Tiene 43 años y ya es abuelo. Pero no es la principal sorpresa que guarda Igor Jauregi (Errenteria, 1971), que se presenta como Gartxot y da nombre al bardo de Itzaltzu que popularizó el escritor Arturo Campión. Gasta un aspecto desaliñado y ajado, probablemente, por los contratiempos de una vida azarosa que empezó cuando se marchó de casa a los 15 años. Ha vivido mucho tiempo en Navarra -«creo que he tocado en todos los pueblos»- y fue en Pamplona donde empezó a destacar como cantante hace ya 20 años. «Primero lo hacía sentado y poco a poco me fui levantando hasta encontrar mi sitio», relata. Hoy Gartxot es un artista de los pies a la cabeza. Con una simple guitarra y una voz preciosa que se queda clavado en el corazón saca brillo al popular cancionero euskaldun.
Sus canciones, versiones desnudas, muy sentidas, de clásicos de Mikel Laboa, Xabier Lete, Antton Valverde y otros tótem de la cultura vasca rebotan en las calles de la Parte Vieja. Se hacen grandes. Enormes. Y la gente aplaude y lanza unas monedas al aire. Su sitio es la esquina de la calle Narrica con Embeltrán, pegado al escaparate principal de la mítica sombrerería Ponsol. No tiene un día fijo, una rutina estructurada. Aparece una o dos veces por semana sin importar si hace frío o calor. Mi favorita es «Sorterriko koplak», de Laboa.
Esta mañana Donostia ha amanecido nevada. Caen tímidos copos de nieve. Deja sus bártulos en el suelo, entorna los ojos -«si los abro me despisto con la gente»- y como si estuviera acariciando a un bebé recién nacido arranca con «Ondar Gorri», de Xabier Lete. Se le acerca un hombre y le susurra al oído: «¿El frío no te asusta?». «Siempre empiezo con la misma canción», dice cuando ya ha terminado su actuación, de unos 40 minutos. «Luego voy enlazando una con otra, Mendian Gora Haritza de Imanol, Herri-Behera de Lertxundi…».
Su timbre, aterciopelado, puede recordar a Mikel Laboa aunque tiene un chorro de voz bastante mayor que el del irrepetible cantautor donostiarra. Cuando hace bueno se pone debajo del arco del bar de Portaletas. «Es el mejor sitio, donde más disfruto. Aunque también puede llegar a desvalorizar al músico. Algunos dicen: `Canta así de alto porque está ahí debajo´. Y no es verdad», se lamenta.
Gartxot ha publicado dos discos de estudio -«Zazpi haizetara» (2003) y «Mahatsatik sagarrara» (2008)- y sigue la estela de los cantautores vascos a quien admira. De todos ellos se queda con Imanol Urbieta, famoso por el tema infantil «Ran Rober Ran«. De vez en cuando también aparece por la calle San Jerónimo. La Parte Vieja es su escenario.
No hay comentarios