Este noche de fiesta empieza en la Parte Vieja y termina en Egia. Vale para un viernes y un sábado noche, así como para las vísperas de festivo. Arrancamos en un bar que en Madrid llamarían castizo y aquí de toda la vida, en el Paco Bueno. Suele ser complicado dar con sus horarios -cierra los días más impredecibles-, pero merece la pena asomarse hasta la calle Mayor nº 6 y probar suerte. Además de sus famosas gambas gabardina, los mini-bocadillos de merluza rebozada están de muerte. Un par de calles más arriba, en Fermín Calbetón 12, entraremos al bar Borda-Berri: que no te frenen las hordas de guiris que se agolpan en la barra. Todos los pintxos se elaboran en cocina (desde las carrilleras y el rissoto con queso idiazabal, hasta el kebab) y rondan los 3-4 euros. El trato es bastante mejor que en La Cuchara de San Telmo y la calidad y los platos son del estilo.
La última parada culinaria la realizaremos entre la calle 31 de agosto y la plaza de la Trinidad. Los champis laminados con pimentón de La Cueva son baratos, riquísimos, y se pueden tomar en las mesas altas de la terraza. Enfrente, en La Txuleta, por unos 2,5 euros, probaremos la brocheta de pulpo y langostinos y, sorpresa, con la consumición suelen dar un aperitivo. Bravo. Por último, A Fuego Negro siempre suele asociarse con la cocina de autor y creativa, pero su tortilla de patata -jugosa y muy sabrosa- no le anda a la zaga. Como son expertos en vermut, podemos pedir un marianito y una ración de aceitunas (¡también rociadas en vermut!) españolas y griegas.
Con el estómago lleno, damos paso a los gin-tonics. Si hace bueno, y ya que lo tenemos al lado, nada más agradable que sentarse en las escaleras de la iglesia de Santa María con una copa de… Casa Vergara. La mayoria de los clientes son del Atari, pero en el Vergara las copas son más baratas e igual de buenas. ¿Que queremos otra copa a cuerpo de rey? La mejor opción, lo hemos recomendado esta semana en nuestra agenda, el bar Akerbeltz (Mari Kalea, 19) con vistas a la bahía. ¿Que queremos bailar y/o escuchar música? Las opciones, como ya se sabe, no abundan. Vamos hacia atrás. Y continuaremos con la ruta dependiendo de nuestros gustos personales. Para escuchar rock and roll el bar Eiger es el rincón malasañero de la Parte Vieja. Un must para los rockeros.
Si tienes amigos modernos, en cambio, llévalos al Zikuta (calle San Lorenzo, 15) donde suelen pinchar electrónica y música indie. El bar de al lado, Txiki, es otro mundo, el de los heavies y hard-rockeros de la ciudad. No hay muchos más bares especializados en música. Si lo que quieres es hablar con tu cuadrilla resguardado de la lluvia tu txoko es el bar Txurrut, en la plaza de la Constitución.
Antes de la irrupción del Dabadaba, las noches terminaban en el Be-Bop (lleno de aves rapaces) o en el mítico Bukowski. Desde el mes de abril, el bar del logotipo de la piña se ha impuesto en Egia como el local más animado y cool del barrio y, probablemente, de la ciudad. Cada noche en el Dabadaba es un mundo. Y a la salida, antes de enfilar el camino a casa (o a algún after) incluso podremos llevarnos a la boca un Kebab en la calle Duque de Mandas. Fin de fiesta.
2 Comentarios
La iglesia a la que haceis mención es Santa María, no San Vicente.
Sí, ya se ha corregido. Gracias. XD