Hace ya demasiado tiempo que el descontento con el statu quo supera los límites de lo aceptable. Aunque parece que siempre hay motivo para la esperanza, el malestar de lo real ha ido minando dichas esperanzas. Ante el panorama actual, ¿quién no ha imaginado un mundo mejor, quién no ha soñado con una civilización ideal, una utopía en oposición al sistema en el que nos ha tocado vivir?
«Lo que ha de venir ya ha llegado» trata de ofrecernos una alternativa, una mirada disconforme que ahonda en las posibilidades que se nos ofrecen. La multidisciplinar muestra, que cuenta con vídeos, instalaciones, pinturas, dibujos y fotografías, desembarcó en el Koldo Mitxelena el pasado 25 y se podrá disfrutar hasta septiembre. La exposición se orquesta a partir de tres capítulos conectados entre sí.
El primero, Reactivar la utopía, aborda la posibilidad de imaginar nuevas utopías u horizontes utópicos frente a la idea de una realidad inapelable, definida por el neoliberalismo y que tiene como consecuencia un adelgazamiento de la democracia.
El segundo, La modernidad, ¿un proyecto inconcluso?, arranca en aquellas propuestas de los años 60 y 70 que dieron con distintas formas de desarrollo y de convivencia para su futuro inmediato, e inspecciona su posible vigencia a la hora de buscar nuevos modelos en la configuración de la vida cotidiana.
En la última parte de la muestra, El futuro ya está aquí, nos presentan estrategias de intervención y colaboración para provocar cambios a la búsqueda de una democratización de las estructuras, participativa y de nuevo cuño.
La exposición es una coproducción con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla y el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León. En su presentación en Koldo Mitxelena, se han añadido colectivos y artistas de Euskadi, que, bien a través de asociaciones que trabajan la economía solidaria (Truke) o bien con intervenciones artísticas (como las de Iratxe Jaio y Klaas van Gorkum), tratan el tema de la exposición.
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