Donostiarra. Socialista. Aita. Amigo. Compañero. Viajero. Jurista. Basket. Celtics. Milenarista. Hipotecado. Esto que parece una lista de la compra identitaria es cómo se define en su perfil de Twitter Enrique Ramos, concejal de Urbanismo de Donostia. Ramos es de los pocos (¿el único?) políticos del Ayuntamiento que utiliza esta red social de manera regular y más allá de su propio altavoz político, que suele ser lo habitual en estos casos. El otro día subió el último vídeo de La Unión a lo que, medio en broma medio en serio, se lo reprocho al comienzo de la entrevista: «(Risas) En su momento, junto con otros grupos, supuso una revolución estética, de estilo, y a mí es algo que se me ha quedado. Reconozco que me gusta aunque las canciones son las mismas que hace treinta años».
Así es como nos hemos conocido, vía Twitter. Hasta hoy.
Lleva 16 de sus 46 años haciendo de chico para todo en el Ayuntamiento -ha sido concejal de Turismo, de Participación Ciudadana, Fomento…- y los intríngulis municipales no le deberían pillar desprevenido. Antes de entrar en política estuvo trabajando en un despacho de abogados en la calle Urbieta; su perfil técnico y jurista se nota a la legua en sus respuestas y marcará el tono de esta primera parte de la charla.
Enrique Ramos baja de su despacho a las 18:10 para una sesión de fotos que va a tener lugar en los jardines de Alderdi Eder. Hace un estupendo día de playa y como no sabemos muy bien adónde ir nos invita a subir a su despacho. Si descartamos a los guardias de seguridad y algún funcionario suelto, en el Ayuntamiento no queda ni el tato. Llegamos a la segunda planta, cruzamos todo el área de urbanismo y, al fondo del todo, entramos a su lugar de trabajo, que se encuentra en un lateral del edificio, justo enfrente del Náutico. El balcón está abierto. La Concha se encuentra literalmente a nuestros pies. El mar está en calma. La playa, atiborrada. Pienso en que cualquiera podría convertirse al ñoñostiarrismo trabajando con estas vistas.
Si ser concejal de Urbanismo suele ser un marrón, por su peso y carácter transversal, en Donostia puede que lo sea aún más. En estos momentos tiene que lidiar con varias patatas calientes:
-El patrimonio histórico que ha puesto a varios colectivos de la ciudad en pie de guerra con el derribo de edificios singulares.
-El tipo de comercio que queremos para la ciudad en un momento en el que las multinacionales (Tiger, Starbucks, Pull, Zara…) se están adueñando del centro.
-La gestión de los alojamientos turísticos, los tradicionales y los que se encuentran en una especie de limbo legal, en pleno boom de la marca Donostia como destino turístico.
-El eterno problema del acceso a la vivienda.
-El futuro del parque de Ulia.
-El metro.
…
Todo esto da mucho juego y la conversación que mantenemos en la mesa de reuniones de su despacho se alarga unos 70 minutos. A priori, resulta más interesante entrevistar a Ramos que al alcalde, Eneko Goia.
Begoña del Teso decía en el chat de KULTURALDIA que hemos acabado por entregar el centro a las multinacionales y la Parte Vieja a los turistas. ¿Compartes este diagnóstico?
Habría que preguntarse quién lo ha entregado. Supongo que se refiere a todos.
Lo decía de manera impersonal, no especificaba.
Ya. No creo que nadie haya entregado nada. Esto no es una guerra en la que hay un enemigo invisible. Ha habido una evolución. Nunca olvidemos que por la vocación turística de la ciudad se hicieron una serie de cosas como el hipódromo, La Perla, el hotel María Cristina y el Ayuntamiento, que era un casino. Se hicieron por los donostiarras para que vinieran a visitarnos, en aquel caso la aristocracia. Esto es una cosa de 100 años. Lo que ocurre es que durante muchos años y, por desgracia, San Sebastián ha tenido su potencial turístico infrautilizado por la situación política. Ahora se han unido una serie de circunstancias, como el fin del terrorismo y un tímido despegue económico.
De todas formas, esa visión del turismo, en algunos casos es exagerada aunque es verdad que puede tener unas consecuencias derivadas que no son las deseadas. Pero tanto como entregar la Parte Vieja a los turistas… Yo diría que no. Estamos a años luz de las comparaciones que se hacen con Venecia, afortunadamente. Durante uno o dos meses tenemos cierto agobio, pero el resto del año creo que estamos bastante tranquilos.
Ese agobio es evidente en lo Viejo y en los alrededores del Boulevard.
Sí.
Luego hay proyectos como abrir dos hoteles -el de la plaza Lasala y el de encima del bar Akerbeltz- en pleno Viejo que tampoco van a ayudar a descongestionar el turismo
El de la plaza Lasala no llega a 40 habitaciones y el otro son menos aún, no recuerdo ahora la cifra exacta. Si fuera una mole de 300 habitaciones… Otra cosa es el problema que tenemos con los apartamentos turísticos, que no es un problema exclusivo de San Sebastián. Ayer mismo (por el miércoles pasado) me decía Ernesto Gasco (teniente alcalde) que le había llamado el concejal de Turismo de Palma de Mallorca diciendo que no sabían que hacer con este tema. Hay que ver cómo los identificamos, cómo los controlamos, el tema fiscal, si pagan (a Hacienda)…
¿Te refieres a Airbnb, por ejemplo?
Sí, y también hay una serie de empresas, que no quiero personalizar, que se encargan de gestionar apartamentos turísticos. El propietario les da las llaves y ellos hacen todo el trabajo de buscar a los turistas y alquilar las casas. No quiero que la Parte Vieja se convierta en el Raval, para entendernos. Lo que está empezando a ocurrir es que alguien que tenía un piso en una zona céntrica y lo tenía alquilado todo el año se ha dado cuenta de que alquilándolo a turistas durante cuatro o cinco meses saca bastante más dinero.
Se lo alquilan a estudiantes 8-9 meses y el verano a turistas…
Eso es. Y lo que lo está haciendo es un donostiarra, no un tío de fuera o un extraterrestre que viene por ahí.
¿Qué vais a hacer para frenar todo esto?
Vamos a cambiar la normativa relacionada con los apartamentos turísticos. Primero, definiendo y acotando qué es un apartamento turístico; en segundo lugar, determinando cómo, cuándo y dónde se pueden establecer con un tope máximo por vivienda. Porque ésa es otra, te puedes encontrar en la Parte Vieja o en Gros con una comunidad pequeña donde hay 7 u 8 vecinos y donde 4 ó 5 son apartamentos turísticos con las molestias que eso puede generar. También queremos delimitar el espacio máximo por apartamento turístico para que no se conviertan en pisos patera a los que puedes meter a 17 personas con todo lo que eso supone de trajín de gente. También queremos plantear la figura, como en su día se hizo con la hostelería, de zona saturada porque no es lo mismo el problema que pueden tener con los apartamentos turísticos en el centro de la ciudad que en Herrera.
El otro día descubristeis un piso de VPO que se alquilaba a turistas.
Un vecino denunció la situación y después vimos en la web de Airbnb que, efectivamente, se estaba alquilando a turistas. Es un escarnio, un escándalo, y es uno de los motivos para que esa persona abandone la vivienda. No puedes realquilar tu vivienda de VPO. Hay un segundo caso también. Vamos a hacer un estudio con una serie de viviendas en las que hemos detectado anomalías para comprobar in situ si es cierto que se está haciendo un uso correcto. La vivienda de VPO tiene una función pública que debe cumplirse.
¿Qué hacemos para fomentar el alquiler de los pisos vacíos en esta ciudad? En tres años hemos pasado de un 6,7% a un 7,6%, lo que supone cerca de 7.000 viviendas.
¿Ese dato de dónde lo has sacado?
De una noticia aparecida hace poco en Noticias de Gipuzkoa
Te lo digo porque constantemente me está recordando el concejal de Irabazi (Loïc Alejandro) que hay 4.000 viviendas vacías en San Sebastián. Primero tenemos un problema, como en todas las ciudades, de qué es una vivienda vacía, porque hay quien se empadrona en esa casa o alguien que abre el grifo un día a la semana y ya está. Yo quiero estimular que las viviendas que no tienen un uso puedan salir al mercado, preferentemente, en alquiler.
¿Cómo lo estimulamos?
Chocamos, en primer lugar, con el derecho privado de una persona que, si quiere, alquila su vivienda y si no quiere no. Otra cosa que no veo mal es que haya un gravamen específico o una serie de estímulos que hagan que a esa persona le compense más tenerla alquilada. Otra asunto sería que estuviésemos en otro tipo de sistemas en las que haya una intervención del Estado en la cual se te requisa la vivienda, algo que no se hace ni en Venezuela.
¿El Ayuntamiento puede poner en marcha ese tipo de estímulos?
La capacidad que tiene el ayuntamiento es muy limitada. Las cosas son como son. La competencia en vivienda es fundamentalmente del Gobierno vasco. Nosotros tenemos capacidad fiscal, pero vuelvo a lo de antes, es muy difícil determinar qué es una vivienda vacía. La casuística es tan variada desde el punto de vista legal que es complicado meterle mano a este tema, pero me da un rabia que una sola vivienda no tenga uso, que un piso esté vacío…
Vas a una agencia inmobiliaria y lo primero que te dicen es que buscan pisos de alquiler. ¿Qué podéis hacer para sacar a flote más viviendas de alquiler?
Lo único que podemos hacer para reflotar la vivienda de alquiler es cargar tanto el gravamen que el dueño esté obligado a alquilar su piso porque si no se arruina. Pero repito: definir qué es una vivienda vacía es muy complicado.
Los arquitectos suelen decir que las viviendas esquina le dan identidad a la ciudad. Una de ellas es el Bellas Artes. ¿En qué fase estamos?
Hay que aclarar una cosa: el Gobierno vasco y la Diputación son los garantes de que el edificio se mantenga adecuadamente. El Ayuntamiento sólo interviene porque hay un riesgo de derrumbe evidente, pero como la propiedad del edificio (en manos de la empresa Sade) no repone la cúpula, a través de una figura jurídica que se llama ejecución subsidiaria, el Ayuntamiento encarga el proyecto y se lo manda a la Sade para que haga las alegaciones que tenga que hacer. Ahora, estos días, vamos a sacar el concurso para la adjudicación de la reconstrucción física, o sea, que venga una empresa y que la reconstruya. Estamos en eso y serían dos o tres meses de trabajo. Mi idea es que para el fin de este 2016 maravilloso tengamos la cúpula del Bellas Artes reconstruida.
¿El hotel para cuando estaría operativo?
Nuestra parte es solamente reconstruir la cúpula. Todo lo demás dependerá del Gobierno vasco y de lo que autorice.
¿Pero crees que finalmente habrá un hotel?
No lo sé, pero creo que es mejor cualquier cosa menos lo que ha pasado en los últimos 30 años. Se suele decir que lo óptimo es lo enemigo de lo bueno. Están los defensores de la pureza, de que eso no se toque nada, pero la misma comisión de patrimonio del colegio de arquitectos me ha reconocido a mí que un edificio vacío se degrada tres veces más rápido que uno ocupado. Esta situación no tiene ningún sentido. Algo debería hacerse ahí. También te digo que la Sade no está colaborando en absoluto y me parece inaceptable, no me importa decirlo así, que haya una demanda de 19 millones de euros contra el Ayuntamiento y el Gobierno vasco. Me parece una pasada porque aquí nadie ha querido fastidiar, sino que hay una normativa que se debe cumplir. Otra cosa es que le salgan los números.
Otro edificio esquina es el de Argi Alde, en la antigua Zona, entre San Bartolome y Aldapeta, que no sé si la gente lo conocerá, que está bastante degradado…
(Interrumpe) Luego supongo que me preguntarás por Miracruz 19, las villas de Ondarreta, etc. Hay una serie de edificios que, por desgracia, y esto lo quiero subrayar, no me hace ninguna gracia que se eliminen ni que se derriben. Eso que hay encima (señala a la mesa de al lado) son un montón de carpetas que tengo que firmar. Me tengo que atener a la legalidad. En esta ciudad hay mil ciento y pico edificios arquitectónicos protegidos. Son muchos.
Son muchos, pero en el comentario que dejaste en esta web te respondieron diciendo que en Santander y Gijón hay unos 3.000 edificios protegidos. Igual no son tantos como pensamos.
Bueno, cada ciudad tiene sus propias características de patrimonio y demás. Pero es verdad que aunque tenemos muchos edificios protegidos hay otros que, desgraciadamente, no lo están.
El de Miracruz 19 sí llegó a estar protegido.
No llegó a estar. Lo que llegó a estar fue en un primer borrador hasta el documento definitivo.
¿Entonces porque se dice que estuvo protegido?
No lo sé. Hubo un documento interno, un primer avance, digamos, y no llegó a estar protegido. Nunca. Yo entiendo que desde el punto de vista de los proteccionistas haya un debate, con este y otros edificios, de memoria, histórico…
Hablamos de la imagen e identidad de la ciudad
Sí, sí. Pero para mí, como concejal de Urbanismo, es un debate legal, lo que se puede y lo que no se puede hacer. Por lo tanto, el propio Ayuntamiento, desde que no ha protegido el edificio de Miracruz, ha generado un derecho. No una expectativa, sino un derecho y una obligación. Cualquier edificio que no esté protegido, un rascacielos, la Torre de Atotxa, por ejemplo, podrías tirarlo mañana y hacer uno nuevo. Técnica y legalmente, si la comunidad se pone de acuerdo, podría hacerlo. Eso es lo que la gente no sabe.
La torre de Atotxa no, por favor.
Es un ejemplo, ya sabes que soy muy fan. Volviendo a Miracruz 19, si no se ha derribado todavía es porque no le hemos dado la licencia de construcción y hemos estado trabajando en el proyecto (para que tuviera el menos impacto posible). El problema es que llega un punto en el que yo no puedo no firmar la licencia, tienen derecho a ello. Si yo no lo hago a sabiendas, si no le estoy autorizando a eso, estoy prevaricando. A mí que en una reunión me digan, como me dijeron, si la gente te pide que incumplas la ley tienes que incumplirla. Pues, majo, no. El que está aquí sentado soy yo. El que firma soy yo. Lo siento mucho, no puedo incumplir la ley. A ver qué te crees que es el escándalo de Valencia, lo que pasó con Marbella… En el fondo es eso, no cumplir la ley.
¿Por qué decías que en la entrevista que se le hizo en KULTURALDIA a la plataforma de Miracruz 19 que estaban mintiendo?
No lo recuerdo… (se lo piensa). Ah, sí, decían, «si el ayuntamiento quisiera…» y eso no es verdad. Hay que tener una serie de herramientas legales, un apoyo legal para hacer las cosas. Para suspender una licencia de derribo lo podemos hacer por dos supuestos, por usos o por ámbitos. En el caso de las villas de Ondarreta, por ejemplo, lo hemos hecho por ámbito, concretamente en Ciudad Jardín, y acabamos de evitar un derribo en la calle Satrustegi. Estamos estudiando que todas aquellas villas que salieron del Pepucc en esta zona vuelvan a estar protegidas. Pero en el caso de Miracruz es imposible. Ni forma ámbito ni hay una fórmula legal para poder suspenderlo.
Será así, ¿pero qué imagen estamos dando como ciudad derribando un edificio histórico y construyendo en su lugar apartamentos de lujo? Los pisos de una y dos habitaciones cuestan entre 250.000 y 350.000 euros.
Que sean de lujo o no…
(Interrumpo) A lo que voy es que nos queda un caso que no parece muy positivo para la ciudad
Ya, sí, la vida es dura. Las cosas no salen siempre como uno quiere, pero la opción cuál es, ¿comprar la parcela el ayuntamiento y hacer VPO? ¿No hacer nada? Es un debate interesante el de qué estamos dispuestos a hacer con nuestro dinero público para proteger el patrimonio histórico. Yo siempre digo lo mismo: ¿para garantizar que la Parte Vieja siga siendo un espacio distinto, especial y protegido hay que comprar lo Viejo entero? Evidentemente, ninguna ciudad lo hace.
9 Comentarios
«De todas formas, esa visión del turismo, en algunos casos es exagerada aunque es verdad que puede tener unas consecuencias derivadas que no son las deseadas. Pero tanto como entregar la Parte Vieja a los turistas… Yo diría que no. Estamos a años luz de las comparaciones que se hacen con Venecia, afortunadamente.»
Ramos, cómo se nota que no vives en la Parte Vieja, chavalote. Desde Semana Santa hasta noviembre este barrio pierde su personalidad y se convierte en Santillana del Mar, donde desgraciadamente cada vez vive MENOS gente del barrio (debido a las molestias que sufrimos por turismo y sus derivados) y hay MÁS alquileres legales e ilegales, incesantes excursiones de grupitos de guiris durante la noche y durante el día, más terrazas, carteles, «artistas» callejeros generando ruido y más ruido… ocupando las calles, etc.
Tanta gente, requiere que durante todas las mañanas haya furgonetas, camiones y carretillas de repartidores de aquí para allá repartiendo toda la mercancía a los hosteleros, por lo que lo viejo pierde su carácter peatonal y haya un ruido constante. Tanta gente, también genera cinco veces más basura que en un barrio normal… (seguramente más) lo que hace que haya un continuo ir y venir de camiones de basura, de recogida de cristales, de limpieza de calles, camiones que desatascan alcantarillas. Todo esto genera un RUIDO INSOPORTABLE. Aquí ya no se puede callejear haciendo recados a un ritmo normal porque hay una horda de turistas invadiendo las calles, los mercados, etc.
Y que no me digan que el turismo ayuda a todos, porque yo no recibo más que desventajas: los comercios y bares son mucho más caros (si al menos hubiera un precio especial para los autóctonos…) y lo que antes eran lugares idílicos, tranquilos, mágicos y especiales, ahora son caca. Caca manoseada.
Y en esto, la mayoría de la culpa la tiene el ayuntamiento por permitirlo. Así que no nos eches la culpa a todos.
A mí no me parece un publireportaje en absoluto. De hecho, creo que la imagen de Ramos no es demasiado buena si se lee la entrevista entera. Especial mención a la frase «la vida es dura». jajaaj! la de unos más que la de otros, desde luego. La conclusión a la que yo llego es que este señor niega los problemas y no cree poder poner soluciones «es difícil definir una vivienda vacía» «los hoteles de lo viejo van a ser pequeños» (pero hoteles al fin y al cabo en una zona saturada ya a día de hoy).
En fin. Pena me da lo que está pasando con esta ciudad.
Guapo publireportaje, vais a más .
Hostia, no has leído la entrevista macho. Dime dónde ves el publireportaje
16 años al servicio público es más que suficiente para que no tenga que venir nadie a vendernos motos.
PUBLIREPORTAJE cojonudo además! Y con 2 partes! Gasco sabrá recompensaros, tranqui Pagola.
Pensaba que periodismo era también entrevistar a los que tienen el poder y no solamente a los que están en la oposición o en la calle. Si de ellos dependen las leyes y sus ideas de bombero habrá que que contar con su voz, ¿no? Da igual, después de leer tu segundo comentario me queda claro que contigo es inútil explicar todo esto. Ondo izan
Esta guay pensar que el periodismo puede hacer reflexionar y tal…
Yo no pienso que el poder tenga que contarme nada nuevo… Tampoco la oposición que juegan a lo msimo…
Y esta entrevista es más de lo mismo…
No dudo de tu profesionalidad, sigo este blog porque espero algo diferente pero igual es inútil esperar.
Bueno, algo hemos avanzado. Es la primera vez que alguien de Kulturaldia entrevista a un político. ¿Por qué a él y ahora? Porque creo que en sus manos están los temas cruciales de esta ciudad para los próximos años: turismo, vivienda, metro… No se me ocurre a nadie con tantos marrones y asuntos tan trascendentales y creo que había que hacerle una entrevista. Me duele especialmente lo del publirreportaje cuando he invertido 10 horas en recopilar información, quedar con él, entrevistarle, editar las dos entrevistas, meter las fotos, subir a las redes sociales… por CERO euros. Es muchísimo trabajo no remunerado como para que lo despaches con un simple «es un Publirreportaje». Además, no estoy de acuerdo en casi nada de lo que dice aunque aprecio su tono y que, como político, siempre da la cara y creo que, pese a nuestras discrepancias, es un buen tipo.
Que nos explique el señor Ramos para qué se vota en elecciones municipales, para qué existen las opciones POLÍTICAS, si cada vez que se le interpela por decisiones políticas que, diga lo que diga, dependen de voluntad y decisión política, se defiende apelando a cuestiones técnicas.
Por supuesto que el derribo de un edificio protegido está amparado por la ley, pero el hecho de que un edificio sea o no protegido sí depende en gran medida de la voluntad del ayuntamiento y su postura en torno a la protección del patrimonio histórico (que se recoge en los planes especiales).
Si usted no decide nada, señor Ramos, si no hace más que firmar documentos según las obligaciones técnicas o legales, retírese, deje un matasellos con su firma y, de paso, nos ahorramos su salario. Pero si va a estar en su puesto, dígnese a defender las decisiones que están tomando.