El pasado viernes (medio año después de la apertura del edificio y a los tres meses de la fecha prevista inicialmente) Tabakalera inauguró la biblioteca de creación Ubik. Hemos estado allí para hojear los libros, jugar una partida al Pacman con plátanos, saludar a unos cuantos conocidos… Y detectar (como mínimo) siete diferencias con respecto a una biblioteca tradicional.
1. El espacio
Lo primero que llama la atención al entrar en Ubik, y así lo demostraban los comentarios de quienes accedían por primera vez, es la amplitud: ocupa 2.600 metros cuadrados en la segunda planta del edificio, lo que supone que es el mayor equipamiento entre todos los que alberga la antigua fábrica de tabacos. El espacio, que apenas está compartimentado, cuenta con techos altísimos y luz natural. Las estanterías son móviles y entre ellas se puede circular sin estrecheces. “Es tan grande que parece que los libros están desangelados”, explicaba un mediador, reconocible por su chaleco de Tabakalera, a una pareja de mediana edad.
2. El ruido
Un grupo de jóvenes mostraba su sorpresa por la ausencia de silencio, uno de los rasgos típicos de las bibliotecas. Aunque este fin de semana el ruido se haya debido en buena medida a la mayor afluencia y a las actividades inaugurales (incluyendo un coro, un “combo” musical utilizando instrumentos de Ubik, o un taller de creación audiovisual con teléfonos móviles), no hemos visto un solo cartel que pida silencio. Eso sí, para quienes necesiten aislarse, existe un salón cerrado con mesas, sillas y sofás, concebido como “espacio de silencio”, en el que se recomienda incluso dejar fuera los dispositivos móviles.
3. Los fondos
Ubik cuenta con unos 20.000 documentos, entre los que apenas encontramos literatura. La colección está organizada en torno a siete grupos temáticos: pensamiento, artes audiovisuales, artes vivas, artes plásticas, cultura digital, espacios e infraestructuras públicas. Para facilitar la búsqueda, cada grupo tiene un número del 1 al 7 y un color. Otro de los mediadores nos confirma que parte de la colección procede de la mediateca de Arteleku (lo que pudo salvarse de la inundación). Además de libros hay revistas, videojuegos, libretos, DVD… Y el catálogo puede consultarse in situ u online.
4. Los recursos
El lema de Ubik “Aprender, Crear, Disfrutar” se traduce en que, además del catálogo, pone a disposición de las personas usuarias diferentes materiales y recursos. En torno al espacio central vamos encontrando otros “rincones”: de autoedición, creación de videojuegos o experimentación musical. Incluso un pequeño plató, con croma y todo. También puestos tecnológicos para aprender sobre robótica, impresión digital o software libre. No en vano el presupuesto de Ubik supone el 31% del total destinado al proyecto cultural de Tabakalera. En este ejercicio, 918.000 euros de la asignación total de 5.649.000 son para la biblioteca de creación.
5. Los mediadores
Un impreso nos informa de las recomendaciones en distintas áreas que nos hacen los mediadores de Ubik. Efectivamente, en Ubik no encontraremos bibliotecarios al uso sino mediadores, es decir, personas expertas en distintos ámbitos de creación como gestión cultural, videojuegos, sonido o cultura digital, que están disponibles para ofrecer asesoramiento (previa reserva de hora) a los usuarios. En total, en Ubik trabajan 22 personas y su espacio de trabajo resulta también llamativo: un gran cubículo transparente situado en el patio central de la biblioteca, garantizando la interacción continua con el público.
6. El préstamo
Ya nos hubiera gustado llevarnos a casa algún libro, pero una mediadora nos aclara que el préstamo no se abre hasta mañana martes 22 de marzo. A partir de ese día podremos sacarnos la tarjeta de Ubik, tras presentar el DNI y hacernos una foto en la propia biblioteca. Otra sorpresa es el número de documentos que podremos tomar en préstamo: hasta 15, durante un plazo máximo de un mes. La tarjeta también permitirá acceder a dispositivos como ordenadores, grabadoras y cámaras, o reservar días y horas para los distintos recursos.
7. El nombre
Las bibliotecas suelen estar dedicadas a personajes ilustres, relacionados habitualmente con la literatura o el pensamiento. Una pequeña búsqueda en Internet (posible gracias al WiFi abierto de que dispone Tabakalera) nos revela que Ubik es el título de una novela de ciencia ficción de 1969, escrita por Philip K. Dick. Ubik era el nombre de un antídoto y, en palabras de un personaje, “Ubik es todopoderoso y omnisciente, y Ubik es ubicuo. La lata de spray es solo una forma que Ubik adopta para hacerle a la gente más fácil entenderlo y usarlo”.
¿Y qué es lo que Ubik tiene en común con otras bibliotecas? Ayer por la mañana ya había muestras inequívocas de que las personas usuarias estaban haciendo suyo el espacio y utilizándolo para lo que solemos utilizar las bibliotecas. Familias con niños habían montado un haurtxoko improvisado, un par de opositores no muy amantes del silencio se habían traído sus apuntes y algunos jubilados consultaban la prensa en los ordenadores.
A partir de mañana martes podremos aprender, disfrutar y crear en el horario habitual de Ubik: de martes a sábado de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00, y los domingos de 10.00 a 14.00 horas.
Más información:
www.tabakalera.eu
ubik@tabakalera.eu
943 47 50 50
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