Ocurrió el pasado martes 12 de abril. Aquel día había reunido en el bar Vergara de la Parte Vieja a algunos de los principales gestores culturales de la ciudad: Edorta Subijana (Olatu Talka), Jokin Telleria (Kultura Alternatiboa), Jaime Otamendi (Donostia Kultura), Sancho Rodríguez (Surfilm Festibala), Álex López Allende (Dabadaba) y Ane Rodríguez (Tabakalera). Sólo faltaba algún miembro de Donostia 2016 para tener a una especie de dream team cultureta y me cabreé porque no vino nadie de la Capitalidad. Fue una mala decisión porque en la última parte de la charla se les puso bastante a caldo y ahí no había nadie para contrarrestar las críticas.
Hablaron durante más de hora y media sobre aspectos relacionados con la cultura y Donostia y así quedó reflejado en dos artículos con mucha miga. Apenas intervine y me limité a escuchar y comer pintxos lo más sigilosamente que pude mientras la grabadora hacía su trabajo. La conversación fluía con naturalidad y buen rollo, como en el calentamiento de un partido de tenis en el que los jugadores pelotean suavemente, primero en el fondo de la pista y luego en la red, esperando a que el árbitro indique el inicio de un partido amistoso.
Hubo un momento clave que nadie recordará. O igual sí. No lo sé. Álex preguntó quién de los que estábamos allí presentes no ganaba dinero con la cultura. Era una pregunta que había surgido después de una polémica frase que se dijo sobre que «cultura es todo lo que se hace gratis» o algo así. Como esta web habla, entre otras cosas, de cultura también me sentí aludido. Levanté la mano. Miré a los lados. Era el único con la mano alzada.
De camino a casa, de noche, pensaba en todo el curro que tenía por delante: joder, ¿cómo iba a editar 100 minutos de grabación y que quedase guay lo antes posible? En la tienda donde trabajo no lo podría hacer porque canta mucho ponerse a escuchar y transcribir una grabación mientras un cliente te pide la talla M de una camiseta amarilla de los Minions. Lorena había grabado la conversación en vídeo, el primero de la historia de Kulturaldia. ¿Quedará bien? ¿Le habrá dado tiempo a sacar las fotos? ¿Serán de buena calidad? ¿No hubiera sido mejor hacer otra foto para la portada?
Las preguntas se me cruzaban unas con otras de vuelta a casa. Me agobié. Me costó conciliar el sueño. Me levanté de la cama, entré al salón y encendí el portátil para apuntar una idea: se me había ocurrido que lo mejor era montar la charla al estilo de «Por favor, mátame», el famoso libro del punk neoyorquino contado a través de las conversaciones de sus protagonistas. Tardé tres días en preparar la primera parte de la entrevista, con la oreja pegada al audio del móvil durante horas y cortando y pegando aquí y allá. Quedó bien. Me puse chulo y todo. Pensé:»Esto es el tipo de contenido que debería sacar un periódico local en portada«.
Salió el viernes 15 de abril. Obtuvo una calurosa acogida. La segunda parte la edité el fin de semana. El domingo me cagué en todo porque hacía un maravilloso día primaveral para ir a tomar un vermut o a comer fuera o pasear o lo que sea que la gente hace los domingos soleados. Yo no. TENÍA que quedarme en casa transcribiendo la grabación. ¡El jefe ha dicho que debe estar listo para el lunes por la mañana!
Resulta que el jefe soy yo y que he levantado la mano para decir que estoy trabajando gratis.
Periodismo y combate
No es cierto que la única manera de petarlo en Donostia sea coleccionando puestas de sol en la Concha o haciendo fotos con el móvil de un gin-tonic Premium en vaso de balón que, por postureo wannabe, te ha costado 9 euros. Bueno, un poco sí. De esta forma se llega a mogollón de gente como también, a su manera, tiene mogollón de seguidores en Instagram Cristina Pedroche. Pero el contenido, si tiene fundamento y es de VERDAD, siempre tendrá público. Las entrevistas con chicha, por ejemplo, son un filón. De esto saben un poquito en Jotdown, a quienes directamente robé la idea -sin pasarme de plasta ni de intenso- de realizar entrevistas largas y visualmente atractivas. Sabía que si me ponía las pilas y elegía a los personajes oportunos llegaría lejos. Contaba con Marta y con Lorena para las fotos, lo que siempre es sinónimo de calidad y buen gusto. Y tenía espacio, libertad y muchas preguntas cargadas en la recámara. Estaba listo para hacer periodismo punzante y combativo.
A la pobre Ane Rodríguez le tocó la peor parte por la larga lista de comentarios negativos que vertieron los seguidores de KULTURALDIA en Facebook, a colación de los primeros 100 días de Tabakalera. Josu Urbieta, del bar Bukowski, me confesó que nunca había logrado tanta repercusión con una entrevista en 25 años. Su post fue compartido en Facebook más de 200 veces. La ola de solidaridad con la tristemente desaparecida promotora Ayo Silver! fue unánime cuando desvelaron que desde las instituciones no habían aportado un euro para financiar sus conciertos. A los tres días de su entrevista, Eva Rivera, del Dock of The Bay y Expediciones Polares, me llamó desde Madrid diciendo que estaba abrumada con el feedback y el cariño recibido.
Gente que nunca me había felicitado por la web empezó a hacerlo.
Vice, Tom Cruise y Banksy
Un día del pasado mes de julio fui a comprar comida preparada cerca de la plaza Gipuzkoa. La dueña me abordó:
-¿Eres Jon Pagola?
-Sí, soy yo.
-Es que he leído la entrevista que le has hecho a Paul San Martín y me ha encantado.
Estos últimos nueve meses han sido los mejores meses de KULTURALDIA. Han sido un subidón. Copié el descaro de Vice y le añadí una ración de merluza a la koxkera. Las visitas a la web se han disparado y se supone que cuando eso pasa la publicidad debería aumentar proporcionalmente. Pues no. Se ha estancado y me he llevado un buen disgusto. No lo entiendo, porque si tienes un producto que funciona no deberías ser Tom Cruise en Cocktail para atraer clientes. También es cierto que he tirado de la táctica del YA LLAMARÁN que no suele dar muy buenos resultados. He sido un poco iluso: daba por supuesto que con decenas de miles de visitas al mes los anunciantes estarían tocando la puerta de casa. Supongo que prefieren invertir en moribundas publicaciones impresas, que en papel todo se ve mucho más bonito.
He seguido trabajando full time en una tienda de ropa donde pagan mal y tarde. Llevo ya dos años así. A menudo se repiten escenas absurdas como la que viene a continuación. Unos padres entran con su hijo para comprarle una camiseta. El chaval, que tiene 12 años y no llega al 1,60, se fija en las camisetas de adultos y le suplica a su madre que quiere la de Mario Bros lanzando un ramo de flores imitando así el icónico gesto del grafiti de Banksy. Les digo hasta cuatro veces que no existe ese modelo en la talla L de niño -que es la que equivaldría a la talla 12, la suya- y que la S de adulto le quedará ridículamente grande. El niño pasa de todo y sale del probador con un camisón que le llega hasta las rodillas. Mira a sus padres con ojos de corderito. «Ah, pues no le queda tan grande. Además, estos están en edad de crecer», me dice la madre en avanzada fase de hipnosis. «Si, están en edad de crecer», le respondo con la misma gracia que solía tener Jabo Irureta en las ruedas de prensa.
Alejandro: un bilbaíno que pasaba por aquí
Alejandro vino a conocerme a la tienda antes de publicar su primer post. Al estar ubicada en la Parte Vieja muchos amigos pasan a saludarme y charlamos un rato. Pero esta vez era diferente. Era la primera vez que lo veía: alto, delgado, canoso y desgarbado y con pinta de pasaba-por-aquí-y-no-quiero-molestar. Como soy un poco cateto, no me sonaba de nada el nombre de Alejandro F. Aldasoro, finalista del Premio Euskadi de literatura en dos ocasiones y un creativo publicitario con más vidas que un gato. Él dice que se le ha pasado el arroz como copy porque es un oficio asociado a veinteañeros modernos y de perfil hipster. Alejandro, de 45 años, pertenece a la vieja escuela de los años 90.
Me había enviado un e-mail con un texto genial -mordaz, inteligente y directo a la yugular- llamado «Trolas de Energía Ciudadana» que iba con una foto de acompañamiento de un pescado envuelto en el periódico mensual de DSS 2016. En el correo me contaba que ése pretendía ser el primer texto de una serie compuesta por 9 artículos bajo el epígrafe de «Sanseacabó, confesiones de un bilbaino inadaptado en Donostia«. ¿A que es una carta de presentación cojonuda? Era la clase de contenidos que yo mataba por tener en KULTURALDIA.
Enseguida congeniamos. Alejandro es de esas raras personas que tienen voz propia. Dice lo que piensa y piensa brillantemente lo que dice. Y tiene sentido del humor. Le comenté que sólo podía pagar 15 euros por artículo y no rechistó; aceptó al instante. Contra lo que algunos puedan pensar por ser de fuera -de Bilbao, concretamente- conoce Donostia mejor que muchos donostiarras y ha escrito, junto con Mikel Gurpegui, el libro oficial de San Sebastián que se entrega en la oficina de Turismo. Hace poco leí su debut literario, «Un viajante». Me dejó un poso melancólico, brumoso. No me extraña que Alejandro sea el polo opuesto del optimismo antropológico de Zapatero.
Resacón en Donostia
Martes, 12 de abril. Edorta Subijana explica que este año no hubiera sido posible sin los años anteriores y, viceversa, que 2013, 2014 y 2015 no habrían sido posibles sin 2016. Yo sigo a lo mío, comiendo pintxos, bebiendo cerveza y escuchando con atención los comentarios finales de nuestro encuentro sobre el estado de la cultura: que mucha gente está quemada, que DSS 2016 está siendo un marrón y que la sensación generalizada es que esto acabe cuanto antes para quedarnos, a poder ser, en la zona de confort que habíamos conseguido anteriormente. Hablan de Donostia, pero yo siento que me están hablando a mí y que esas palabras describen perfectamente lo que le está pasando a KULTURALDIA.
La web nació porque la ciudad había despertado con conciertos guays, bares y tiendas con personalidad, pelis en versión original y todas esas cosas. Ha sido su altavoz desde noviembre de 2013 sin renunciar al humor, la crítica y la denuncia. Se han publicado más de 800 post. He saciado mi sed periodística. He bebido Donostia de trago. La he cagado y he triunfado.
Pero se acabó. No tengo a Álvaro Otero en mi órbita -ubicado definitivamente en Madrid-, no me queda presupuesto ni combustión. Estoy fundido. Lo único que tengo es una resaca que me ha llegado de repente y que no se va, como si todos los días fuesen un largo y asfixiante domingo. Y ya no me acuerdo de Enric González, sino de Pulp y Jarvis Cocker en el videoclip de»This is hardcore» con la boca amordazada y dándole una patada en el culo al Britpop y, ya puestos, al jolgorio, a la Tercera vía de Tony Blair y la barra libre de champagne y cocaína.
127 Comentarios
Asumo mi parte de la culpa en la desaparición de esta web que tan buenos ratos me ha hecho pasar. Grandes post y una agenda currada. Al igual que Pitufoesiguala31416malolor, vi el botón de colaborar con la web y nunca lo hice. Ahora ya es tarde para lamentarlo. Una pena. Enhorabuena por un gran trabajo y mucha suerte en tus próximos proyectos.
Aupa, Ana:
Los lectores habéis leído y lo habéis seguido y con eso ya me doy por satisfecho. Ninguna crítica por ahí, de verdad. Bastante tenemos cada uno de nosotros con lo nuestro. Abrazos
Pues no me da la puta gana.
También te digo, desde el principio vi el botoncito de 《dona aquí para que Kulturaldia siga existiendo》y nunca he puesto un duro, como el resto de los apenados, supongo.
No me creo que cuatro bares y dos tuendas de ropa no se junten para ponerte publi ahora mismo…es ridículo.
Hola, Pitufo:
Si esa publi ya la teníamos. Pero no es sostenible con que cuatro bares y dos tiendas de ropa pongan un banner.
Me he quedado muerta. Que se termina Kulturaldia? ??. Que rabia me ha dado…..Lo he leído, lo he disfrutado…era el lugar donde de una manera inteligente y divertida (defiendo el humor) oirs el latido de otra ciudad que no sale en los periódicos
He conocido gente, lugares de Donostia leyendo las entrevistas….
Eskerrik asko Jon. ..y un hasta luego …..estas cosas NO pueden desaparecer
Entonces, si lo has leído y disfrutado es como para darnos de satisfecho. Eskerrik asko irakurrri eta gozatu izana
Entraba esporádicamente en Kulturaldia hasta que Alejandro empezó a publicar sus confesiones en Sanseacabó. Desde entonces me hice asiduo visitante de este rincón de aire fresco y ahora que empezaba a disfrutarlo, se acaba. Una lástima y una gran pérdida en plena capitalidad cultural.
Gracias, Jon, por tu amplitud de miras, empeño y buen hacer. Espero que tengas más suerte en el futuro, te la mereces.
Muchas gracias, Contini. La verdad es que la entrada de Alejandro ha sido lo mejor que le ha pasado a la web este año. Me ha encantado. Abrazos
Pena haundi bat,ulergarria baira….ekiren diozunari segituko diot! Hori bai,Facebooken lagun bezela onartzen banauzu behingoz,errezagoa izango da 🙂
Aupa, Kruz! Ba ez zait burura etortzen zure gonbidapena. Zein zen zure izena?
Te mando mi agradecimiento por tantos posts interesantes, por la ilusión y el trabajo. Voy a guardar el luto manteniendo el icono con la «K» de la web en la barra del Chrome.
Mucha suerte con todo.
Iñaki
Yo guardaré mensajes como éste en mi memoria. Gracias, Iñaki
Una pena, si. Ya lo han dicho todos antes….
Trabajar gratis sin compensaciones a tanto esfuerzo, quien quiere eso? Se entiende la decision, claro.
Quizas Donosti es una ciudad demasiado pequeña para estas cosas? No lo se, pero movimiento cultural ya tiene. Si no vete a Burgos que tiene poblacion similar y no hay ni la mitad de cosas.
La idea era muy buena y lo he(mos) disfrutado mientras duró. Muchas gracias Jon y suerte con lo proximo…
No lo sé. La autocrítica que hago es que no me he movido nada bien para lograr fondos privados y públicos. Gracias por leer, Óscar.
Pues yo también me sumo al coro: una pena. Y es que además desconozco si existe alguna web similar (aunque muuucho me temo que no).
Desearte lo mejor a ti y a todos los que han colaborado y espero leerte pronto de nuevo, donde quiera que sea.
Gracias, Mikel. Pues ahora precisamente hay unos amigos que han abierto una web que se llama Contraplano, en el que sobre todo se habla de cine pero donde también van a incluir planes recomendados y tal.
Mila esker egin duzun lanagatik.
Zure irakurle amorratua izan naiz. Oso interesgarriak ikutu dituzun gai batzuk (Uliako urbanizazio proiektua, Metroarena, Mira Kruz, Donostiako kultura ikuspegi desberdibak eta abar). Faltan botako dut horrelako informazioa.
Zure kolaboratzailei ere mila esker.
Zorte on!
Mila esker zuri irakurtzeagatik! Aio!
Sencillamente… GRACIAS! Eres un genio.
Jaja, no exageres chico Britpop!
Betterment.com
Llegué a Donosti hace ahora dos años. Me topé con Kulturaldia de casualidad, tras googlear cómo llamar correctamente a esta ciudad para no herir ninguna sensibilidad. Trabajo cara al público y no quería meter la pata nada más empezar. Creo recordar que era el post de «25 cosas que odio». Me gustó como estaba escrito y desde entonces he leído la web casi a diario. Hasta hoy.
San Sebastián es una ciudad dura para un recién llegado. No existe prácticamente publicidad de actos no institucionales, es difícil entablar conversaciones largas como para llegar a comentar gustos afines y, en cierta manera, cuesta entrar en la dinámica de la ciudad. Es un hecho curioso para una ciudad tan pequeña, pero es así.
Kulturaldia ha paliado eso. Por la web di con sitios como el Gerald’s o Dabadaba. Me di cuenta que no era el único que pensaba que los hosteleros eran especialmente hoscos. Hoy puedo decir con orgullo que el Trueba es mi bar y que la cerveza del Akerbeltz está estupenda. No sabría de estos sitios de no ser por vosotros. La revista ha permitido que conozca una ciudad cargada de peculiaridades desde muchos puntos de vista muy interesantes y diversos que de otra forma son inaccesibles.
Por todo ello gracias. Muchas gracias. Kulturaldia me ha permitido intentar ser el donostiarra que hubiera sido de haber nacido aquí, aunque aún no sepa como llamar a Donostia/San Sebastián/Donosti/Sanse. Y eso, pese a tanto nombre, no tiene precio.
Un abrazo Jon. Zorte on!
Tomás
Tomás, a ver si un día nos conocemos en persona y nos tomamos una caña en el Aker el Dabadaba o donde sea. Qué guay que Kulturaldia te haya abierto puertas en una ciudad que es la bomba, pero que también puede ser puñetera. Un abrazo
Una gran pérdida, la de una voz distinta en la crónica cultural de la ciudad, ¡y muy interesante!
Quizás te ha faltado ese comercial que pone el pie en la puerta, que no queda muy romántico, pero tal y como están las cosas, se antoja imprescindible.
Suerte en próximos proyectos, y deja Kulturaldia como a Walt Disney, criogenizada, a ver si llega el calor económico que la resucite! 😉
Viniendo de una VOZ como la tuya todo un honor, Jon ;). Sí, ha faltado mucho de labor comercial, no te falta razón. Y, calla, calla, vamos a dejar a Walt Disney solo en su criogenización con los protagonistas de Demolition man, si no recuerdo mal la peli…
La verdad que la agenda era una visita obligada; una pena no poder tenerla en un futuro.
Las entrevistas eran entretenidas, para leerlas con calma y en detalle.
Aún recuerdo la entrevista a Josu, lo primero que pensé en voz baja fue: «Joder, existen medios que dan voz a esa gente que hace cosas interesantes; además hablan de tú a tú, cómo si estuvieran un fin de semana en la barra de un bar; sin tonterías.»
Llamame iluso o soñador, pero soy de los que piensa que si la web tuviera contenido gratuito y de pago, podría haber personas que pagaran y sacar unos euros.
Otra posibilidad podría ser, hablar con todos esos locales/agentes molones y poder sortear por ejemplo entradas a conciertos/camisetas/descuentos… entre los usuarios que pagan; conseguir cierto feedback para que la persona pase por caja.
Tal vez no sea muy divertida la idea de tener lectores de primera y de segunda, pero si se trata de mantener o conseguir dinero para poder cubrir los gastos de la web, algo así se debe plantear o al menos intentar.
Si ya pensamos en sacar un dinero para vivir de la web o gratificar mínimamente a los redactores lo veo bastante complicado. Muchos de los blogs/foros y comunidades virtuales han salido adelante por esa gente que lo hace «por amor al arte». No son pocos los blogs/foros y comunidades que se aventuraron y no han conseguido capear la tormenta.
Espero que no sea un adiós, más bien un hasta luego. Estaba con ganas de leer la Parte 3 de Kulturaldia Years y la verdad para nada esperaba este final.
En fin, yo tampoco esperaba este final tan abrupto si te digo la verdad. Me hubiera encantado seguir haciendo entrevistas y escribir cosas interesantes, pero he tenido que parar. Es verdad que podría haber sacado de la manga distintas formas de financiación. No sé. Me ha faltado imaginación en ese sentido. No he estado hábil. Abrazo
Pues me pilla de sorpresa el «cierre», pero también entiendo las razones…Mucha suerte con todo lo que hagas, y no dejarás de ser inquieto, eso seguro! Algo has aportado…y espero que lo sigas haciendo, desde donde sea…
¡Gracias, Josemi! Seguiré haciendo cosas, eso fijo. Un abrazo y enhorabuena por tu trabajo, que es de chapeau
Pues sí, vas a dejar un gran vacío, espero que en algún momento puedas retomar la kultura-al-dia. Muxu!
Lo retomaremos yendo a ver pelis y a conciertos y a todo eso que hacemos. Muxu, Idoia
Pena bat Jon, benetan interesgarria egin duzun lana eta jende askorentzat ejenplu haundia. Zorionak eta laister arte, zure proiektu berriak ikusi nahi ditugu, seguru daukazula hortik baten bat… eta ez bada horrela, bizitza disfrutatzea ere aukera on bat da!
Detaile bat hemendik agertzea, Fortun! Pena da, baina dagoeneko indarrik gabe nenbilen. Nik baino hobeto dakizu ze zaila den lana asko egin ondoren etekina ateratzea. Besarkada eta zorte on zuri ere zure kartel-diseinuekin!
Una pena enorme Jon! Espero que sigas por otro rumbo, porque con esto has hecho muy buen trabajo, Yo soy un asiduo.
Gracias, Ion! A ver que sale por ahí. Quién sabe. Me veo ahora en la casilla de salida periodística, de nuevo.
He de decir que visitaba la web con cierta frecuencia. Seleccion suculenta de planes de fin de semana, artículos de la ciudad, bares, cultura…..muy interesante.
Me da mucha pena que el proyecto finalice y ojalá encontrases los medios necesarios para salir adelante.
En cualquier caso, enhorabuena por el gran trabajo realizado.
Qué guay lo que dices, Roberto. Gracias. La web trataba de todo eso, sí.
No es que sea un asiduo, más bien me he acercado desde Twitter a los post, pero siempre supuse que tenía cierto soporte institucional…lamento que lo dejes, pero se entiende. La verdad es que los post estaban muy currados. Aire fresco
Ha habido publicidad de la Diputación y de otras entidades privadas, pero no era sostenible. Gracias Zigor
una pena 🙁
zorionak zuere lanarengatik dena den y suerte con tus proximos proyectos
Marta
Bai ni ere pixkat triste nago, ez pentsa. Besarkada, Marta