Sara, la cantante de Frank, dijo algo así como que tras cuatro cancelaciones por fin pudieron actuar en Musika Parkean y a continuación tocaron «In the Storm» bajo un sol de justicia. También se atrevieron con una convincente versión de Neil Young («Like a Hurricane») que les queda como un guante en su repertorio. Xabier de la Maza, uno de los impulsores de la iniciativa que redescubre los parques donostiarras combinando música y pícnic, apareció con un sombrero de paja y estaba que no se lo podía creer y el público, la mayoría al menos, había descubierto un bonito parque con nombre ilustre escondido tras los rascacielos a lo Shangai (o Bilbao) de Bidebieta-La Paz: Salvador Allende.
Por una vez no llovió y fuimos hasta allí para comprobar que era verdad y que el tiempo iba a dejar que Musika Parkean se desplegase por un parque donostiarra. Fue un puntazo cómo los chavales de Albert Cavalier le daban caña a su sonido de garaje californiano mientras la gente, muchos de ellas familias con niños, atendían el espectáculo rockero 50 metros más allá, resguardándose del sol y del volumen que podían despertar a los bebés que echaban la siesta. Nada de tres metros de distancia entre grupo y público, como es habitual en Euskadi. 50 metros. Los chicos lo hicieron bien y terminaron el chow cantando en castellano una especie de declaración de principios de la juventud trasnochadora, «Sábado noche, domingo mañana».
El resto de lo que sucedió en Musika Parkean lo tenéis en este reportaje fotográfico de Lorena Otero:
Albert Cavalier, a tope sin freno:
Y aquí Frank, en plena tormenta veraniega:
Salvador Allende & Musika Parkean:
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