Una de las cuestiones que siempre les trae de cabeza a los organizadores del festival de cine documental musical Dock of The Bay es la financiación. El año pasado tuvieron que suplir la falta de recursos económicos con un crowdfunding que salvó la séptima edición in extremis. Fue un milagro. Y es un milagro que del próximo 10 al 17 de enero volvamos a disfrutar del único evento que combina música y cine en Donostia. Mi festival favorito. Por eso y por las razones que siguen amo al Dock of The Bay:
1
Año tras año se convierte en un acto heroico, en una prueba de amor incondicional. Frente al grifo que las instituciones públicas y privadas cierran a la cultura, se abren de par en par las puertas de la ilusión de un pequeño equipo.
2
No es el dinero, estúpido. Acostumbrados como estamos a que TODO se acabe midiendo en términos económicos resulta muy reconfortante encontrarse con otros estímulos. Llámale proyecto personal. Vital.
3
Pero el Dock of The Bay no sólo pertenece a sus organizadores. También es patrimonio de un reducido pero fiel grupo de músicos, melómanos y cinéfilos que hacen el festival suyo.
4
Ha potenciado el sentimiento de comunidad de muchos de nosotros. Ha servido para estrechar lazos. Y, hombre, eso es muy bonito.
5
Un ejemplo: el estupendo ambiente familiar que se vivió el pasado domingo 7 de diciembre durante el evento callejero Dock up. Sin el festival, estas fotos de felicidad no serían posible.
6
Francamente, me da igual si con un festival así entramos en la liga de las ciudades con festivales de documentales musicales. Pero es que es verdad. En plan humilde, pero entramos.
7
Es (casi) la única oportunidad que tienes de ver a uno de tus grupos favoritos a no ser que viajes hasta Barcelona, Inglaterra o un festival remoto en la otra parte del mundo. El año pasado me pasó con The Stone Roses.
8
La programación suele ser irreprochable. Hay documentales para rockeros, heavies, indies, aficionados a la electrónica, música negra… Incluso si no te gusta especialmente la música no hay problema. Tú también puedes ser fan: la calidad media de las películas es bastante alta.
9
Los conciertos y fiestas paralelas que se montan durante los días del festival son citas obligadas. Al contrario que en otros festivales, no hace falta ser VIP o algo por el estilo. Basta con que quieras ir. Te lo pasarás en grande.
10
La cultura es entretenimiento y también una poderosa arma que moldea nuestro espíritu y pensamiento críticos. Define perfectamente la esencia del Dock of The Bay.
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