Me llamo Mario Maqueda, tengo 46 años, aunque me cuesta creérmelo, y noto que mis células siguen bailando pogo en mi interior. Siempre he sido un apasionado de la música, esto es un topicazo, pero es verdad; desde que he tenido uso de razón, de niño me gastaba la paga en singles, en vez de en golosinas, como hacía el resto de mis amigos del barrio. Aún conservo alguno en el garaje. Ahora un poco cansado de trabajar de noche he decidido volver a la peluquería de caballero para dar un servicio que estaba desapareciendo en Donosti. Me he hecho un curso de barbería clásica y en esta nueva aventura me he embarcado.
De Disc Jockey a barbero, ¿cómo se cambian los platos por las tijeras y la espuma de afeitar?
Yo siempre he sido peluquero, y aún siendo DJ siempre corté el pelo a los amigos. Lo de la barbería fue una idea que me llegó más tarde, no recuerdo ni el origen. Pero me fui a hacer un curso a Barcelona en octubre. Me dejaron un txoko en Óscar PH (la peluquería de la calle Hernani 27) y aquí estoy.
¿Y se cortan muchas barbas en Donostia?
Más barbas que bigotes, desde luego. Ahora que están de moda, los hombres vienen a recortarse la barba. Estoy muy centrado en esto, mirando vídeos por Internet por las mañanas y haciendo contactos en este mundo. Me apetece saber más. Esto es una pequeña comunidad: es muy curioso, y estoy investigando. El mes que viene me voy a Logroño, que hay un barbero muy bueno que he conocido por Internet y me voy a visitarle. En el centro de Donosti sólo hay una persona más que también afeita.
¿Qué tipo de público tienes?
Viene sobre todo gente joven, aunque también algún hombre mayor. La verdad es que ahora hay un resurgimiento de este tema en toda Europa. Por Alemania e Inglaterra hay unas barberías de gente joven impresionantes. La moda se está enfocando mucho a la barba y al bigote. La persona que me dio el curso en Barcelona, por ejemplo, es un chico joven que regenta la barbería familiar y él es la cuarta generación. Antes los abuelos tenían más costumbre.
¿Quizás sea algo que requiera bastante tiempo y ahora andemos escasos?
Pues tardo un mínimo de media hora en arreglar una barba y en afeitar lo mismo. Hay mucho trabajo, y llevarla bien es complicado. Lleva su tiempo, cuanto menos. Hay que lavarla, acondicionarla… Aquí hacemos una barbería más clásica, es por donde lo quiero enfocar. No una barba muy marcada, que sean barbas trabajadas pero naturales. Aunque está claro, que como en peluquería, hay que fijarse mucho en cómo va vestido el cliente, la personalidad y todo. Me gusta que salgan contentos, y puedes hacerle una cosa muy chula y que no vaya con la persona, ni con su forma de vestir.
¿Y algún consejo para lucir una bonita barba?
Venir al barbero, sin duda.
¿Como peluquero también eras clásico?
Bueno, cuando me vine a vivir a Donosti a principios de los 90, empecé con Marcial Muñoz en la peluquería y entonces se hacían muchos colores: colores rotos que casaban con la época del Acid House. Pero la peluquería me llegó cuando éramos adolescentes y resultaba que te querías hacer un tupé o una cresta, ibas a la peluquería, y no te lo hacían. Así que ocupé un panteón en un cementerio de Hondarribi y empecé a cortar el pelo a los colegas y hacerles crestas y tupés. Ahí empezó la tontería de la peluquería: me compré una máquina de mano y nos rapábamos partes de la cabeza. Luego le fui cogiendo mano e iba a peluquerías de amigos y aprendía cómo lo hacían allí. Hacerte moicanos era un escándalo. O te lo hacías o nada.
Ha pasado tiempo desde aquello, ¿crees que seguirás con este tema?
Creo que sí, porque me gusta mucho. Esto no tiene final, porque nunca acabas de aprender. Y me apetece trabajar de día, acabé muy cansado de la noche. Estos últimos 26 años han sido casi todo de noche, y te vas haciendo mayor y cada vez aguantas menos. Ahora deporte y tranquilidad, que es lo que me pide el cuerpo y la cabeza, y mantenerla amueblada es importante.
Ahora que andas entre tijeras, ¿qué momentos recuerdas con especial cariño de cuando andabas entre platos?
La época del Zulo y del Fellini: son los dos sitios que más me han gustado. Cada noche era especial y diferente. Había noches que salía todo rodado, y otras que, aunque quisieras no cuajaba. Hay que cuadrar muchas energías.
¿Y de qué dependía?
Pues de la principal característica del clubbing: de la energía que puede crear un DJ. Poner música divertida y tener bastante claro en la cabeza el esquema de la sesión: cómo hacerles subir, dejarles descansar, y volverles a subir. Tiene un punto de sicología. Es algo que tienes que ir viendo en la pista.
¿Podemos encontrar esa energía en las salas de Donostia hoy día?
Han pasado los años, todo ha cambiado y se ha normalizado mucho. Hace 20 años todo era novedoso y la gente salía a descubrir, y eso se ha perdido. Espero que queden cosas por descubrir, pero hay que buscar, claro. Ahora hay falta de riesgo en la propuesta musical. Sales a locales de música y te ponen cosas de hace cuatro años. Cuando he salido la música no me ha gustado mucho, todo hay que decirlo. Hace 20 años que empezó el house y es un pez que se está mordiendo la cola: un tema del 88 suena muy bien con uno que se ha hecho ahora. Además creo que la gente no tiene mucha curiosidad. Se meten en cuatro sellos y se quedan con un sonido un poco fácil. Yo personalmente, cuando he salido últimamente, no he escuchado la música correcta.
¿Y cuál es la música correcta?
Es un poco relativo. Para mí va de la mano de la palabra arriesgar. Puedes poner cosas antiguas, y mezclarlas con cosas nuevas.
¿Alguna otra cosa que eches en falta en la escena musical?
Algo muy chulo era cómo las tiendas de discos ejercían de puntos de encuentro. Los viernes en el antiguo Loreak Mendian era muy divertido, porque venían DJs de toda la zona y te reunías ahí con una cervecita, intercambiabas opiniones, comprabas discos… era muy divertido. Y ese encanto se ha perdido. Antes había recomendaciones, ahora es más frío. Ahora se dice: “Descárgate esto”. Ahora la gente también se conoce en los clubs, pero no existe esa ceremonia de ir a comprar.
¿Qué tema no faltaba en una sesión tuya?
«Branquias Bajo el Agua» de Derribos Arias, versión maxi. No sé cuántas veces lo he puesto. Pero casi siempre lo llevaba conmigo. Yo era de pinchar r&r, garaje, punk, acid house, electro, techno… todas las variantes del rock, vamos.
4 Comentarios
MARIO FOR PRESIDENT !!! WE LOVE YOU ❤❤❤
yo desde que naci nunca me he cortado el pelo,hace como veitne af1os temia un piojito pero ya no lo tengo y soy muy feliz.ahota uso drene y tengo el pelo bien bonito..me dicen el pelo de oro
Mario, siempre has sido, y serás, el NUMERO UNO!!
ChuckLee y con DIFERENCIA!!!! unos nacen con rollo otros se pasan la vida intentandolo. Mario lo hace TODO con estilo! que pena no ser hombre para que me afeite la barba.