Es de cajón reconocerlo: San Sebastián nunca ha sido una ciudad canalla. Las ciudades que nunca duermen siempre han sido otras, en el largo invierno las calles se vacían y ya se sabe que a partir de cierta hora cuesta encontrar algo abierto. La decadencia de la noche donostiarra no es un fenómeno que nos pille por sorpresa, no es algo nuevo. A finales de los 90 los jueves universitarios también dejaban mucho que desear y los viernes, salvando los meses de verano, hace mucho que dejaron de ser noches de farra.
Es más: en los últimos tiempos una parte de la noche donostiarra -aquella que se especializa en lo musical y ofrece algo distinto- ha vivido un nuevo impulso. Todos los ejemplos a los que se hace referencia en este artículo de El Diario Vasco corresponden a los bares y discotecas insulsas de siempre donde casi todo se reduce a un chunda-chunda y pachangueo de libro.
Así que puede que en el meollo de la Fermín Calbetón las cosas no sean tan animadas como antes, pero hay otra Parte Vieja que late, afortunadamente, con una mayor intensidad. Bares como Akerbeltz, Eiger, Atari, Sirimiri, Hamabost, Txiki, Rekalde, Minuto y Medio… cuentan con una fiel parroquia todos los fines de semana. Se juntan para escuchar la música que les gusta y se rodean de un ambiente afín. Todos ellos se sienten como en casa.
Los bares que sobreviven son los que se han especializado (sobre todo en la selección musical, pero también ofreciendo un buen surtido de bebidas alcohólicas ) y han puesto un poco de su parte para atender a los clientes. Los tiempos de los bares impersonales y clónicos han pasado a mejor vida.
Fuera de la Parte Vieja, el ambiente alternativo se ha trasladado a Egia. Tras unos meses de confusión la sala Dabadaba y el Bukowski (y en menor medida al Staaf) han recogido las inquietudes musicales de una parte nada desdeñable del público que sale por la noche. Por su parte, bares como el Teorema de Gros y el Pokhara de Reyes Católicos también gozan de buena salud. De nuevo funciona la fórmula de criterio musical + atención personalizada + buen ambiente.
Pero tal vez el argumento definitivo que tumba la teoría de que la noche donostiarra está de capa caída son los conciertos. No sólo de pubs viven los noctámbulos. Hay más conciertos que nunca, la oferta es difícilmente superable. Y la gente suele responder. El sábado pasado 400 personas vibraron con el estupendo espectáculo de Los Straitjackets y Deke Dickerson en Intxaurrondo, Grises abarrotó la sala Dabadaba y un grupo underground (Sewergrooves) reunió a un buen puñado de fans rockeros en el Bukowski. No parece, precisamente, la radiografía de una noche en la cuerda floja.
8 Comentarios
Buenas!!
me gustaria dar mi opinion,porque realmente no estoy de acuerdo con el autor del post,la noche donostiarra cada dia esta peor,llevo trabajando en la noche donostiarra desde los 17, comence en illumbe, cuando era el boom!
Bien,pues cuando ibamos con la cuadrilla a illumbe soliamos estar hasta la 1:30 – 2:00 en lo viejo y subiamos,genial,varias salas diferentes ambientes y todo puerta con puerta,todo el mundo contento,el ayuntamientos,los vecinos de la parte vieja y los clientes.
Ahora, cuando illumbe estaba en pleno apogeo se estudio el poner un plan de seguridad con agentes de seguridad para controlar todo el edificio( ya que estamos hablando de un par de miles de personas cada sabado) el plan de seguridad funcionaba perfectamente hasta que los hosteleros decidieron quitar la seguridad conjunta del recinto, ahi se les empezo a escapar de las manos, creo que era un sitio perfecto para la gente joven que quiere CHUMBA CHUMBA o pachangueo de libro como decis disfrute y no moleste a nadie.Pero eso exige mucho control y seguridad.
Bien ahora,que que queda para los jovenes que quieren ese estilo de musica???
Al sirimiri los vais a llevar?
El people (zm) cerrado por cambio de dueño y se dice que la rotonda tambien cierra despues de agosto,y ahora que??
Entiendo que cada uno tiene sus gustos pero hay que entender que la juventud entre 18 y 25 años son los que mas salen y tienen gustos diferentes a los vuestros.
En la variedad esta el gusto y la verdad paseas una tarde por lo viejo y esta genial,pero a la noche cambia mucho la cosa, la cosa esta mal a la noche,y quien no quiera verlo que no lo vea,
Mi opinion
Un salido digo un saludo
Dejarse el Lamb es pecar y mucho
Kaixo, Eli:
Muchas gracias por tus comentarios. De chapa, nada. Lo que escribes tiene enjundia y se agradece enriquecer el articulo con ideas como las tuyas que además complementan la información. Voy a ir por partes:
-Estoy de acuerdo en que Illunbe fue desde el primer momento una pésima idea. En lugar de potenciar la noche donostiarra lo que se construyó fue un gueto que acabó como acabó.
-¿Que en los 90 había más marcha? Es probable. Sólo puedo hablar de mediados y finales de los 90, cuando, además de lo Viejo, La Zona todavía tenía tirón. Y sí, bailaba lo que me echaban.
– Muy interesante abrir el abanico de bares a los que comentas… Merecen un post aparte.
Gracias de nuevo.
Agur!
Siempre es un placer colaborar, aunque sea desde el punto de vista personal. Por cierto, felicidades por la página, de las pocas que leo a menudo.
Un abrazo.
Mila esker por el cumplido 🙂
Ha sabido apostar fuerte dedicándolo a un estilo musical poco habitual en esta ciudad, con precios muy competitivos y haciendo sentir a la gente como en su casa. Y el Daba Daba creo que supo crear un ambiente diferente al ver toda la demanda que había de un estilo musical diferente (más o menos con el boom Indie en aquel momento) y abordando la falta de locales que había para el sector de gente de a partir de 25 años.
En cuanto a los conciertos estoy totalmente de acuerdo, y cuanta más música en directo mejor.
Aún así creo que hay que ser sinceros, y no depende de estilos musicales el funcionamiento de los locales, depende de un sin fin de cosas mas, empezando por la primera y más importante (en cuanto hacia el público) que es la que comentabas antes, el trato personal, sin duda es lo mas importante. Aún así ya que has dejado el centro un poco de lado te voy a poner 4 ejemplos rápidos:
– Leize Gorria: Parroquia fiel, buena música, música en directo, Jam sessions y buen trato. Cerrado porque no daba para pagar las facturas.
– Vip’s Rock House: Parroquia fiel, durante el primer año sólo música rock/pop/Indie, música en directo, Jam sessions y buen trato personal. Entre semana currando mucho y el fin de semana vacío, el fin de semana tuvo que cambiar a un pachangueo «de libro» muy light y aguanto año y medio mas. Cerrado porque no daba para pagar las facturas.
– London Rock House (misma gerencia que Vip’s Rock House): Parroquia fiel, entre semana buena música rock/pop/Indie (nacional e internacional), fin de semana «pachangueo de libro». Hasta hace un año música en directo y Jam sessions todas las semanas entre semana y a primera hora del fin de semana (hasta las 00h). Sin quejas de vecinos el ayuntamiento les obliga a dejar de hacer música en directo bajo amenaza de clausura del local, dejándoles solo hacerla durante el rompeolas (menuda contradicción, aupa Donostia 2016…). A día de hoy siguen abriendo todas las tardes/noches (menos miércoles creo) y están a punto de celebrar su tercer aniversario, en la casi soledad de lo que un día fue «la zona».
– Hollywood: Incombustible y rey de reyes en la noche de Donostia. Parroquia fiel, música muy buena toda la semana y un trato inmejorable. 38 años abiertos.
En definitiva, hay mucha mas noche que la que escribimos, pero las costumbres han cambiado y hay mucha menos gente nocturna que antaño.
Un saludo, sorry por la chapa
Otra cosa es que el pachangueo de entonces fuera de mayor calidad en su mayoría (Celtas Cortos, Seguridad Social, Molotov…), pero los tiempos cambian y la música con ellos (por desgracia para los más mayores y por fortuna para los más jóvenes).
Los bares que comentas de la parte vieja conservan su parroquia fiel desde mucho antes del «boom» Indie que ha vivido Donostia (especialmente desde el primer festival de Igeldo). Otros como el Aker, han cambiado de manos varias veces, hasta que alguien con mucha cabeza (y don de gentes) como el señor Imanol Basterra (espero que no se note que es un buen amigo
He empezado a leer este artículo interesado en ver si por fin alguien hablaba realmente del problema de la noche donostiarra, y me ha dejado tan indiferente como el del Diario Vasco, ya que creo que ninguno de los dos aborda realmente dicho problema, ya que los veo como visiones personales de la noche, y me explico punto por punto sin ánimo de ser muy chapas.
A finales de los 90 había vida nocturna (por supuesto nada comparable con grandes ciudades, no nos olvidemos que seguimos siendo un pueblo a su lado). Podías tomarte una copa entre semana (ya no hablo del fin de semana) hasta bien entrada la madrugada, en diferentes bares con buena música y un trato personal difícilmente mejorable (véase J&C, Hollywood, Dover, Fede, Txiki, Minuto….).
A día de hoy si que es cierto que cuesta encontrar algo abierto ENTRE SEMANA a altas horas (pongamos a partir de las 00h), pero hay sitios, y de mucha calidad tanto musical como personal, pero en este caso el problema no es de oferta, sino de demanda. A finales de los 90 me encontraba un martes de invierno con muchos parroquianos conocidos, incluso amigos algunos, que hasta las 02h (los menos «canallas») animaban la noche y generaban un ambiente buenísimo, y nos levantábamos a las 07h para ir a trabajar (había más trabajo de acuerdo, pero lo mas importante, había otra mentalidad, una mentalidad que estamos años luz de recuperar). Recordemos también que muchos de los hosteleros nocturnos comparten que el inicio del fin de la noche donostiarra fue Illumbe (ganas de afrancesar una ciudad con vida nocturna y alejar esa nocturnidad del núcleo urbano). Y si hablamos de bares de comida (como tu link nos ponía) estoy de acuerdo contigo, pero no creo que este artículo trate sobre esa parte de la noche.
El artículo del Diario Vasco me pareció un artículo escrito desde el punto de vista de una persona que salía en los 90, que solo aborda una parte de la noche (la más joven), y que nos guste o no tienen sus gustos musicales (chunda chunda y pachangueo de libro como comentabas), y me parece muy falto de información, ya que el problema lo ponen en los precios principalmente (algunos sitios pueden ser abusivos, pero otros te dan la misma calidad de bebidas a mejores precios, y cada vez mas). Sin embargo, si el artículo del diario vasco hubiese estado completado con tu artículo ya habría cambiado la cosa, ya que ahí es donde se podría ver el cambio generacional y de costumbres, tanto en gustos musicales como en sectores (no me digas que no bailabas chunda chunda o pachangueo de libro en tus noches de la zona