Parece fácil: se trata de ver películas, pero el evento es algo más complicado. Para empezar, hay que elegir bien. Para eso ya escribí una pequeña guía a modo orientativo. Las entradas se pusieron a la venta el domingo y ya hay pases agotados. Por ejemplo, una de las apuestas de aquí, “Loreak”, que ha agotado una sesión en el inmenso Kursaal 1 (1800 butacas). Así que espero que te hayas movido ya y tengas en tu poder las entradas de tus preferidas.
Quizá te interese asistir a un coloquio con el director y con algunos actores. Algunos pases cuentan con ello. Muy habitualmente en el cubo 2 del Kursaal. En el cubo 1 es posible que esté el equipo de la película pero solo habrá ocasión de aplaudirles entre el público y a la salida, por las amplias escaleras; nada de coloquio. En el diario gratuito del festival puedes consultar los pases que tienen coloquios. Puede interesarte participar un poco más y votar: algunas de las sesiones están marcadas en el programa como votación del público.
A la caza del famoso
Es muy posible que te haga ilusión ver famosos. Este año andamos bien de glamour. Para empezar, los dos premios Donostia: Denzel Washington y Benicio del Toro. Al primero lo tuvimos al principio y estuvo en la gala de inauguración. Para Benicio habrá que esperar hasta los últimos días. Otra de las grandes estrellas es John Malkovich, al que ya hemos visto por aquí. Como a Antonio Banderas, el actor Willem Dafoe… Hacia el jueves estarán los argentinos Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia. Y en los últimos días tendremos a Charlotte Gainsbourg, actriz y también cantante. Pero, ¿cómo cazarlos?
Para empezar, cada día podéis consultar las llegadas de los famosos en el diario del festival, también disponible en la web. Es habitual que haya público en los photocalls. Se hacen detrás del Kursaal -si no llueve- y si te acercas por la zona seguramente podrás ver la sesión de fotos. Los horarios están en la página web del festival. La novedadad de este año es que se han buscado nuevas localizaciones con vistas al marco incomparable, como en el caso de Banderas.
Los más obsesionados montan guardia en el hotel Maria Cristina. Aunque es mejor esperar al tradicional “paseíllo” que separa el Maria Cristina del Victoria Eugenia, si tienen pase ahí. O ir a la alfombra roja para el pase del Kursal 1, que además suele estar amenizado con buena música, desde hace unos años, así que el plan es redondo.
Vamos a tomar algo (o a bailar)
La carpa Keler ya forma parte del paisaje habitual del festival. Entre el Kursaal y el río. Tiene dos zonas, una para acreditados y otra para todo el mundo. En medio, hay djs pinchando toda la semana. Cañas fresquitas junto al mar y pintxos a un euro. Es un buen plan.
Fuera del meollo festivalero hay cosas que hacer. En el bar Staaf tienen djs todas las noches. En el Botanika hay vermú desde las 12:00 y comidas internacionales. En el Kothao también tienen menús festivaleros. En Dabadaba hay conciertos prácticamente todos los días. Y por supuesto, el ambientillo habitual en los bares de las zonas cercanas al festival.
Vamos a una expo
El Museo San Telmo presenta la exposición Metropolis: la obra maestra reencontrada, sobre la película que Fritz Lang dirigió en 1927. Son 115 fotografías, acuarelas, dibujos y reproducciones de grabados relacionados con la película, además de diversos materiales audiovisuales. Además, el espacio Impact Hub (Urdaneta, 4) acoge una exposición de doce pinturas del artista vasco Jon Jauregi: retratos de personajes tan conocidos como Denzel Washington, Woody Allen, Benicio del Toro, Liz Taylor…
1 Comentario
DABDABDBDABDABDBADBQADBDABDADBDADBDA, Botanika, SstAAf,
Qué pesaos es que no hay más bares en San Sebastián?