Si has ido alguna vez a los cines Príncipe te las habrás cruzado. A simple vista son fáciles de reconocer: tienen ya edad suficiente como para no decirla, siempre bien señoreadas, con elegantes abrigos y con una pinta de ser de Donosti de toda la vida que salta a la vista. Vienen de tomarse un café con leche en Artess; con eso y la película ya han hecho la tarde. Nunca van solas, ni tampoco con sus maridos, siempre entre amigas. La asistencia al cine es obligatoria, como mínimo semanalmente. Esto, unido a su edad, hace que tengan una experiencia cinéfila que no deberíamos menospreciar. Han visto mucho cine, aunque no necesariamente variado.
¿Qué películas ven las señoras del Príncipe?
Les gusta el cine bien hecho, con fundamento, sin tonterías. Nada de comedias estúpidas americanas. Nada de cine experimental o moderneces -en esto son un poco de Boyero-. Un buen drama, una comedia francesa con gracia pero sin mal gusto, un biopic según los cánones habituales. Las tres cosas juntas, a poder ser, por eso les encantó “Intocable”.
Aceptan las concesiones y el buenismo. Pueden aguantar dramones tremendamente trágicos, pero lo que no soportan es la sordidez, el mal gusto o un cine demasiado oscuro. Su película de cartelera ahora podría ser “Agosto”, con la Meryl Streep que trabaja muy bien. Tampoco le hacen ascos al cine español, algo de Fernando Trueba o Gracia Querejeta puede funcionar. La película actual que odiarían por encima de todas las cosas es “Nymphomaniac”, por todo lo que se ha dicho ya, y porque una cosa es un poco de erotismo picarón y otra esa guarrada. Uno de sus directores favoritos del momento, aunque no lo conocen por el nombre, es Tom Hooper. Les encantó “El discurso del rey” y la gozaron con “Los miserables”. Como comentaba en mi anterior texto, su estreno del mes es sin duda, “Philomena”.
Su acceso a la información
Está claro que las señoras del Príncipe no tienen Internet, (esto no lo leerán) pero no lo necesitan. Ellas leen El Diario Vasco. Se fían mucho de la opinión de Ricardo Aldarondo, porque es un crítico de fundamento, pero quien realmente les toca el corazón es Mikel Gurpegui, porque es más condescendiente con sus placeres culpables. Lo que cuenta Begoña del Teso no lo terminan de encajar bien y en más de una ocasión se llevan un disgusto por hacerle caso. Casi tan importante como las estrellas del periódico, son los premios. Llevan bien sabido si la película ha ganado Oscars o Goyas. No nos equivoquemos, las señoras del Príncipe suelen estar mejor informadas que el espectador medio.
No salen del Príncipe
No se llaman señoras del Príncipe porque sí, ese es su terreno y no salen de ahí. Si las ves en el Trueba te equivocas, ellas no van a la versión original. Es muy probable que estés enfrentándote a una señora de Kresala, que por el aspecto físico es similar pero que no tiene nada que ver. Esta otra lleva asistiendo cada lunes al cineclub Kresala, quizá desde antes de que tú nacieras y ha visto cosas que no creerías.
El Antiguo Berri les queda a desmano, es posible que no sepan ni que existe, quizá solo han oído hablar de él a sus nietos. A la Bretxa es mejor que no entren porque al ver las salas porque se pueden llevar un disgusto. En cuanto a aceptar propuestas nuevas, solo una: las óperas que se proyectan en el Príncipe, una oportunidad idónea para sacar a pasear las mejores perlas.
¿Qué hacer si te topas con una señora del Príncipe?
Lo primero es no ponerse nervioso, son bastante pacíficas. Si ya han ocupado su butaca, intenta no sentarte cerca, pues corres el riesgo de que no les guste la película, o peor, que no la entiendan bien y que no paren de hablar con su compañera. Y no será en voz baja, eso te lo aseguro. Si te las encuentras en taquilla puedes aprovechar para ver qué les recomienda la taquillera -están entrenadas para ello y nunca fallan-, de esa manera podrás identificar la oferta del día para las señoras del príncipe, para después usar esa información de la manera que prefieras: quizá tú tengas alma de señora del Príncipe.
1 Comentario
[…] es que trasciende y llega mucho más lejos. Hasta el pateado corazón de los generalistas y ”señoras del príncipe”. Damas que en la sesión de ayer desmenuzaban “Amy (la chica detrás del nombre)“ […]