con el reinado de Alfonso XIII.
Con permiso de 2016 vamos a saltarnos sus instrucciones para recorrer detenidamente la parte gratuita del Koldo Mitxelena, abierta también de martes a domingo y festivos de 10 a 20 horas. Aquí no encontrarás las piezas más emblemáticas -los Picasso, Goya y Rubens que le dan caché popular a la exposición- pero hay mucho donde rascar. La pregunta que se hace el comisario, Pedro G. Romero, sigue siendo la misma: ¿por qué una exposición por la paz?
Ezpatadantzaris de Aurelio Arteta (1913):
La feminización de la imagen de la República, la mujer símbolo y su encarnación en Antonia Merce «La Argentina»:
Este cañón fue arrebatado a la armada marroquí por los españoles. Es de 1860:
Una de las piezas más impactantes: caras desfiguradas con motivo de la utilización de armamento químico.
Fidel Castro y el Comunismo:
La hora de la paz. Uno de los relojes que se quedaron congelados por la bomba de Hiroshima:
Y el no a la guerra:
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