Sorpresa: hay una exposición que se llena de gente un martes por la tarde en San Sebastián. Niños, jóvenes y adultos recorren una pequeña sala rectangular que reúne piezas originales y réplicas de algunas de las películas más representativas de los últimos 30 años. Sacan fotos y comentan la jugada con el que tienen al lado. “ExpoSyfy, Viaje Fantástico” es un éxito. Vino de la mano del Festival de Cine Fantástico y de Terror pero su ámbito de influencia es bastante mayor que el de la ciencia ficción y la fantasía.
Nada más entrar al espacio de la casa de cultura de Okendo casi se diría que se homenajea a Will Smith. El teclado alien-terrícola de “Men in Black” comparte vitrina con documentación variada de “Men in Black 2” y varios objetos de “Yo, Robot” (la chapa e identificación de Del Spooner, su pistola, pase y placa de policía de Chicago…) y armamento pesado de “Soy Leyenda”. En esta primera zona llama la atención la imponente moto F4 Augusta de “Yo, Robot” desde donde vemos la armadura de la sangrienta “300”.
Si giramos a la izquierda, nos encontramos con la botella original “Pingo Doce” de “El Increíble Hulk” protagonizado por Edward Norton, junto con el portátil también original y los relojes de monitor de pulsaciones usados en Brasil y en el hotel. Los amantes de la trilogía de “Terminator” (¿la saga de acción-ciencia ficción definitiva?) podrán elegir entre la matrícula del coche robado y la granada antitanque usada por Kyle Reese en la primera parte; la mítica camiseta y bandolera portagranadas de “Terminator 2”; e incluso, el T800 de “Terminator: la salvación”, ya sin Arnold Schwarzenegger.
Evidentemente, una exposición de estas características tiene muchas dosis de nostalgia. Habrá quien conecte con la máscara de la película Slasher “Scream”, que no por casualidad está al lado del aterrador guante con cuchillas original de Freddy Kruegger. Hay otra máscara, la de una película que algunos ya habíamos olvidado, “The Mask”, al lado de varios objetos de “Parque Jurásico”. Otras curiosidades son el cristal de Cryptonita de “Superman 1”, la grabación de seguridad de “Demolition Man”, los sensores de Dorothy de “Twister” y, ojo, varias réplicas de “Cazafantasmas”: la trampa con pedal, la contenedora de fantasmas, las gafas de visión ectoplásmica y parches identificativos.
Tiene su punto ver la careta original de “V de Vendetta”, que hoy en día se ha convertido en el símbolo de Anonymous, en una expresión antisistema y de protesta. Pero lo mejor, al menos para los que nos sigue emocionando el cine juvenil de los años 80, llega al final de la muestra. Cuelgan de la pared la matrícula del Delorean, el mítico condensador de Fluzo y la fotografía en blanco y negro de Marty McFly y Doc con el reloj, todos ellos pertenecientes a la trilogía de “Regreso al Futuro”. En la vitrina también se encuentran las botellas de Pepsi futuristas y la maqueta de la máquina del tiempo en el Oeste.
De los “Goonies” rescatan una medalla, mientras que de la saga “Indiana Jones” el botín es considerablemente mayor: la réplica del látigo de Harrison Ford, el diamante de Lao Che del “Templo Maldito”, la bolsa con monedas de la “Última Cruzada”…
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