Si estos días has pasado por Sagües habrás visto que la pista de Roller Derby que se acondicionó para el festival Olatu Talka sigue intacta. El pasado viernes 29 de mayo se montó un buen show: al combativo deporte femenino se le unieron la tecnología punta de Hirikilabs, conciertos y djs parranderos como Disco Bambinos. Una combinación explosiva. Probablemente no podrá celebrarse una partida de roller tan espectacular así como así, pero las chicas de Easo Avengers, que andan buscando financiación para poder disponer de equipación propia y competir en condiciones, ya han mostrado su interés en volver a jugar en Sagües.
No es la primera vez que Olatu Talka lanza un proyecto y adquiere vida propia, sobrevive al propio evento. «El pasado fin de semana tuvimos un festival sobre la diversidad cultural que también nació en Olatu Talka», subrayan desde la oficina del festival. Pero sin duda el ejemplo más recurrente es el de Musika Parkean, que nació como una actividad asociada a Olatu Talka en abril de 2010 y se ha convertido en uno de los planes de ocio estrella de la primavera-verano donostiarra.
Así que si es verdad que más de 30.000 personas se han subido a la ola este año, que no nos extrañe que de una edición tan exitosa vuelen libres un puñado de ideas y proyectos. Llegados a este punto no podemos dejar a un lado Kontxa Gaumarket, el mercadillo de los voladizos de la Concha que empujado por el buen tiempo se llenó hasta la bandera de compradores y curiosos. Menudo éxito. Fue el bombazo de Olatu Talka. Y atento al detalle: nada más empezar, Carol Marín, coordinadora del evento y una de las responsables de The Gallery, ya estaba entusiasmada con la idea de volver a celebrar algo así. «Que, ¿esto lo repetimos, no?», preguntaba a participantes y colaboradores.
«No todo el año, pero sí nos gustaría ponerlo en marcha en algunas fechas concretas de primavera, verano y otoño», responden desde Olatu Talka. De momento han levantado el pie del acelerador, ya que hasta que se configure el gobierno del nuevo ayuntamiento no se pueden tramitar los permisos municipales que lleva aparejado una iniciativa de este tipo. En cualquier caso, en Olatu Talka van a empezar a trabajar a partir de agosto con distintos agentes de la ciudad para ver qué cosas pueden tener continuidad y hacer un seguimiento más pormenorizado de cada uno de los proyectos. De cara al simbólico año 2016, se pondrán las pilas varios meses antes de lo habitual.
Bastante más complicado resulta abrir al público las visitas guiadas a los antiguos depósitos de agua de Ulía. «Sería maravilloso que el ayuntamiento lo hiciera suyo, pero faltan muchas cosas, no está preparado aún», reconocen. En realidad, se necesitaría un ambicioso plan que implica, para empezar, una partida presupuestaría para montar toda la infraestructura de seguridad y acondicionamiento. Está muy verde, pero en el fondo quizás sólo sea cuestión de voluntad política. En cambio, otros eventos como el festival folk Basoka del bosque de Miramón, que también ha funcionado muy bien, pueden volver a celebrarse sin la necesidad de someterse a un aparatoso lifting.
¿Y qué pasa con el cine en la azotea de Roof Top Zinema? ¿Habrá más? Sus organizadores -el colectivo Kristonkino y Taskakulturklub, la vertiente cultural del bar A Fuego Negro- ya han adelantado que sí, que la de Olatu Talka ha sido la primer noche de pelis en las alturas. Son conscientes de que estamos ante un plan redondo que tiene todos los visos de cuajar entre el público donostiarra. Aquella velada en la última planta de la sede de Donostia 2016 salió a pedir de boca: los cortos seleccionados, el entorno, la ambientación, la música de acompañamiento, la comida… La única pega fue que el acceso estaba limitado sólo a unas 60 personas.
«¡Que noche la de aquel día!», escribieron en su muro de Facebook los chicos de Kristonkino. «Mucha gente nos llamó locos cuando les dijimos que pretendíamos llevar el cine a las alturas. Lo que no sabían es que hay mucha más gente que también está de la azotea, gente que nos echó una mano desinteresada par que el sueño fuera posible».
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