Han quedado varias cuestiones en el tintero en la primera parte de la entrevista con el concejal de Urbanismo de Donostia, Enrique Ramos. La polémica construcción de la pasante del metro es una de ellas. La también polémica decisión de construir 70 apartamentos para jóvenes en el parque de los viveros de Ulia es otra. El Partido Socialista, al que pertenece Ramos, ha hecho bandera de ambos asuntos. Son proyectos irrenunciables para el PSE. Y el concejal abandona en este último tramo de la entrevista su marcado discurso jurídico -esos «es un debate legal», «me tengo que atener a la ley» y frases similares- para meterse en la piel del político que tratar de convencer a su interlocutor inyectando a sus argumentos pinceladas de pasión. Hasta llega la inevitable comparación con Bilbao: «A los bilbaínos les hacemos gracia porque estamos todo el día peleándonos mientras ellos hacen proyectos y avanzan».
Entramos, efectivamente, en una nueva fase de la entrevista. Más dinámica. Con un sano intercambio de golpes y unos cuantos titulares. Califica a Donostia como «la ciudad de las plataformas«. «Cada cosa que se quiera hacer aquí tiene una plataforma en contra». A su juicio, hoy en día, «no se podría haber hecho ni el hipódromo de Lasarte, ni el Kursaal, ni la Perla, ni el Peine del Viento», ni nada de nada. Seguramente exagera, pero es su forma de exteriorizar su frustración y hartazgo por la dificultad de llevar a cabo una serie de planes urbanísticos en esta ciudad. Nadie dijo que Donostia y los donostiarras fueran fáciles de gestionar. «La tendencia a la autocrítica que hay en esta ciudad me parece lesiva«, sentencia.
Por cierto, como es casi norma en el PSOE -el granadino José Antonio Pérez Tapias, en su día candidato a secretario general, parece un islote perdido en el océano del socialismo español- se muestra especialmente crítico con Podemos -«que nos dejen vivir un poco», zanja- y cuando le pregunto si es de izquierdas, responde tajantemente, casi sorprendido por la pregunta, como si el Partido Socialista fuese firme como una roca con sus principios fundacionales, con un «sí, claro». ¿Y qué es para ti ser de izquierdas? «Aunque suene muy obvio es creer en la justicia social, defender a los más débiles e intentar que mejoren las condiciones de la gente que tiene menos recursos».
¿No tienes miedo a cometer una paletada construyendo pisos para jóvenes en el parque de Ulia?
Tengo la conciencia muy tranquila. Primero porque la ocupación de la parcela es de 9,72% del total del parque. Hay casi un 91% de la parcela que no se va a tocar y se va a poder seguir haciendo lo mismo que hasta ahora. Vamos a poner en valor los depósitos y haremos una entrada accesible. Nunca ha sido un parque.
Que nunca haya sido un parque no quiere decir que no pueda serlo.
Sin duda. Los viveros son una cosa y un parque otra. ¿Que se pueda convertir en un parque? Yo no lo niego. Creo que ambos usos son compatibles.
¿Pero tú crees que se va a mantener la huerta y el uso que se le está dando actualmente por los vecinos con la construcción de las viviendas?
La inmensa mayoría sí. Estoy convencido. La campa donde se hacen todas las actividades, por ejemplo, no se toca para nada.
Enrique Ramos, absolutamente convencido de la sostenibilidad medioambiental del proyecto, se levanta de la mesa para dar con los planos y explicar sobre el papel cómo quedarían las casas incrustadas en el parque. En su despacho hay un ordenador, pero también varias pilas de clasificadoras y archivadores que delatan que el papel aún no ha muerto y que, probablemente, nunca morirá. Al fin da con los planos de las viviendas de Ulia para jóvenes y que, dicen, tendrá un fin social. Vistos así, sobre el plano, los edificios parecen haber sido arrojados limpiamente por un helicóptero suspendido en el aire. Cuesta creer que las excavadoras no vayan a meter más mano al terreno, pero el concejal repite todo el tiempo cosas como «esto no se toca», «ni esto», «esto tampoco». «Va a quedar bien, ya lo verás».
¿No es necesario un debate previo con respecto al metro? ¿No nos falta información?
Diferenciaría entre la participación y el debate, de los que soy súper favorable, y la tendencia a la autocrítica que hay en esta ciudad, y que no me importa decirlo, me parece hasta lesiva. En otras ciudades no pasa tanto. Me fastidia mucho recurrir a Bilbao, pero ahí te dirían que adelante, vamos todos, lo que haga falta… Pasó con el metro y después con San Mames Barria. A la gente de Bilbao les hacemos gracia porque estamos todo el día peleándonos mientras ellos hacen y avanzan.
Decir que sí a todo tampoco es avanzar.
Ya, pero en la vida hay términos medios. Cada cosa que quieras hacer, esto no es algo sólo de San Sebastián sino de toda Gipuzkoa, tiene una plataforma en contra. Esta es la ciudad de las plataformas. Yo me acuerdo la que se lió con el Kursaal, que lo viví como ciudadano de a pie. ¡Qué era aquello! No nos acordamos, ¿eh? Las movidas que hubo contra el Kursaal… Hoy en día el Kursaal no se hubiera hecho y creo recordar que lo que había ahí era un agujero, ni un edificio antiguo. La gente prefería mantener un agujero que hacer el Kursaal. Es muy fuerte.
Pero Bilbao no se puede comparar con Donostia, ni el Kursaal con el metro…
El metro no es de Donostia, es de Donostialdea. Tienes una población de unas 300.000 personas.
Yo hablaba de los 4,2 kilómetros que se van a construir en Donostia.
Esa pasante te permite poder ir desde Zarautz o Irun sin parar. Segundo, permite doblar o triplicar las frecuencias, con lo cual, para alguien que vive en Irun y quiere venir a Donostia a trabajar a diario o, viceversa, no es práctico.
El tren sí que lo es.
El tren, vale. El topo te permitiría cogerlo cada 15 minutos y no es un transporte elitista en absoluto. La gente que coge el topo son estudiantes, trabajadores, gente humilde.
Eso no se pone en cuestión. Se cuestiona el coste, que vaya a La Concha cuando ya llega a Easo…
No llega hasta la Concha por llegar a la Concha, sino porque es una pasante y para que pueda seguir hasta el Antiguo. Es verdad que es mucho dinero. Pero hablamos de un equipamiento que tendrá una vocación de permanencia de 100 años y el coste de esa obra, al final, se diluye en el tiempo y lo utilizarán millones de personas. No se puede ver una infraestructura de este tipo con la mentalidad que hay hoy en día. El hipódromo no se hubiera hecho, el Maria Cristina tampoco, ni La Perla, por supuesto, el Peine del Viento tampoco se hubiera hecho…
Por cierto, ¿El Peine del Viento cómo va a quedar?
(Risas) Bien, mañana se abre (por el viernes pasado) y nos queda la franja pequeña junto al flisch y estamos viendo con la familia de Luis Peña Ganchegui las soluciones que podemos plantear.
¿Básicamente en qué ha consistido el trabajo de este último año?
Asegurar la ladera para que no pasara lo que pasó en el Paseo Nuevo con los desprendimientos. Primero se hizo el estudio para ver qué solución se adoptaba, luego se sale a concurso, luego se ejecuta la obra, etc. Lleva su tiempo.
Volviendo al tema del metro, ¿entiendes que haya gente en contra de vuestro proyecto?
Puedo entender conceptualmente mejor, entre comillas, la oposición a la incineradora porque hay otros elementos en juego como es el de la salud. Europa está plagada de incineradoras y creo que hay que darle una solución al tema de los residuos. Pero lo entiendo mejor porque está dentro de un debate como puede ser el de la energía nuclear.
¿Pero crees que nos hace falta un metro en Donostia?
¿Falta? Lo que hace falta falta son las cuestiones básicas como comer o trabajar… Falta, falta, falta, no.
Te lo digo porque para invertir 165 millones de euros debería ser algo prioritario.
Sí, pero es que no podemos verlo como una inversión que lo hacemos en dos o tres años y ya está.
Entonces lo preguntaremos dentro de 50 años para ver si la gente está contenta y ha merecido la pena.
Vuelvo a repetir, esta vez con el ejemplo del bidegorri de La Concha, que se hizo, no lo recuerdo bien, hace 15 o 20 años. Se decía que el tráfico iba a ser caótico, que los autobuses no iban a poder circular… Recuerdo a la entonces presidenta de la Federación Mercantil, Tereza Provenzana, recogiendo firmas. Fue una pasada. A la política siempre se le achaca el cortoplacismo y muchas veces es verdad, por desgracia. Con esto quiero decir que hay cosas que sí que tienen que estar fuera del debate puntual y temporal porque las tienes que ver con un poco de perspectiva.
¿La alternativa de Bildu no te ha gustado?
Yo creo que no es una alternativa real. Tienen mérito porque se lo han currado y han planteado algo diferente, pero personalmente no me convence.
7 Comentarios
Me parece «interesante» la cantidad de ingenieros de caminos, arquitectos urbanistas y expertos en derecho urbanístico que comentan por aquí. Mañana comentarán sobre la pretemporada de la Real, los nuevos sabores de los helados del Oiartzun y el iPhone 7 que aún no ha salido.
Claro, claro, viva la tecnocracia! Nosotros, brutos nosotros, no entendemos…más que para votar cada cuatro años. Y que luego hagan lo que crean oportuno los que realmente saben, los que conocen más que nosotros mismos los entresijos y profundidades de nuestra voluntad. Perdónennos, porque no sabemos lo que hacemos.
Mucha más autoridad que los comentaristas de este artículo se otorga aquel que cuestiona el derecho a opinar a los demás, por muy tontos que seamos. ¿Qué serás para atreverte a tanto? ¿Ingeniero?¿Arquitecto? ¿Todólogo? ¿Político?
Hay otros puntos a tener en cuenta en relación al metro. Con el dinero que se quiere gastar en Donosti se aplazan sine die el soterramiento del topo en Pasai Antxo y un ramal de Errenteria.
Por otro lado no recuerdo plataformas en contra del ramal del topo que sube a Altza, por ejemplo.
Gero arte.
Lo de Altza (y otros ejemplos sin plataformas en contra) por algo será, digo yo.
Y dale con que los viveros de Ulia no es un parque. Lo es desde hace un año, desde que está abierto. ¿ De quién es culpa que llevara años cerrado? ¿Este señor que vio cuando estuvo? Un montón de niños jugando todos los días en la zona que van a destruir es lo que hubiera visto si no fuera con anteojeras. O pregunte a los padres, madres o a los propios niños a ver si eso es un parque o no y evidentemente pensaran: este tio es tonto. ¿ Se creen que porque el plan urbanístico defina a esta zona como urbanizable es por ello menos parque ? Dejense de debates cinicos y de politiquería barata. Luego hablan de que no entienden la desafección de los ciudadanos respecto a los políticos. En el pleno dijo que esa zona a construir es la menos utilizada. Ahora dice que es en la campa donde se hacen «todas» las actividades. Después de eso, creer a este concejal es de chiste. Deberia salir un poco más de su despacho. Pero será un parque cuando el ayuntamiento diga que lo es. Parece la dictadura en el lenguaje. Entonces, y por decreto será un parque; después de haberse cargado un montón de árboles como refleja el fotomontaje publicado. Dirán que es para hacer el depósito accesible. Sí con poco más que un agujero en el muro basta por la coincidencia de cotas con el camino. Y todavía se declara de izquierdas, y concejal de urbanismo sostenible es su cargo. Para mondarse de la risa. Digan de una vez la verdad: que si no se cargan este parque no les da tiempo a inaugurar ni una miserable vivienda de alquiler antes de las elecciones. Y que lo único que les interesa es la
poltrona y por eso hacen populismo rastrero y que el verdadero beneficio de la ciudadanía les trae al pairo.
Atónito con las respuestas sobre el metro.
Lo que permite mejores frecuencias NO es la pasante. Actualmente ya existen frecuencias de 7.5 a ciertas horas del día. No se podrán mejorar frecuencias y velocidades comerciales (ni demanda) sin dar prioridad a otras cosas (Altza-Antxo-Galtzaraborda, dobles vías, corta de Aginaga, conexiones multimodales, etc).
YA se puede ir directamente de Lasarte a Irun sin cambiar de tren. Cierto, hay que esperar 2 minutos quieto en Easo (pero más se tardaría con todo el rodeo que supone la pasante). Para conseguir trayectos directos Zarautz-Irun solo se necesita querer darlos. Para que ese servicio sea además bueno, las prioridades arriba indicadas.
Para hacer una pasante que una Easo y Universidades NO es necesaria una parada en la Concha. Esa parada es un error, y responde a intereses que no entiendo/comparto.
Ridiculizar a los contrarios a la pasante como unos antitodo cortoplacistas es muy poco serio.
De acuerdo con Derzu, en lo de atónito y lo demás.
Y otra perla en las razones de peso que da Ramos: compararnos con Bilbo. Ya vale del mismo cuento que usan Ramos, Gasco y otros. ¿Qué clase de argumento es ese?
Si en Bilbo necesitaban metro, mejor que lo tengan.
Aquí lo que está en cuestión es 1) si en Donostia o Donostialdea necesitamos la pasante y 2) si estamos dispuestos a pagarla.
¿Puede Ramos añadir alguna otra «razón»?