BAR ZUMARDI: `¿UN BAR EN EL CENTRO? NI DE COÑA, SOMOS DE LA PERI´

El gran trabajo realizado durante 17 años y el boca a boca han conseguido lo que parecía imposible, atraer a jóvenes de todos los puntos de Donostia e incluso Gipuzkoa a un barrio de la periferia como es Bidebieta. Así, son varias ya las generaciones que han elegido el Zumardi para la clásica cena entre amigos de caña-bravas-bocata. Las claves: comida rica y casera de verdad, grandes cantidades y precios proporcionados (no como muchos bares del Centro, por cierto).

Inicios

“Corría el año 97 y varios miembros de la familia no teníamos curro. Decidimos apostar por este local al que venían nuestros padres”. Cuando la familia Intxausti y su “quinta hermana” Mila cogieron el Zumardi éste era un bar-restaurante de toda la vida donde los señores del barrio iban a pasar la tarde jugando al mus y donde se comía como quien dice a mesa puesta, “un cogote de merluza, por ejemplo”. Tras dos años de toma contacto, decidieron darle un giro y apostar por una carta sin menú con platos algo menos elaborados y más bocatas, platos combinados o raciones.

Éxito

“Para la creación de esta nueva carta Mila y la ama aportaron sus conocimientos en cocina tradicional y casera y los hijos le dimos el toque joven”, explican. La combinación de ambos puntos de vista no pudo ser más exitosa y pronto empezaron a venir jóvenes de todos los sitios. “Salíamos de juerga por cualquier pueblo y la gente nos paraba y en broma nos pedía una de bravas o nos hablaba de nuestros bocatas”, cuentan. “Una vez se corrió la voz de que en una txozna de Semana Grande estaba un cocinero nuestro y se formaron colas a su alrededor”.

Gastronomía

Pese a que no tienen emulsiones, espumas ni nada por el estilo, cuando un establecimiento hostelero tiene tantos seguidores quiere decir que practica una gastronomía con mayúsculas. Prueba de ello es que el Zumardi ya ha salido en varias ocasiones por la televisión. Y no, no tiene ningún cocinero famoso. “Al principio Mila y la ama eran las que guisaban pero luego toda la familia hemos pasado por la cocina”, afirman. “Nuestra norma es que todo el que cocine tiene que preparar platos y bocadillos que le gustaría comer a él”.

Periferia

A modo de anécdota hay que decir que no todo el mundo estuvo de acuerdo con el nuevo rumbo del Zumardi y su innegable éxito. “Muchos clientes de toda la vida que incluso eran amigos de los aitas se quejaron. Más que nada porque ya no tenían sitio para jugar a las cartas. Nosotros, en cambio, creo que acertamos. A Bidebieta le hacía falta la presencia de gente joven”, aseguran. Este sentimiento de pertenencia y amor al barrio queda claro en la última frase de la entrevista: “¿Abrir un bar en el Centro? Ni de coña, nosotros somos de la Peri”.

¿Por qué nos gusta el Zumardi? (Nuestro TOP 3)

Los bocatas
La joya de la corona. Son enormes, pero si te parece demasiado puedes pedir la mitad. Aquí, además, cantidad no está reñida con calidad: el pan recién hecho y el género de primera. “Evitamos el lomo txoznero” dicen. Con bien de tema, entran por los ojos y la mayoría no superan los 6 euros (la mitad, o lo que es lo mismo, un bocata normal en cualquier otro sitio, 3 euros). El imprescindible (para mí): Mixto york bejetala.

La ensalada mixta.
Dime qué ensalada pones y te diré como eres. Pienso que este plato suele retratar al hostelero y el respeto que éste tiene para con sus clientes. Florette y zanahoria de bote no es respeto. Poner un rulo de cabra encima, llamarla “Especial” y cobrar 11 euros tampoco. La del Zumardi, en cambio, solo cuesta 6,70 euros y como veis en la foto tiene de todo mucho y fuerte. Y con una pequeña sorpresa para los amantes de la mayonesa en uno de sus laterales.

El plato del día
Seguro que muchos no sabíais que el Zumardi también tiene vida al mediodía y no suele ser fácil encontrar mesa para comer. Así, el local oferta cada día un plato casero diferente: legumbres, guisos, pescado al horno o las espectaculares albóndigas de la foto. Una dieta rica y variada que unido al buen producto con el que trabajan estamos seguros que la recomendaría cualquier nutricionista. Y ahora lo mejor, este plato la mar de rico solo cuesta 4,5 euros, casi te sale más barato que comer en casa. 😉