Detritus volvió a Donostia, su casa, hace casi dos años. Tras su paso por Estados Unidos y haber vivido más de 10 años en Madrid decidió que había llegado la hora de dejar de salir por la discoteca gótica Darkhole de la capital y llevar otro tipo de vida, más calmada, en San Sebastián. Bien arrimado al músico y poeta Rafael Berrio y a los tertulianos donostiarras a los que dedicó un espectacular cuadro, el artista plástico del punk, el rock radical vasco y de la causa antimilitarista en los años 80 se presentó en sociedad a finales de 2013 con la exposición «Redefinir lo Real» de la galería Arteko. En KULTURALDIA dimos buena cuenta de ello. Y nos encontramos con un Detritus abriéndose paso en una nueva etapa de mayor poso y menor carga siniestra.
La exposición «Belleza a pesar de todo«, en cambio, que se inauguró el pasado 5 de marzo en la sala Ganbara del Koldo Mitxelena y estará abierta al público hasta el 18 de abril, funciona a modo de retrospectiva. Es el Detritus de siempre. Hay trabajos recientes, como el dedicado al poeta Luis María Panero fallecido el año pasado, pero la mayoría corresponden a su conocida etapa anterior. Combina cuestiones filosóficas (nihilismo y existencialismo, básicamente) con elementos del movimiento punk (los collages, las frases reivindicativas) y los aires tenebrosos que caracterizan su obra. Detritus en estado puro.
La muestra del Koldo Mitxelena es muy completa -se compone de treinta carteles, 18 óleos más recientes, 12 cuadernos de bocetos, varios originales de cómics e ilustraciones de novelas y sus libros de artista más recientes-, pero nosotros hemos decidido resumir la muestra en 10 imágenes representativas. Fotos de Marta Ennes:
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