Los espectadores atentos que se hayan acercado estos días a ver “Frances Ha”, la fresquísima película de Noah Baumbach, se habrán percatado de que, en medio de esa Manhattan en blanco y negro, podemos ver a Greta Gerwig pasando por delante de un gran mural del reconocible marco incomparable donostiarra. Nos lo localizaba, a través de twitter, Ángel Aldarondo: se trata de un restaurante de tapas llamado “Oliva”, ubicado en el nº 205 de la calle Allen, y que según parece, estaba cerrando ya.
Pero ésta no es ni mucho menos la primera vez que Donostia aparece en una película. Es verdad que es complicado encontrar ejemplos internacionales, pero otro muy recordado es el de “La batalla de Inglaterra” de Guy Hamilton, que allá por 1969 rodó en plena avenida de la Libertad, pretendiendo ser nada menos que el Berlín de los años 40. Hasta parada de metro había, lo de Euskotren no es nada nuevo.
Es más fácil encontrar ejemplos de cine de aquí, en el que la ciudad no pretende ser otro lugar. Por ejemplo, en la extremadamente contemplativa “Un tiro en la cabeza”, de Jaime Rosales, vemos al personaje protagonista andando por la ciudad, y entrando en establecimientos bien conocidos por todos. Curiosamente se presentó en el Zinemaldia. Igual que “Visionarios”, de Manuel Gutierrez Aragón. En ésta había varias localizaciones reconocibles, pero el mayor impacto fue la procesión procatólica que montaron en plena playa de La Concha, con un montón de extras. Eso sí, la otra concha, la de oro, no la consiguió. La película era algo justita, todo hay que decirlo.
¿Alguno de vosotros sale de extra en el vídeo?
Ahora viene un clásico de cine made in Donostia: “27 horas” de Montxo Armendáriz. Era 1986 cuando un Antonio Banderas jovencísimo se paseaba por la ciudad con Maribel Verdú y Martxelo Rubio. Cómo ha cambiado la cosa, con su éxito (y después, me temo que no tan éxito) en Hollywood; este miércoles estrena película encarnando a un detective latino de Los Ángeles, en “La partícula de Dios”. Pero entonces era solo un secundario. También me temo que aquella película era bastante mejor que ésta. Si la habéis visto, seguramente recordaréis que iban en barca hasta la isla de Santa Clara. Pero hemos visto más veces la isla en pantalla grande.
Hace no mucho veíamos a las dos protagonistas de “80 egunean” (el anterior trabajo de Jose Mari Goenaga y Jon Garaño) haciendo una escapadita. Era un momento clave dentro de la película. También vemos otras localizaciones de la ciudad bien reconocibles.
Pero a veces no es tan fácil reconocer las calles. Por ejemplo, en “La Herida”, donde la protagonista, interpretada por Marian Álvarez (esta sí que se llevó Concha) hacía un viaje a la ciudad para asistir a una boda. Como la opción formal del director es mantener fuera de foco el paisaje en todo momento, no se aprecia demasiado bien.
A veces pasa, también, que el tiempo cambia mucho los lugares. Por ejemplo, en una de las primeras secuencias de “La ardilla roja” de Julio Medem, se puede ver como Emma Suárez tiene un accidente con la moto y se estampa contra la Zurriola. Esa zona ha cambiado un poco empezando por la barandilla que rompe Nancho Novo en la escena, y está rodada con las maneras extrañas que acostumbra Medem, pero aún así se reconoce. Podéis ver extractos en el trailer.
Hay más ejemplos, claro. ¿Recordáis alguno?
1 Comentario
Terra Estrangeira, de Walter Salles, donde la madre del prota es donostiarra y se ven postales de la ciudad. Ante un momento complicado, este decide cruzar el charco y visitar donosti, pero la cosa se complica…