Desgraciadamente, que los conciertos se solapen se está convirtiendo en un clásico. Pero lo de la noche de mañana jueves 5, víspera de festivo, es de traca: además de la actuación de los locales John Berkhout y Napoka Iria en Errenteria, se citan en diez kilómetros a la redonda The New Mendicants (Joe Pernice + Norman Blake) y Nikki Hill. El proyecto compartido de dos sólidas glorias del indie frente a una joven y enérgica soulwoman. Pop del que se clava en el corazón versus el rhythm and blues de toda la vida. Estribillo inmortal frente a temas rompepistas. Que no, que no se puede decidir a la ligera. Ante una elección tan difícil, para la próxima les pediríamos a las promotoras que monten autobuses directos entre la sala Andia de la Kutxa (20 horas) y el auditorio Bastero de Andoain (22:30). Y si quieres salir de dudas (o sumergirte en ellas) te ampliamos información sobre los dos perfiles en liza.
The New Mendicants
Bastaría para convencer al escéptico de turno con mostrar sus biografías musicales. Joe Pernice es tal vez el menos conocido de la pareja: el tipo que se dio a conocer mayoritariamente con Pernice Brothers, su banda más exitosa y en la que abraza el indie rock con hechuras country y pegada pop. Ha tenido otros proyectos anteriores (Scud Mountain Boys) y varios posteriores (Big Tobacco, en solitario), pero casi siempre con la mirada puesta en facturar pegadizas canciones de tres minutos. Científico de formación, ha publicado libros y es una figura muy respetada en el circuito independiente. «The World Won´t End» es probablemente su lanzamiento más certero y redondo, el disco de pop-rock por lo que se justificaría toda la carrera de Pernice Brothers. Por su parte, Norman Blake, de origen escocés, miembro original de Bmx Bandits y líder de The Teenage Fanclub, es a estas alturas una leyenda del pop alternativo.
Fraguó la mayor parte de su carrera en los años noventa, en la época de gloria de The Teenage Fanclub («Grand Prix» y «Songs From Northern Britain» son obras mayúsculas), cuando parecían dispuestos a relevar a los Byrds 30 años más tarde. Y lo lograron. Con el paso del tiempo no parece mostrar síntomas de agotamiento: «Shadows» (2010), el último álbum de estudio de la banda de Glasgow, recupera el brillo y la inspiración de sus mejores trabajos. Probad con «Baby Lee«, una maravilla imposible de despegarse de la cabeza.
Pernice y Blake viven en Toronto y con el primer EP de The New Mendicants, «The Australia 2013», han hecho exactamente lo que se esperaba de ellos dos. No hay sorpresa, pero tampoco guerra de egos. Salvando el vitamínico y muy power pop arranque de «This Time», las otros cinco temas parecen deambular en un acústico punto medio de sus proyectos. Cantado principalmente a dos voces, rescatan «I Don´t Wan´t Control Of You» de la cosecha de los Teenage Fanclub y recuerdan a Morrissey en la sentida balada «High On The Skyline». Se espera que en la sala Andia toquen estos temas junto con otros pertenecientes al prestigioso catálogo de sus proyectos y versiones de lo más variopintas: Zombies, The Go-Betweens, INXS…
Nikki Hill
La portada del disco de debut de Nikki Hill, «Here´s Nikki Hill» nos transporta inevitablemente a «Here´s Little Richard» de 1957, la estruendosa irrupción de una de las escasas leyendas vivas del rock and roll de los años 50. Misma estética, mismo título y mismo ingrediente: rhythm and blues salvaje. Pero medio siglo más tarde no parece que estemos ante el enésimo revival. Como ocurre con el dúo transatlántico Lady, Hill ha mamado las raíces de la música norteamericana desde pequeña (cantó en un coro gospel) y cuando el año pasado salió a la luz su primer EP, «Nikki Hill», aquella chica de Carolina del Sur paso a ser conocida como «la bola de fuego del Sur» y «la nueva sensación del soul».
Los diez temas de Nikki Hill se mueven entre el soul musculoso y el rock and roll, si bien lanza algún que otro guiño jamaicano («Gotta Find My Babie») y una versión de Texas Tornados en clave Reggae, «Who Where You Thinking Of». También tiene sus momentos más calmados (la balada «Don´t Cry Anymore»), aunque uno se queda con el gancho de «Right On The Brink«, tres palabras que Hill escupe con fuerza y pasión unas cuantas veces. En cualquier caso, seguro que su punto fuerte llega en directo. Con los tres músicos que le acompañan sobre el escenario (el guitarrista Matt Hill, el bajista Ed Strohsahl y el batería Joe Meyer) forman una recia banda de rock, un cuarteto a la antigua usanza con espíritu renovado y abrasivo directo. Que tiemble (y baile) Bastero.
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