El tiempo, al fin, nos ha dado un pequeño respiro. Y desde el pasado viernes estamos disfrutando de una semana pre-primaveral tras un largo invierno plagado de lluvia, insólitos temporales y desapacible como pocos. Disfrutemos de la luz, del buen tiempo, de la alegría de pisar la calle con gafas de sol y, en el caso de los más osados, mangas de camisa y bermudas. El sol está aquí. Te proponemos 7 planes para que lo aproveches al máximo.
Paseo 1: de Ulía a San Pedro
Hacemos trampa porque se trata de un recorrido, un delicioso viaje en el tiempo, que ya hemos recomendado. Pero es que es ahora cuando podemos disfrutar de todo el esplendor del mar y la montaña sin alejarnos de un entorno urbano. Es lo que tiene Donostialdea: playa, zonas verdes y vida. Nuestro paseo empieza por un camino que parte de las escaleras situadas detrás del centro cultural Okendo. Desde aquí recordaremos un viejo transbordador, el primer teleférico abierto al público del mundo, una batería para reforzar las defensas de Ulía ¡en pleno contexto de la guerra de Cuba!, y nos imaginaremos a nosotros mismos ejerciendo de intrépidos balleneros vascos cuando caminemos por el borde de los acantilados. Si hemos seguido las marcas rojas y blancas desde Donostia, en hora y media en total habremos llegado a nuestro destino. Como colofón disfrutaremos del Falcon Crest, una receta sencilla e imbatible, un panecillo compuesto por bonito, anchoa y guindilla.
Paseo 2: las tres playas
Caminar del Peine del Viento hasta la explanada del Mompás es un recorrido tan obvio (y hermosísimo) que muchas veces se nos olvida de que existe. ¿Cuándo fue la última vez que recorriste los algo más de 5 kilómetros que van desde una punta a la otra en pleno invierno? Una ruta que te reconcilia con una ciudad y su entorno y te hace creer firmemente en que, tal vez, no haya nada más bonito en el mundo.
Cervezas al sol 1: en el Muro de Sagües
Pocas experiencias tan placenteras como tomarse una cerveza (o un refresco, lo mismo da) mientras los rayos de sol acarician tu rostro. Siempre está a mano la opción de poder hacerlo en una terraza, pero tiene su punto, más especial si cabe, en los rincone no-oficiales. Así que en Gros siempre puedes sentarte en el muro con los pies colgando y mirando al Kursaal mientras bebes sorbo a sorbo una fresca lata de cerveza.
Cervezas al sol 2: en las escaleras del bar Akerbeltz
Seguimos con el plan de tomarse algo en el exterior y, a ser posible, en una terraza natural con vistas al mar. Desde los tiempos del antiguo Loreak Mendian de la Calle de Mari de la Parte Vieja, las escaleras que conducen al Monte Urgull han servido como privilegiado mirador de la bahía de la Concha y, al mismo tiempo, lugar de encuentro. Aprovechando que el bar Akerbeltz está ubicado a escasos metros, y que sirven cañas bien ricas, lo tenemos todo hecho: una inmejorable panorámica y bebida reparadora a nuestra mano.
Picnic parkean
Recordatorio: para disfrutar de los distintos parques de la ciudad no hace falta que lleguen los conciertos de Musika Parkean, un estupendo plan de primavera-verano, por otra parte. Ya se sabe que en esta ciudad las zonas verdes, que tenemos unas cuantas, están infrautilizadas. Vayamos a Cristina-Enea, al Palacio de Aiete, a Miramar, a la cima de Urgull, adonde queramos, ahora que el tiempo acompaña. Y para completar la excursión podemos llevar algo de comida y montar un apañado picnic para pasar unas agradables horas.
El primer chapuzón
Quizás estemos exagerando un pelín, pero también es cierto que los primeros valientes de la temporada se están dando su primer chapuzón del año estos días. El agua debe estar gélida, a una temperatura más propia del invierno que de julio-agosto, desde luego. Los que se han bañado estos días, no obstante, aseguran que la experiencia merece la pena. Y, de paso, adelantamos el cuerpo a los chapuzones que están por venir este verano.
La primera escapada: Hondarribia
Al igual que muchos habitantes de la provincia se desplazan estos días hasta San Sebastián, nosotros también podemos hacer lo mismo en sentido inverso. La primera escapada con sol del año la podríamos hacer a muchos puntos costeros o del interior, pero vamos a quedarnos con Hondarribia. Muchas veces el visitante se limita a pasear por el barrio de la Marina y los alrededores del Puerto deportivo y se olvida de que su Parte Vieja es otro maravilloso viaje en el tiempo -esta guía comenzaba con el Regreso al futuro entre Ullía y San Pedro- a un casco histórico que todavía no ha sucumbido al turismo voraz y mantiene toda su esencia y estética de fortín amurallado.
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