«Oriundo de las provincias vascas, profesábalas un amor ardiente y trabajos muy importantes de él existen acerca de ellas; y también en asuntos pasados en el que el nombre de Euskaria pudo ser más o menos maltratado salió a su defensa el general Arteche; por ello los vascongados somosle deudores de profunda gratitud». Este párrafo, publicado el 29 de enero de 1909 en la revista Bascongada, resume la profunda relación que tuvo el general Artetxe con Euskadi y nos vale, de paso, para ubicar un poco los orígenes de la calle del mismo nombre en el barrio de Gros.
Ubicado entre las calles Secundino Esnaola y San Francisco, la calle General Artetxe tiene forma de L o de semi T y se ha convertido en un plan habitual para tomar el aperitivo los sábados y domingos al mediodía. Si el buen tiempo acompaña la calle suele estar abarrotada de todo tipo de gente -jóvenes, familias, cuadrillas veteranas y aficionados de la Real si coincide con día de partido- que de pie o sentados en las terrazas y en los bancos de la calle toman algo disfrutando del templado sol mañanero y del de primera hora de la tarde. Con el auge del vermut desde hace algunos años a esta parte, la zona también ha recibido un nuevo impulso.
Hay un puñado de bares en la zona, pero todos los caminos del vermut te llevarán al pequeño y estrecho bar ROBERTO. Son auténticos expertos en la materia y preparan vistosos marianitos en copa y adornados con ralladuras de limón y naranja. Cuentan con una carta de una docena de marcas de este vino tan de moda, desde el socorrido Martini (2 euros) hasta alguno de «gama alta» a 3 euros. Conviene armarse de paciencia: se junta mucha gente en la barra pidiendo lo mismo y tardarán varios minutos en atenderte. La espera, por supuesto, merece la pena, y puedes acompañar el vermut con alguna gilda o un riquísimo pintxo de antxoa macerada que sirven con alga marina japonesa y huevos de pescado.
«El bar Roberto es una joya por tres cosas«, explican desde la asociación donostiarra-norteamericana International Society for Preservation and Enjoyment of Vermut. «Lo primero que se nota es el ambiente. Cuando a la hora del vermut la calle General Artetxe se llena de gente el pequeñísimo bar Roberto es la fuente de la mayoría. En segundo lugar, el vermú está preparado de una manera especial y única, con sus gotas y sus guarniciones. Y tercero: la gama de vermut. En la pizarra muestran 12 vermuts, pero en realidad tienen muchos más y siempre están al día en cuanto a vermuts nuevos. Además, están siempre dispuestos a hablar de su pasión… Suelen tener algún botella a la vista que es tan nuevo que no está a la venta, y si lo ves y preguntas igual te dan un sorbo para probar».
Pero si te van bocados más contundentes no hay perdida. Justo enfrente del Roberto se encuentra el bar RICARDO conocido en el barrio por sus jugosas y hermosas croquetas y fritos en general: las croquetas de jamón clásicas y de mejillón (sin concha), calamares, etc. Del bar PAGADI ya hemos hablado aquí alguna vez: un bar de toda la vida con las cosas bien hechas y famoso, entre otras cosas, por su tortilla individual. No tiene nada que envidiar al de la Bodega Donostiarra, por cierto. Y por último, ya se sabe, para bolsillos más holgados y paladares finos el bar BERGARA al final de la calle.
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