TEATRO DE BOLSILLO: OVARIOS VERDES FRITOS (Y APRETADOS)

¿Cuánto tiempo hace que no vas al teatro? Si, como en mi caso, tu respuesta es “más del que me gustaría”, entonces el festival de Teatro de Bolsillo es lo tuyo. Porque en vez de ir tú al teatro, el teatro viene a ti: esta 25 edición nos propone más de 30 sesiones gratuitas en otros tantos espacios repartidos por el centro y los barrios de Donostia.

Además, estos espacios son en su mayoría bares, así que podemos disfrutar de la función tranquilamente, con un café, una cerveza o un pintxo en la mano. Por lo menos esto era lo que me imaginaba yo cuando decidí ir a ver la obra “Ovarios verdes fritos”, función de Detritus Teatro. La cita era el miércoles 24 a las 20.00 en el Koh Tao. Pero al llegar me encontré con que el público desbordaba (literalmente) el bar.

El koh Tao a reventar

Un espontáneo, del que creo que muchos pensamos en un primer momento que era parte de la obra, proponía derribar la pared del Koh Tao. “¡Al Quaeda es bueno, este muro es malo!” gritaba, no sé si en un sutil homenaje a los titiriteros de Madrid. Al final el público, entregado al espectáculo de Detritus Teatro (a juzgar por sus carcajadas, que era lo único que oíamos desde fuera), le mandó callar. Unas chicas que también intentaban seguir la obra desde el exterior comentaron que el espectáculo se repetiría al día siguiente en El Antiguo. Efectivamente, la última función de “Ovarios verdes fritos” fue ayer, jueves 25, a las 21.00 en el Garai.

Esta vez llego un cuarto de hora antes, pero también me encuentro el bar prácticamente a reventar. Tanto que debo tomar una decisión difícil: acercarme a la barra a pedir algo a riesgo de perder mi sitio, o guardarlo hasta que empiece el espectáculo. Opto por lo segundo y durante la espera charlo con Iturri (Mikel Iturria). Iturri me explica que el cambio de fechas (este año, el festival de Teatro de Bolsillo ha pasado de programarse en mayo a febrero) puede ser uno de los factores que explican una asistencia de público aún mayor de lo que era habitual. También me dice que Detritus Teatro ha tenido mucho éxito en anteriores visitas a Donostia.

Por fin sale a escena Detritus teatro, aka Belén Nevado, interpretando a la sexóloga Mastur Batetu Cándida. El objetivo de Cándida (o mejor Candi, para evitar asociaciones, digamos, picajosas) es instruir al público en una serie de ejercicios que forman parte de su sofisticado programa “Chumino Power Revolution”. Lo que sigue es hora y media de “comedia ácida”: humor provocativo, feminista, que rompe varios tabús y sortea algunos clichés. El show incluye varios modelos de bolas chinas, un innovador artilugio para que las chicas podamos hacer pis de pie, y un homenaje a Tina Turner, probablemente poseedora de un robusto suelo pélvico.

Si todavía no habéis ido a alguna sesión del festival de Teatro de Bolsillo, quedan los pases de esta tarde a las 20 horas («Magia Poltsikoan», en Tas Tas, Parte Vieja; «Sexijentziak askatuz», en Etxarriene, Martutene; y «Kitto, nik uzten dut», en Ardube taberna, Loiola) y la gala de celebración del 25 aniversario, mañana sábado a las 23.00 en el Dabadaba.