Al lío con la segunda parte de la trilogía menú del días vs plato del día. La primera salió de rechupete y quedó en tablas. En pleno corazón del área romántica de Donostia se encuentra el ZAZPI (San Martzial, 7), un más que confortable bar-restaurante donde no es difícil caer. Su joven pero experimentado cocinero ha recalado en garitos tales como el Illarra, Mirador de Ulia o A Fuego Negro. Hay que destacar la amabilidad del servicio tanto de la barra como del comedor, algo muy preciado en los días que corren. Epicentro del poteo de la zona, en su barra puedes degustar maravillas dignas de emperadores romanos: erizo de mar, oreja guisada y el arroz cremoso con hongos. También la patata con yema a baja temperatura, jamón y trufa o el bacalao con ajoarriero de sus callos. Han incorporado un excelente taco de txuleta y en temporada suele haber caza. Tela marinera.
Como plato del día, me decanté por el salmón a la plancha con sus verduritas. Por una sencilla razón: porque sí. Fresco, en su punto y las verduras al dente, como debe ser. Las otras opciones eran la ensalada de rúcula con rulo de cabra planchado y confit de pato con patatas francesas asadas. Gracias a que fui bien acompañado pude degustar un poco de tó. Trato impecable del producto en todos los casos. Y de postre… torrija al canto. De las mejores que he comido. ¿Precio? 7 euros el plato del día (el precio no incluye bebida ni postre). Pero lo mejor es que lo puedes combinar a tu gusto: un plato, dos medios, uno y medio, dos, dos y medio… Una maravilla elevada al número pi.
Pasamos del área romántica a la Parte Vieja donostiarra. El bar-restaurante Txuleta está situado en todo el barullo de lo viejo. Calle 31 de Agosto tirando para la Trini. Otra parroquia del poteo donde se respira un ambiente inmejorable. Ander Esarte y Marian Garmendia saben cómo hacer bien las cosas. Su experiencia les avala. Pasaron un tiempo en el Mesón Txistu, uno de los mejores restaurantes de Madrid, propiedad del histórico Pedro Abrego, tío de Ander, recientemente fallecido. Este post también va por ti, Pedro. Os cuento un poco el tema de la barra: brocheta de pulpo y langostino (mi favo), croquetas de txuleta, ración de jamón marca de la casa o mini hamburguesa de buey. Todo bueno.
El menú del día tiene mucho donde elegir: salmorejo, anchoas marinadas con refrito, puerros a la plancha con vinagreta, sopa de pescado, huevos rotos con salmón ahumado… Yo elegí el jamón artesano cocido con aceite de oliva y pimentón. A la gallega, vamos. Un plato que me chifla y además pide pan (también probé los mejillones en salsa verde. Brutales). De segundo más de lo mismo: rape, salmón a la plancha, confit de pato, presa ibérica, anchoas fritas… Me quedé con el rape a la plancha y patatas panadera. Buena textura y buen sabor. Un refrito que asusta de lo bueno que está (también probé la costilla al horno. Para comer con las manos). Botella de sidra entre pecho y espalda y de postre, quizás uno de mis preferidos del universo universal: la leche frita con helado de café. Más a gusto que en brazos. El precio, con bebida, postre y café, es de 20 euros + 10% de IVA.
Como veis, dos opciones igual de buenas. Es más, yo os recomiendo que probéis las dos. El cuerpo os lo agradecerá. On egin!
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