Casi nadie sabía quién era Ruben Östlund (1974, Styrsö, Suecia) hasta que todos los cinéfilos empezamos a saber quién era Ruben Östlund. El descubrimiento sucedió hace relativamente poco, el año pasado, después del estreno de «Turist» (Fuerza Mayor, 2014) en el festival de Cannes (Premio del Jurado en la sección Un Certain Regard), después de su paso por el festival de Sevilla (Premio Guiraldillo de Oro y Mejor Guión), después de su candidatura perdida para estar en la lista de Mejor Película Extranjera de los Oscar. Fue entonces cuando los más festivaleros recordaron su película anterior, «Play» (2011), presentada en la Quincena de Realizadores de Cannes. Fue entonces cuando los más cinéfilos tiramos de archivo para saber qué había sucedido antes: cinco largometrajes en su trayectoria y un cortometraje ganador del Oso de Oro en Berlín, por ejemplo.
El cine sueco siempre había sido Bergman. El grande. Imaginemos una sombra alargada cubriendo todo el cine nórdico, desde Upsala hasta la isla de Farö, desde los años 40 hasta el año 2003 («Saraband»). El cine sueco contemporáneo ha tenido después otros nombres en los grandes festivales: Roy Anderson, por ejemplo. Lukas Moodysson, por ejemplo. Pero también llegó a confundirse con todo aquello que sucedió en los noventa en el país vecino: Lars Von Trier y su irreverente Dogma 95 cabalgando sobre el hielo de Dinamarca e irrumpiendo en la escena internacional de festivales como “los salvadores del cine”.
Ruben Östlund era entonces un joven esquiador. Sí, esquiador. El país lo pone fácil, eso es cierto. Sus primeras películas eran trabajos de cine deportivo: pistas de nieve virgen ralentizados con música, tomas en plano general de descensos de montaña, velocidad y riesgo… Antes de la llegada de las cámaras GoPro todo esto tiene su mérito. Tanto, que gracias a esos primeros trabajos amateur fue admitido en la escuela de cine de Göteborg, donde se graduó en dirección en el año 2001.
Después sucedió lo que sucede casi siempre: nadie quería financiar sus trabajos, por lo que decidió montar junto con su compañero de escuela Erik Hemmendorf la productora Plattform, con la que ha producido todos sus trabajos. El ciclo que ahora presentamos recoge todo esa producción postetapaesquiador, de sus cortometrajes de escuela (2000) hasta su último largometraje (2014).
Ahora Ruben Östlund es ya Ruben Östlund, ese gran director que disecciona con humor y gran precisión las miserias y contradicciones de la sociedad contemporánea. Hay siempre en sus trabajos algo de ese cine danés/nórdico donde todo está siempre a punto de romperse en mil pedazos; hay mucho de dedo en la herida; mucho psicología precisa. Y todo acompañado de una cámara exquisita, a Östlund le gusta filmar bien.
El ciclo que ahora presentamos nos va a permitir observar cómo empezó todo, cómo se va formando la mirada de un director, cómo sus primeros trabajos apuntaban ya sus rasgos de estilo de hoy en día. Cuatro ficciones, un documental y los cortos. Todo esto, en colaboración con La Casa Encendida de Madrid.
Pasamos ahora destacar algunos de los rasgos de cada una de las películas que proyectamos:
12 de noviembre / 22:00h
Fuerza mayor (Turist), Dinamarca, Francia, Noruega, Suecia, 2014, 120′
La película se iba a subtitular “Suecos perdiendo su dignidad”, aunque al final se decidió dejar
sólo Turist. Turistas suecos perdiendo su dignidad en una estación de esquí, eso es lo que sucede en esta película, la única estrenada en las salas del Estado, la que le situó en el mapa de los directores a seguir. Si el cine nórdico de los Dogma 95 nos acostumbró al derrumbe moral y miserias del ser humano, Östlund insiste y entrega un despiece de la pareja, de la familia, del estado del bienestar, de lo que somos. Como un mueble de Ikea construido con cuchilla de afeitar: puro diseño y perfección de líneas, sí. Pero hace daño.
14 de noviembre / 22:00h
De Ofrivilliga (Involuntary), Ruben Östlund, Suecia, 2008, 98′
Película de episodios al estilo de esas películas de episodios que terminan retratando “el comportamiento humano”. Östlund y su socio Erik Hemmendorf comenzaron a escribir el guión en 2004 y planearon saltarse el viejo esquema de películas lineales de estilo norteamericano. De ahí la estructura; de ahí la colección de historias, como si esto fuera un libro de relatos: un treintañero borracho que gasta bromas a sus amigos, un estricta profesora de primaria con aspiraciones de líder, dos quinceañeras a punto de meterse en un lío… Aceptarse o no, ser libre o no, estar solo o no, perder la libertad individual o no… Formar parte del mundo o estar fuera de la sociedad.
19 noviembre / 21:00h / CON PRESENCIA DEL DIRECTOR
Play, Ruben Östlund, Dinamarca, Francia, Suecia, 2011, 118’
Basado en hechos reales y la película que le valió a Östlund un artículo en la prensa de Estocolmo
titulado “47 razones por las que lloré cuando vi la película Play de Ruben Östlund”. La razón número seis sirve de indicador del nivel de polémica que suscitó en su país: “Porque creo que es una película racista”, decía aquel texto. Obviamente, las opiniones a favor y en contra de la película se sucedieron desde uno y otro lado, pero lo que nosotros podemos decir es que estamos ante una excelente y muy crítica películaespejo sobre el poder y la lucha de clases: un grupo de adolescentes negros se dedica a robar y a extorsionar a otros jóvenes blancos.
21 noviembre / 22:00h
Gitarrmongot (The Guitar Mongoloid), Ruben Östlund, Suecia, 2004, 89′
Hay ciudades míticas donde puede suceder cualquier cosa: Springfield, por ejemplo. Twin Peaks, por ejemplo. O Jöteborg, ciudad inventada por Östlund para situar esta nueva película de vidas cruzándose en estilo mockumentary (ficción realizada a modo de falso documental). Östlund cuenta que la película se le “apareció” cuando en un paseo por Goteborg se encontró a un músico callejero, Erick Rustström, protagonista y guía de esta película, gritando sus canciones y tocando la guitarra como si no hubiera mañana. Una película punk, sí, y Premio de la crítica FIPRESCI del Festival Internacional de Moscú.
26 de noviembre / 22:00h
Family Again, Ruben Östlund, Suecia, 2002, 59′
Con un hijo cineasta pueden pasar estas cosas… Es lo que debieron pensar los padres de Ruben Östlund cuando su hijo les propuso ser los protagonistas de este documental sobre sus vidas y sobre su divorcio sucedido hace 23 años: ¿cine terapia, cine psicolanálisis, cine “hay que matar y resucitar al padre y a la madre”? El resultado es puro cine familiar, directo y sin miedo a esas preguntas que siempre dan miedo: ¿por qué te fuiste, había un amante, te olvidaste de mí, la vida te va mejor ahora que ya no estás conmigo, qué hicimos mal, qué hicimos bien? Es lo que tienen los
hijos cineastas.
28 noviembre / 22:00h
22:00 FOCO: RUBEN ÖSTLUND
Let The Others Deal With Love, Ruben Östlund, Suecia, 2000, 29′
Autobiographical Scene Number 6882, Ruben Östlund, Suecia, 2005, 9′
Incident by a Bank, Ruben Östlund, Suecia, 2010, 12′
Esta es la sesión de cortometrajes de Ruben Östlund, que a veces en los ciclos y retrospectivas parecen “sesiones menores”. Pero no, Östlund es uno de esos directores que nunca ha dejado el formato corto, y para ejemplo, su cortometraje del 2010, realizado después de sus dos primeros largos, y que le valió el Oso de Oro del festival de Berlín. Y sí, en los cortos siempre está el origen y la explicación de todo.
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