Hace casi un año hablábamos sobre el declive de la zona de Reyes Católicos, coincidiendo con el cierre del Irish pub Auld Dubliner. Parecía tocar fondo. Sin embargo, desde entonces han aflorado nuevos negocios que, junto con otros de toda la vida, están revitalizando una zona que estaba abocada al olvido. Uno de los primeros en llegar a esta nueva etapa de Reyes ha sido la pareja formada por Anna y Arhur. Suya es la pizzería-bar La Taska, ubicada en el número 6 de la calle, entre el conocido restaurante chino Oriental y el rey de las cervezas artesanales de Donostia, Never Stop. «Hemos querido hacer algo diferente», explica Anna en la agradable terraza de su local. «Es una pizzería, pero también funciona como bar y cafetería. Nos hemos adaptado a las costumbres de la zona, como el pizza-pote de los jueves». En La Taska, por lo tanto, puedes comer un menú de día por 12 euros, probar alguna de sus pizzas caseras -«es nuestro punto fuerte. Te recomendaría la pizza La Taska, que lleva tomate cherry, Albahaca, parmesano y aceite de oliva»-, tomarte un cóctel – «todos a 6 euros, menos el mojito, 5,50»- o un café -«triunfan los capuccinos y los cafés irlandeses».
En resumen, en la Taska se juntan tres negocios (restaurante, cafetería y bar de copas) en un mismo espacio que sintetizan, de paso, la actividad hostelera de Reyes Católicos donde conviven bares y restaurantes tradicionales (Vallés. El Rincón), con cafeterías y pubs para gente joven como Udaberri, Splash o el bar café Viena. Los bares siguen siendo su principal sostén económico y donde cierra un bar (caso del nuevo Kalima y del Drop, que sustituye al extinto Auld Dubliner) abre otro en su lugar. Poco a poco Reyes Católicos va recuperando su mejor cara, seriamente perjudicada por la crisis y por el auge que ha experimentado el barrio de Gros en los últimos años. La familia Larretxea, por ejemplo, se animó a abrir Koxkorra, justo al final de la calle, el pasado 29 de diciembre. «Nos centramos, sobre todo, en hamburguesas», afirma Joseba mientras posa para la foto con el menú del bar a su espalda. El local es moderno y estiloso donde suena… reggaetón de fondo. ¿Koxkorra? ¿Por qué habéis elegido un nombre tan curioso? «Éste sitio es pequeño y queríamos jugar con el nombre», explica.
Otro llegado en el último año es la tienda de alimentación vegana-vegetariana Garraxi, que debe su nombre al conocido restaurante de Egia. Su cocinero, Luis Aparicio, tenía en mente un sitio donde poder vender este tipo de productos así como menús para llevar. El menú del día cuesta 10,50 euros e incluye dos platos y postre. La cocina está en la planta baja y en un amplio frigorífico se pueden ver los platos que han ido preparando: cremas, arroces, pasta…
Pero no sólo de comida y bebida vive esta calle. Hay sitios tan interesantes como Komikigunea (un punto de encuentro para los fans del cómic con un fondo de catálogo de 30.000 documentos), tiendas de ropa para gente moderna (Dela, el ambicioso proyecto de Flow Store, y la vintage Diner), el incombustible Rey de las Fiestas, la preciosa Photo Studio o un tesoro lleno de antigüedades llamado acertadamente El almacén. Paulatinamente, Reyes Católicos remonta el vuelo.
3 Comentarios
También el bar Bombín de reciente apertura y Goxozabal pastelería y panadería que tiene una tarta de queso y una tarta de zanahoria y ¡impresionantes!
The Place (anteriormente Ziripot), en Larramendi 9, ahora ha cambiado de nombre, y de gerencia se supone, porque en su página de Facebook dicen que las fiestas privadas que se hacían ahí ahora se hacen en The Parranda Club, en la Parte Vieja.
¿Cómo se llama ahora The Place? No lo recuerdo. Si alguien lo pone, se agradece.
Cañandonga