Lou Topet ha estrenado un vídeo esta misma mañana, perteneciente al concierto de presentación del pasado 6 de noviembre en la sala Modelo de Zarautz. La canción elegida es una versión en euskera del tema «Where have all the flowers gone» de Pete Seeger titulado «Loreak non dira». El grupo de Zarautz acaba de publicar junto con el escritor Harkaitz Cano «Abesti bat gutxiago», un espléndido y ambicioso disco-libro donde se reúnen 10 versiones y un bonus track. Todos los autores elegidos son norteamericanos con excepción de los Rolling Stones. Cano se ha encargado de llevar las letras al euskera.
Para llevar a cabo el proyecto pusieron en marcha una campaña de crowdfunding el pasado mes de agosto. Oier Aranzabal (voz, guitarra acústica y armónica) es el miembro del grupo que responde al siguiente cuestionario.
Cuando estabais preparando el segundo disco empezasteis a maquinar «proposiones indecentes» con Harkaitz Cano. Pero, ¿cuándo os disteis cuenta de que el nuevo trabajo de Lou Topet iba a ser un disco de versiones?
No me acuerdo del momento exacto. Pero sí sé que para cuando nos dimos cuenta el proyecto había tomado cuerpo; fue entonces cuando decidimos que ‘Abesti bat gutxiago’ se iba a convertir en el segundo trabajo de Lou Topet. El proyecto adquirió un peso que no esperábamos. Cada vez se fue uniendo más gente. El trabajo en común siempre ha sido el eje y todos nos hemos quedado a gusto con el resultado. Ése, y no otro, ha sido la clave del éxito.
¿Por qué os habéis decantado por estos autores (John Hiatt, Will Oldham, Wilco, Tweddy, Mavis Staples…) y no otros? Dices que son discos que están en las «estanterías de casa», pero también será porque en cierta forma condensan el espíritu del grupo, ¿no?
Necesariamente. No hay misterio en la elección. En el libro también habla de eso Harkaitz Cano. Al final, ¿no estamos todo el rato haciendo versiones? ¿Una buena canción no es siempre una buena versión? Hemos elegido los músicos de nuestras estanterías. Los músicos que nos han hecho ser lo que somos, aquellos que admiramos. Y hemos intentado que se parezcan un poco a nosotros. De los temas elegidos algunos los tocábamos en el local de ensayo. Algunos hacía tiempo que querían salir y este proyecto ha sido una excusa preciosa para que así sea. Tenían que ser estos necesariamente.
En general os han quedado versiones bastante fieles. ¿No se corre el riesgo de salir perdiendo en esa pugna entre la canción original y la versión?
Hacer una versión es como ocupar una casa. La tienes que hacer tuya, de lo contrario no se convertirá en versión. Y cuando reutilizas una casa, o cuando la revives, puedes respetar los muebles antiguos, dejar las paredes pintadas del mismo color o lo puedes poner todo patas arriba y cambiar de muebles y el color de la pared. Diría que en algunas canciones hemos sido bastante fieles pero que en otras ha sido más bien lo contrario, caso de «Loreak non dira». El proceso de hacer tuya una canción no es fácil y lo mismo que a veces te pide fidelidad, en otras te pide ser caótico y hacer cambios. En el disco hay para los dos.
¿Por qué habéis querido romper la supremacía estadounidense con la inclusión de «Wild horses» de los Rolling Stones?
¿Quieres saber la verdad? Ha sido un capricho. Hemos vivido dos semanas en los estudios Garate. Conviviendo, mejor dicho. Y Rafa Rueda y yo una noche nos pusimos a jugar con nuestras guitarras y tocamos «Wild horses». Le pedimos a Harkaitz Cano que nos lo tradujera y lo hizo con su habitual rapidez y habilidad. ¡Tak! Decidimos, si el tiempo jugaba a nuestro favor, que lo íbamos a grabar en acústico y que lo meteríamos como bonus track. Dicho y hecho.
Cass McCombs y su canción»Brighter!» («Argi!») os ha quedado bastante popera. Resulta curioso que hayáis mantenido la «metedura de pata» de la intro: empezáis el tema dos veces…
Lo hemos grabado en analógico. Y esto tiene su efecto a la hora de trabajar. Hemos grabado las canciones todos juntos y hemos tendido a conseguir dos buenas tomas por cada canción. Pues en ‘Argi!’, error mediante, paramos y volvimos a empezar. Oímos el resultado y decidimos dejarlo así. Nos gusta mucho la música sin anabolizantes en la que confluyen el mejor directo y el mejor estudio. Giorgio Bassmatti nos ha dado ese toque poppy. ¡Y nos gusta mucho!
¿Cómo habéis trabajado las traducciones con Harkaitz Cano? ¿Utilizando la metodología de ensayo-error y arrojando a la basura las palabras y estrofas que no servían?
Primero intercambiamos por e-mail las letras originales y las traducciones. Luego yo las tocaba con la guitarra y proponía modificaciones, sobre todo fonéticas, cambios de palabras y cosas así. Harkaitz Cano es un gran traductor y sabe cómo recuperar el agua que se pierde de un idioma a otro. Una vez que estaba apañada la versión hemos solido quedar en el sótano de Garoa para cantar y darle un repaso. Para darle los últimos cambios y dejarlo listo. El proceso de creación de una canción es jugar con la eternidad. El juego dura desde que viene la idea hasta la grabación. Tom Waits dice que dentro de una canción hay otras 10 canciones distintas y que nosotros elegimos una de esas. Es hacer lo mismo que hacía Houdini, pero en lugar de escapar, entrando en la canción.
Este proyecto empezó como un «juego», pero el resultado es realmente potente: os ha salido un disco-libro de casi 100 hojas. ¿Por qué habéis decidido ir más allá del clásico formato CD?
Como ya he comentado, el proyecto poco a poco fue adquiriendo más peso. Cano ha escrito un texto tremendo y no queríamos que el formato nos acabara condicionando. Así que hemos tratado de dar con el formato más adecuado y la verdad es que nos hemos quedado muy satisfechos con el resultado. Oihana Leunda se ha encargado de la maquetación y lo hemos conseguido gracias a su trabajo. Es toda una artista y ha mejorado lo que teníamos en mente.
A través del crowdfunding habéis logrado reunir más de 5.000 euros. ¿Si no llega a ser por la generosidad y complicidad del público este proyecto hubiera acabado guardado en un cajón?
Sin duda, hemos logrado producir este trabajo gracias a la gente. Gracias a 122 cómplices, pero también gracias Gari Berasaluze e Imanol(txo) Agirre, Kalaportu Sare Bideak y Garoa Kultur Lab, con quien hemos publicado ‘Abesti bat gutxiago’. Es precioso ver cómo la gente cree en tu trabajo. Y es más bonito aún si después del trabajo hecho ellos se quedan contentos.
Rafa Rueda, Joserra Senperena, las voces de Basmatti y Lozano… ¿Se puede decir que la familia de Lou Topet ha crecido o hemos estado ante una familia numerosa de carácter provisional?
Lou Topet es flexible y el trabajo en equipo es su base. Hoy en día está formado por todos los que has citado. Rafa, Joserra, Giorgio, Ainara… Pero también por Imanol y Gari y también Martxel Arkarazo. Y agradecemos a todos ellos lo que hacemos. No sobra nadie. Nunca.
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