Pongamos que tienes un amigo que viene a pasar el fin de semana a San Sebastián. Quieres ejercer de buen anfitrión y llevarle a comer a un sitio típico pero que no esté en lo Viejo, siempre atiborrada de gente. El listón de la gastronomía vasca debe quedar bien alto. Como eres tú el que invita tampoco quieres que te salga por un ojo de la cara y, a poder ser, te gustaría comer sentado. Por si fuera poco, no sabes muy bien si tomar un pintxo, una ración, comer de carta o de menú. Y, ya puestos, si es en terraza mucho mejor.
Bien, pues ya tenemos ese sitio. Se llama La Bodega Donostiarra (calle Peña y Goñi, 11) y la verdad es que nunca falla. Quizás por eso es de los pocos establecimientos de la ciudad en los que siempre hay gente. Sea un gris día de invierno, primavera, Semana Grande, las 4 de la tarde o las 11 de la noche. No desesperes: te costará llegar a la barra, pero una vez hayas podido pedir es muy probable que tarden menos de dos-tres minutos en ponerte una ensalada de tomate, un bocadillo completo o una ración individual de tortilla recién hecha, tres de los grandes reclamos de su cocina. Otro punto a favor: la cocina está abierta desde las 9 y media de la mañana hasta las 12 de la noche.
Entre algunos clientes de toda la vida y los vecinos de barrio todavía resuena el eco del debate abierto tras la última remodelación del local hace seis años. Miguel Montorio pasó en 2009 a dirigir este establecimiento fundado en 1928 y le dio un importante lavado de cara continuando, eso sí, con la línea de la cocina que habían marcado durante más de 30 años la pareja formada por Miguel Mendinueta y Pili Mintegi.
¿Es mejor como era antes? ¿Más auténtico, quizás? ¿Qué es lo que os comenta la gente? «Hay de todo. Antes tenía ese toque de tasca que, como en muchos bares de la ciudad, se ha perdido», explica apresurado Mikel, el atareado encargado de la Bodega desde hace 4 años. Empezó a trabajar aquí como soldado raso, echando unas pocas horas extras, y ahora ya es la cabeza visible del local. Mikel, por cierto, está lejos de ser un hostielero. Es amable, simpático y cercano, incluso en las horas punta del bar, lo que en este caso abarcaría casi todas las horas de su trabajo. Es el primero que se ríe y le quita hierro al concepto que, por otra parte, asume con naturalidad como parte del gremio de la hostelería donostiarra.
Suena a tópico, a compadreo o a publirreportaje pero nada de eso. La siguiente afirmación es tan cierta como que en Donostia llueve más que en Almería: todo está realmente bueno en La Bodega Donostiarra. Cuesta un mundo elegir un plato de la carta. En los pintxos (a unos 2 euros) acertarás si te decantas por la ensaladilla rusa, el salmón, la gilda con bonito, el pulpo a la vinagreta, la mini-tortilla, las antxoas… El plato del día cuesta 8,50-9 euros pero incluye bebida y postre y la cantidad de la ración es muy generosa. La ensalada de patata suele ser uno de los clásicos platos del día, así como algún pescado suelto. Por encima de 10 euros se encuentran sus famosas brochetas (de carne o pescado). Carnívoros, la txuleta es más que aceptable.
En la web Trip Advisor La Bodega Donostiarra no sale entre los diez mejores restaurantes de San Sebastián. Ni entre los 20 ni 30 primeros. Ocupa el puesto número 45 de un total de 526. Pues vale. Cada vez que un amigo me pregunte dónde puede ir a comer ya tengo listo mi comodín.
2 Comentarios
Tres motivos que justifican por qué es de los mejores sitios de San Sebastián:
– Por la excelsa calidad de todos sus productos a precios bastante contenidos. En la Bodega de come muy rico y muy muy bien, más barato (si, más barato) que en muchos sitios de San Sebastián.
– Por ser de las pocas cocinas donostiarras, si no la única, que está abierta desde las 12h hasta las 23h, todos los días que abre.
– Porque su servicio es amable y educado siempre, cosa nada habitual por estos lares. Nunca una mala por querer comer algo cuando están a punto de cerrar.
Es rara la semana que no vamos por allí y hasta ahora no nos habíamos animado a escribir. Es de justicia hacerlo y decir que, sin duda, es el mejor sitio de San Sebastián.
Amén, Zio Thom. De los mejores sitios, sin duda. Precios razonables, excelente calidad y buen servicio, sí señor.