-Brian, pensamos que ya no queda sitio para ti en los Rolling Stones.
-Bueno, yo tampoco estoy a gusto. Todo ese rollo del «Yellow Submarine» no me llena.
-Estúpido.
Brian es el Brian Jones que se suicidó (o no) y los tipos que le quieren dar una patada en el culo son Mick Jagger y Keith Richards. Hubo un tiempo en el que la música, los discos y los cómics se cruzaban constantemente, viajaban de un sitio a otro como queriendo encontrarse. Y esta conversación que puedes encontrar en el espacio Ganbara del Koldo Mitxelena Kulturunea es un buen ejemplo de ello. En el País Vasco también tuvimos ejemplos a patadas. La creatividad volaba en la clase turista del cómic. Napartheid, por ejemplo, nacido a finales de los 80, fue el único fanzine-cómic que hubo en euskera y más adelante Negu Gorriak lo convirtió en una de sus canciones más reconocibles de su debut.
La exposición (y mucho más que eso: un documento histórico de este país) «Rockomikiak. Binetak & Doinuak», dirigida por David Zapirain y Koldo Almandoz, estará abierta al público hasta el próximo 31 de enero y muestra el ambiente cultural que se gestó en aquella época tan convulsa como apasionante en torno al cómic, fanzines, portadas de discos y libretos. No esperes un relato al uso, convencional; el objetivo principal de la muestra es sacar a la luz, precisamente, la cultura underground de los años 80 y 90. Que nuestra historia no lo deje en el olvido.
Se organiza en torno a distintos ejes: la producción literaria popular y alternativa de la época y sus conexiones con la música rock y punk, principalmente; los cómics, fanzines y libros que puede consultar el visitante, desde reliquias como El Víbora hasta novela gráfica recién salida del horno («Black is Beltza»). También hay un txoko que te empuja a la creatividad, con una fotocopia y todo para que hagas tus propios montajes, una pizarra donde la gente escribe lo primero que le viene a la cabeza y, por último, se están organizando charlas sobre los fanzines en los tiempos del rock radical vasco, el origen del TMEO, etc.
Grupos de rock y fanzines: una relación de amor radical vasco
La huella imborrable de El Víbora
La pizarra y el pintor:
Black is Crumb
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